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El PSOE andaluz deja plantados a los padres católicos en su Congreso

Ninguna autoridad andaluza quiso asistir al XV Congreso Nacional de Concapa. En varias ocasiones, los representantes de la Confederación se quejaron de esta actitud “sectaria” hacia quienes, por lo menos, representan al 18 por ciento de los padres andaluces. En la imagen, de izquierda a derecha, Isabel Couso (MECD), Mons. Antonio Cañizares (C. Episcopal) y J.M. Contreras (Concapa).
Miércoles, 29 de mayo de 2002
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En este ambiente de evidente malestar arrancó, el pasado 23 de mayo, la XV reunión anual de los padres católicos con el título de “La familia: clave de la calidad de la educación”. Como en tiempos de socialismo más furibundo, ninguna autoridad del PSOE –ni local, ni autonómica– quiso participar en el Congreso después de ser invitados reiteradas veces y tras no obtener ni siquiera respuesta: “No hemos obtenido ninguna respuesta de las autoridades andaluzas, que no han querido participar ni en las mesas redondas, ni como ponentes… Creo que no han querido dar la cara y quiero mostrar mi enorme decepción”, explicó a los asistentes el presidente de la Confederación andaluza, Juan Rodríguez.

La presencia de autoridades en este tipo de encuentros es obligada por natural cortesía, sobre todo, siendo Andalucía la comunidad anfitriona. Por ejemplo, en el reciente encuentro de Ceapa (Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos) –más afín a las tesis del PSOE sobre Educación– sí que hubo no uno, sino varios representantes del socialismo andaluz. De hecho, a este Congreso de Concapa sí asistieron dos representantes del Ministerio al más alto nivel –Julio Iglesias de Ussel, secretario de Estado de Educación, e Isabel Couso, secretaria general de Educación– y varios directores generales autonómicos de comunidades tan distantes como La Rioja o Navarra. El desplante rozó el esperpento cuando en la “recepción” en el Ayuntamiento de Granada el teniente de alcalde (Partido Andalucista) disculpó al señor alcalde por encontrarse en ese momento de viaje… El que escribe pudo ver –al menos su imagen virtual– al señor Regidor transitando por los pasillos consistoriales ante los ojos de quienes allí nos encontrábamos. Patético. Afortunadamente, estos desaires no ensombrecieron el desarrollo del encuentro que transcurrió con normalidad.

Cerrar filas

Dos hilos conductores vertebraron gran parte de las intervenciones. Por un lado, la Ley de Calidad (LOCE) y lo que en ella se dice del papel de los padres en el proceso educativo; y de otro, el protagonismo que cobrará la política sobre familia en las próximas campañas electorales, tanto del partido del Gobierno como de la oposición. En este sentido, el secretario de Estado de Educación, Julio Iglesias de Ussel, ironizó con el hecho de que sea el mismo PSOE que no “hizo nada por la familia mientras estuvo en el gobierno, el que ahora se presente como gran defensor de la familia”.

Por lo que a la LOCE se refiere, su más directa artífice, Isabel Couso, resumió en cuatro puntos las apuestas que hace la nueva Ley por la familia:
– “La LOCE pretende que los padres elijan libremente el centro escolar que prefieran y la formación religiosa que deseen”.
– “Se presenta la etapa de 3 a 6 años como voluntaria pero se facilita su acceso garantizando su gratuidad”.
– “Se tendrá en cuenta la opinión de la familia a la hora de elegir un itinerario u otro”.
– “Se crea el área de Sociedad, cultura y religión con dos opciones, confesional y no confesional”, atendiendo así el deseo expreso de más del 80 por ciento de las familias.

Llamó la atención entre los concurrentes, el directo llamamiento de la secretaria general de Educación “a cerrar filas en torno a la Ley de Calidad”. “Me gustaría pedirles su apoyo –señaló, tal vez con excesivo grado de connivencia para un acto público–. Todos los presentes en la sala deberían ofrecer un apoyo sin fisuras a la Ley, tal y como se unen los que defienden otros modelos educativos. Hay que dejarse de la hojarasca de las pequeñas diferencias e ir a lo sustancial del proyecto que seguro que todos ustedes comparten”. En efecto, en los pasillos más que en las ponencias presentadas, se escucharon algunos comentarios críticos a la Ley –siempre off the record– en ese terreno de los matices. La sensación general, sin embargo y para ser justos, era que la nueva norma impulsa notablemente el papel de los padres en la Educación.

Llega el CAF

Destacó, como suele ser habitual, la intervención del veterano director general de Educación de Navarra, Santiago Arellano, que descubrió uno de sus proyectos para “cuando haya dinero”: la creación de un Centro de Apoyo a la Familia (CAF). Este Centro desempeñaría funciones de asesoría, escuela de padres… “Algo así como su órgano paralelo a los Centros de Profesores pero para padres. Porque es cierto que hay mucha indiferencia, pero también hay mucha ignorancia”, explicó.

En definitiva, un congreso oportuno porque parece que llegan nuevos tiempos para la familia y su presencia en los centros. 

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