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“No percibo que pueda haber caos en la organización del curso”

Entrevista en exclusiva para MAGISTERIO con Álvaro Marchesi, director del Instituto Idea.
Miércoles, 5 de mayo de 2004
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Autor: Marta SERRANO

El director del Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (IDEA), Álvaro Marchesi, contó a MAGISTERIO los planes del nuevo equipo.

—¿Qué cambios sufrirá la legislación educativa con el nuevo equipo de gobierno?
—Creo que el Ministerio de Educación y Ciencia está pensando en un decreto que aplace lo previsto en el 2004 hasta el 2006. La Ley no se deroga hasta que no se apruebe en el Parlamento una nueva Ley. Lo que ya ha entrado en vigor en el 2003-04 se sigue aplicando mientras lo que iba a entrar en vigor en el 2004-05 se aplaza.

—Eso significa que el próximo curso estarán vigentes aspectos de la LODE, la Logse, la Lopeg y la LOCE…
—El año que viene va a tener una organización académica semejante a la que ha estado en vigor este curso. No debe haber más problemas.

—Sin embargo, la comunidad educativa no lo tiene tan claro y se habla hasta de caos porque se ven dos frentes diferenciados: los que seguirán aplicando la Ley y los que ya han anunciado que no se aplicará…
—Yo no percibo que pueda haber caos. Cuando el Gobierno apruebe el nuevo Decreto de calendario, todas las CCAA deberán aplicarlo. Y estoy convencido de que así se hará. Quiero recordar que el Decreto de calendario de aplicación de la Logse se modificó dos o tres veces.

—¿Qué opina respecto de la planificación de plantillas para el próximo curso?
—Hay para muchos aspectos para los que no hace falta una ley y que pueden mejorar la calidad de la enseñanza: ampliar el número de profesores de apoyo, reforzar los profesores para desdobles, incorporar ordenadores en los centros… Muchos aspectos concretos del funcionamiento de los centros dependen de cada Comunidad Autónoma.

—¿Qué cauces empleará el PSOE para que no se le acuse de falta de diálogo ahora que empieza a amenazar con la política del decretazo?
—Desde mi punto de vista debería haber tres foros de debate. el primero con las partidos políticos para intentar llegar a acuerdos parlamentarios. El segundo con los representantes de las comunidades autónomas a través de la Conferencia de Consejeros de Educación y el tercero con los sectores sociales, los representantes de la comunidad educativa y el conjunto de los profesores. A partir de ahí, deben recogerse en documentos públicos todas las aportaciones. Sobre la LOCE, por ejemplo, yo no sé que aportaciones se hicieron. Lo lógico hubiera sido que el MEC publicara un acta o un documento con las opiniones recogidas durante las reuniones. En el debate que se realizó previo a la Logse se publicaron cinco volúmenes con todas las opiniones emitidas.

—Las opiniones de los docentes sobre medidas de la LOCE distan mucho de lo que opinaban hace sólo dos años sobre las mismas cuestiones, ¿cree que cambian su opinión según cambia el gobierno?
—Los profesores plantean sobre todo iniciativas que les ayuden a resolver los problemas que se encuentran en su trabajo diario. Yo creo que quieren menos leyes generales y más soluciones concretas.

—¿Deberían ser los presupuestos en Educación finalistas?
—La financiación de las comunidades autónomas no tiene carácter finalista. Pero los nuevos programas que el Ministerio puede desarrollar para mejorar la respuesta educativa a la inmigración, el desarrollo de la lectura o el bilingüismo en las escuelas podrían tenerlo y deberían de ser fruto de un pacto del Ministerio de Educación y Ciencia con las CCAA.

—Ahora que habla de pactos, ¿cree que es posible un pacto por la Educación?
—Creo que es muy complicado un pacto con los diferentes Partidos Políticos. Más viable, aunque no exento de dificultades, sería un acuerdo con los diferentes sectores de la comunidad educativa en la línea del que se suscribió en la Fundación Encuentro en 1998. En el que se logró un amplio acuerdo en temas básicos e importantes entre toda la comunidad educativa, incluyendo sindicatos, patronales, representantes de la enseñanza pública, de la concertada, etc.

—¿Qué opina del sistema de elección de directores según la LOCE que ya ponen en marcha CCAA del PSOE como Aragón y Castilla-La Mancha?
—No me desagrada porque combina un marco común con una aplicación flexible de las comunidades autónomas.

—¿Opina igual de los exámenes extraordinarios?
—Lo importante es mantener el criterio de evaluación continua de los alumnos. A partir de ahí, deben establecerse los tiempos de su aplicación. Desde esta perspectiva, parece más coherente que el final de ese proceso se haga al término del curso escolar, en el mes de junio. ¿Quiere esto decir que los alumnos con dificultades de aprendizaje, hayan o no aprobado curso, pueden desentenderse de un tiempo dedicado al aprendizaje durante el verano? Sería un error. Estos alumnos especialmente deberían dedicar un tiempo diario a leer, a resolver problemas, a calcular… Claro que esto supone una orientación de los profesores y un compromiso de los padres. Yo no vería mal que los alumnos tuvieran que realizar determinados trabajos durante el verano y que sobre ellos se hiciera una última evaluación en el mes de septiembre.

—Los directores de los IES, así como decenas de profesores, reclaman que sean otros docentes que estén a pie de aula los que dirijan la política educativa y sienten cierto malestar por que los ministros de Educación así como sus asesores siempre provengan del mundo universitario, ¿comprende esta queja?
—La comprendo y estoy convencido de que habrá docentes en activo en el equipo del Ministerio de Educación. De hecho, la ministra ha nombrado como jefa de gabinete a una profesora de Secundaria y estoy convencido también que Alejandro Tiana nombrará a profesores actualmente en ejercicio en el equipo de dirección de la Secretaría de Educación.

—El PSOE también modificará la asignatura de SCR…
—Es justo y necesario cambiarla porque no tiene ningún sentido esa asignatura tal y como estaba en la Ley de Calidad.

—¿Modificaciones en el sentido de sacar la Religión de los centros educativos?
—No. La Religión debe seguir, porque es fruto de un acuerdo con la Santa Sede, pero lo que es intolerable es que los obispos hayan establecido lo que tienen que estudiar los alumnos que no quieren Religión. A mí me parece bien que los Obispos establezcan lo que tiene que estudiar el alumno que opta por la asignatura de Religión Católica, pero no pueden adjudicarse la representación de aquellos que no quieren estudiar Religión en la escuela.

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