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Unos pequeños muy bien acogidos

El Plan de Acogida del CEIP “Ramón y Cajal” tuvo como principal objetivo facilitar la inserción escolar de niños inmigrantes que presentaban dificultades de aprendizaje por diversos motivos: lengua, escolarización irregular, familia desestructurada... Para ello, se llevó a cabo un estudio pormenorizado del pequeño con el fin de obtener toda la información necesaria y conseguir con éxito una escolarización adecuada. Un trabajo arduo y complicado que mereció la pena.
Viernes, 10 de septiembre de 2004
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La situación que motivó al CEIP “Ramón y Cajal” a llevar a cabo el Plan de Acogida fue la diversidad cultural de alumnos en su centro. En el año 2000-01 tenían estudiantes de unas 20 nacionalidades distintas, los cuales presentaban dificultades de aprendizaje y una baja estimulación, con numerosos casos de una escolarización irregular y un importante absentismo, incluso con el consentimiento de los padres.

Esta diversidad se debía, principalmente, a las viviendas de tipo social adjudicadas a población de origen inmigrante. Su bajo nivel económico y social y su carencia de formación cultural básica dificultaban la escolarización.
La finalidad del centro fue la Educación integral del alumno basándose en una estructura democrática y participativa. La preocupación por su evolución y desarrollo integral, así como por sus situaciones socio-económico-familiares, fue uno de los centros de interés.

Principios y objetivos

Los principios básicos que movieron su actividad fueron cinco:
—Pluralismo.
—Coeducación.
—Interculturalidad.
—Participación social.
—Atención a la diversidad.

Los objetivos que se marcaron fueron los siguientes:
—Conocer a los alumnos y sus familias para dar una respuesta a sus necesidades (ámbito personal, familiar, cultural y escolar).
—Informar a las familias de cómo estaba organizado el sistema educativo español y el funcionamiento del centro.
—Conseguir que los alumnos y sus familias se vinculasen al centro.
—Promover la integración escolar y social entre los alumnos.
—Desarrollar actitudes de tolerancia y respeto a la diversidad cultural que posibilitasen la eliminación de prejuicios, estereotipos y que favoreciesen la solidaridad.
—Pretender la igualdad de oportunidades educativas para el alumnado perteneciente a minorías, desarrollando ac-ciones que permitiesen com-pensar las desigualdades.

Plan de acogida

Toda familia que matriculó a un niño debió seguir el siguiente proceso: facilitar todo tipo de información acerca del niño y entrevistarse con el equipo directivo del centro con el fin de conocer mejor las circunstancias familiares y personales del alumno. Se dio a las familias la información sobre el proyecto educativo del centro:

—Las normas de funcionamiento interno y el calendario escolar.
—Los horarios de las actividades escolares y extraescolares y los servicios y recursos que tenía el centro y su oferta.
—Los recursos sociales y económicos, como las becas, disponibles en el centro y en la población. Cuando se constató que la situación era muy grave, directamente se contactó con los Servicios Sociales del Ayuntamiento para que la intervención fuese más rápida.
—Los objetivos generales del centro.

Con todos los datos obtenidos en esta primera conversación, el siguiente paso fue rellenar la Ficha de primer contacto en la que se recogieron los datos personales y familiares del alumno: nombre y apellidos, fecha de nacimiento, número de hermanos, lugar de procedencia, lengua materna y otros idiomas, composición familiar…

Una vez que se rellenó la Ficha de primer contacto, si el alumno procedía de otro país, con una escolarización irregular o desconocimiento del idioma, se procedía a lo siguiente:

—Concretar la fecha en la que el nuevo alumno realizaría las pruebas de nivel de competencia curricular de las áreas instrumentales básicas.

—Las pruebas de nivel eran pasadas, corregidas y evaluadas por la profesora de Compensatoria educativa, cumplimentándose, seguidamente, el Informe de evaluación inicial.

—Los resultados eran comunicados al equipo directivo que, oída la opinión de la profesora de Compensación, decidiría en qué curso quedaba matriculado el nuevo alumno. Cuando fue necesario, se matriculó en un curso inferior al de su edad.

—Si el alumno tenía dos o más cursos de desfase curricular, sería un alumno de Compensatoria educativa. Si era un alumno con Necesidades Educativas Especiales, se haría la evaluación psicopedagógica correspondiente.

—Una vez que se evaluó y asignó el curso a cada alumno, se citó al niño junto con su familia para comunicarle el curso en el que iniciaría los estudios y toda la información necesaria.

—El tiempo estimado, como máximo, desde la primera entrevista hasta la evaluación del alumno fue de tres días, un tiempo en el que sólo acudió al centro para realizar las pruebas de nivel.

—El día de su incorporación definitiva, un miembro del equipo directivo acompañó al alumno para presentarlo en clase y asignarle un compañero, preferentemente de su misma nacionalidad.

Para alumnos nacionales

Los alumnos de nacionalidad española también estuvieron incluidos en este Plan de Acogida. Si el alumno provenía del sistema escolar con una Educación normalizada, únicamente se mantuvo una charla general con todos los padres.

Para todos los niños, fuese cual fuese su situación y condición y con el fin de que el alumno se familiarizase con el centro, se recorrerieron las distintas instalaciones del mismo: dependencias del comedor, servicios, bibliotecas, aulas…, todas ellas señalizadas mediante iconos universales, para facilitar su localización. El papel de traductores fue fundamental para las entrevistas.

M. J. AGUIRRE LLABRÉS
CEIP “Ramón y Cajal”
Torrejón de Ardoz, Madrid 

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