Plan de Mejora en Secundaria bajo la sombra de las elecciones

A menos de un mes y medio para la celebración de las elecciones al Parlament de Cataluña, el consejero de Educación en esta comunidad, el socialista Joan Manuel del Pozo, presentaba el pasado 20 de septiembre su flamante Plan de Mejora para la Educación Secundaria.

Un completo paquete de medidas para conseguir que los institutos públicos catalanes remonten el vuelo, ante todo mejorando sus índices de graduados en ESO (el fracaso afecta al 26,4% del alumnado). Más aún, la ambición a largo plazo es alcanzar el 85% de graduados en Educación posobligatoria que la Unión Europea ha fijado como objetivo para el año 2010.

¿Dotación? 125 millones de euros entre 2006-09. ¿Participantes? Por ahora 250 IES –la mitad de los que operan en Cataluña– durante el curso 2006-07, y posibilidad de incorporación para el resto en cursos ulteriores.

 

 

Entrevistada por este periódico el pasado 17 de septiembre (ver edición de MAGISTERIO del 27 de septiembre), la portavoz de Educación por Convergencia i Unió en el Parlament, Irene Rigau, lanzaba un pronóstico: «Habrá nuevas ofertas desde el Govern para contentar al sector de la enseñanza». Tres días más tarde, Educación convocaba una rueda de prensa para dar a conocer su proyecto.

No es Rigau la única en Cataluña que piensa que el anuncio de tan ambicioso plan, justo cuando la ciudadanía tiene las urnas en su punto de mira más inmediato, debe ser interpretado en clave electoral.

Desde la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (FE-CCOO) en Cataluña, Marc Vidal, secretario de comunicación del sindicato, inquiere abiertamente al periodista si ha obtenido la información del plan «de la propaganda difundida por el Departament d´Educació».

Para Vidal, buena parte de su contenido esconde «fines pre-electorales específicos. Se trata de vestir al santo con el mayor número de joyas posibles».

 

 

No obstante, en la FE-CCOO valoran positivamente los acuerdos alcanzados recientemente con la Administración en materia laboral, medidas que la Consejería engloba en su plan de mejora y, por ende, en el Pacto Nacional de Educación. Entre otras, desdoblamientos en materias como Arte o Música, más tiempo para dedicarse a tareas directivas o incentivos a la tutoría.

También posibilidad de enseñar en segundo ciclo de Secundaria y Bachillerato para los maestros de 1º y 2º de ESO. Un punto que irrita especialmente a la Federación Aspepc-SPS (sindicato exclusivo de Secundaria), quien considera que la medida favorece el «intrusismo profesional».

Por su parte, Ustec-STES valora positivamente el plan en su conjunto, aunque asegura que resulta «insuficiente» para alcanzar los objetivos propuestos.

Uno de sus puntos más controvertidos, aún por definir, se refiere a las dotaciones adicionales que la Consejería ofrecerá a los centros que consigan mejorar su índice de aprobados y las competencias básicas de sus alumnos. Un sistema que utilizan países como Inglaterra, aunque en este caso la evaluación es externa y dependiente del Gobierno central. Se desconoce aún si en Cataluña los resultados obtenidos por cada centro serán sometidos a algún tipo de control que trascienda los límites del IES.

 

 

1. Establecer un acuerdo de corresponsabilidad entre la Consejería y cada instituto por un período de tres años. Asesoramiento de Educación para diseñar y aplicar cada proyecto concreto.

 

2. Potenciar a los equipos directivos. Más horas liberadas de tareas docentes y cursos a equipos directivos básicos y de planificación estratégica.

 

3. Valorar mediante incentivos económicos la implicación de ciertos docentes en el proyecto del centro. Aumentar el complemento de tutoría.

 

4. Profundizar la autonomía de los centros. El plan contempla dotaciones adicionales de entre 12.400 y 50.000 euros para recompensar a los centros que mejoren sus resultados.

 

5. Incrementar el apoyo y acompañamiento de la inspección.

 

6. Elaboración de un plan de convivencia escolar por parte del centro.