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Itinerarios educativos para conocer las obras del Museo del Prado

Por segundo año consecutivo, los alumnos podrán disfrutar del programa educativo para la difusión del arte, fruto de la colaboración entre la Obra Social la Caixa y el Museo del Prado. Tras el éxito del primer año, la Caixa y el Prado continúan El arte de educar

Laura Gómez LamaMiércoles, 29 de septiembre de 2010
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Visitas dinamizadas y dossier para escolares de entre 8 y 15 años. El programa se divide en cuatro recorridos de 90 minutos, que abarcan las piezas clave de la colección permanente. Cada uno se acompaña de un dossier para trabajar en clase antes y después de la visita de manera multidisciplinar y transversal, procurando un punto de vista actual. Los itinerarios, guiados por un educador, están basados en la observación, el diálogo y el uso de materiales didácticos para provocar la reflexión en torno a cuatro grandes temas – as visiones del cuerpo, los objetos y la representación del espacio y de la divinidad–, llevados a la actualidad de los chavales.

Dossier para profesores en visitas autónomas. Se trata de una herramienta que plantea un recorrido por las obras maestras del museo, con actividades para realizar en el aula, antes después de la visita. El objetivo fundamental es que el docente sea capaz de organizarla y guiar a sus alumnos por los cuadros de manera autónoma. Juego de pistas para las familias. Otro de los materiales educativos autónomos creados para el programa es un juego de pistas dirigido a las familias, para que estas visiten el museo con sus hijos. Esta iniciativa se lleva a cabo desde el año 2003 en los centros CaixaForum con la finalidad de aprovechar al máximo la experiencia de visitar una exposición en compañía de los niños. De esta manera, los adultos intervienen de forma activa en el proceso educativo y, a la vez que ellos mismos aprenden, actúan como mediadores trasladando los conocimientos a los más pequeños.

Bachillerato. Además de Primaria y ESO, objetivo de las anteriores propuestas, El arte de educar dirige una atención especial a los grupos de Bachillerato, ofreciéndoles la realización de visitas comentadas sobre dieciseis temas o itinerarios a realizar por la colección del museo.

Hace poco más de un año, el presidente de la Caixa y Fundación la Caixa, Isidro Fainé, firmó un acuerdo con Plácido Arango, presidente del Patronato del Museo del Prado, y Miguel Zugaza, director del Museo, con el objetivo de promover conjuntamente un programa específico para el público escolar y familiar: El arte de educar. El programa abarca la realización de visitas dinamizadas para los alumnos de 8 a 15 años, divididas en cuatro recorridos y acompañadas de propuestas de trabajo para llevar a cabo en clase, antes y después de la visita. El profesorado, por su parte, también contará con la ayuda de un dossier que le orientará para conducir visitas autónomas al museo, pero como la Educación de los jóvenes no es una mera cuestión profesional, el proyecto ha querido dirigirse también a las familias, a las que se facilitará un material didáctico para visitar la pinacoteca con sus hijos.

El arte de educar tendrá una duración inicial de cuatro años y beneficiará anualmente a más de 200.000 niños en edad escolar. Su contenido ha sido desarrollado por el departamento educativo de la Obra Social la Caixa, que ha contribuido con su experiencia y metodología educativa, cuya filosofía se basa en explorar nuevas fórmulas en torno a la Educación en el terreno de las artes y ser un servicio mediador entre el público y las manifestaciones culturales desarrolladas en los centros.

Visiones del cuerpo

¿EXISTE LA PERFECCIÓN EN LA BELLEZA?

La percepción de uno mismo y del otro, cambiante como los tiempos

Este itinerario propone un recorrido por la representación del cuerpo: desde los cálculos matemáticos sobre las proporciones ideales hasta la reflexión sobre la noción de belleza y su variabilidad a lo largo de la historia, sin olvidar cómo la pintura refleja la capacidad expresiva del cuerpo para transmitir emociones.

Antes de la visita, se trabajan en clase reflexiones sobre el concepto de belleza, haciendo ver al alumno su variabilidad a lo largo de la historia, en un recorrido por las obras que representan la belleza en el arte occidental, lo que servirá para trasladar este análisis a la moda, el cine o la televisión actual.

Por otro lado, el dossier para profesores también invita a entender el cuerpo como una herramienta expresiva, para lo que será necesario estudiar la gesticulación y la fisionomía, debido a que el dolor, la alegría, la tristeza o la ira se reflejan en la pintura mediante determinadas torsiones o gestos también codificados con el paso del tiempo. Los artistas se han preocupado por crear modelos matemáticos y geométricos para representar la perfección de los cuerpos, pero también han tenido e

n cuenta a los individuos que se han encontrado fuera de los cánones de belleza imperantes según las épocas. El arte ha representado la rareza, la fealdad o el exotismo de algunos cuerpos con diferentes objetivos, lo cual permite a los alumnos interrogarse sobre lo que cada uno de nosotros, segun nuestro contexto cultural, considera que es feo o extraño. También se intenta descubrir cuáles son los factores que influyen en nuestros gustos y entender por qué en cada época triunfa un determinado modelo de belleza.

Una vez en el museo, los alumnos se dedicarán a observar de cerca las obras y a analizarlas a través, fundamentalmente, del diálogo participativo. El recorrido no sigue necesariamente un orden cronológico, sino más bien el orden necesario para ver con mayor claridad la manera en que ha evolucionado la representación del cuerpo humano en el arte. De esta manera, las obras ayudarán a los chavales a reflexionar sobre el concepto de belleza, trasladando la cuestión hasta nuestros días.

Tras la visita y una vez asentados los conocimientos, el dossier propone a los profesores desarrollar más ampliamente en el aula temas como los recursos que usa el arte para idealizar los cuerpos o el papel de la moda a lo largo del tiempo, entre otros.

Los objetos hablan

LA NARRACIÓN DEL CONTEXTO DE UN CUADRO Y DEL SIMBOLISMO DE LO REPRESENTADO

Las pistas interpretativas de la escena representada

El contenido de un cuadro tiene muy poco de casual. Cada objeto está escogido y meditado por el autor para transmitir una información codificada sobre el cuadro. Sin embargo, esta puede ir incluso más allá de la obra, aportando datos sobre la moda de la época, las costumbres, la evolución cultural… Los objetos representados se convierten así en pequeñas pistas para el que los mira, pudiendo llegar a ser los únicos protagonistas de una pintura, como sucede en el género de la naturaleza muerta o bodegón. En este sentido, el itinerario Los objetos hablan propone un recorrido por la cultura material centrado en el objeto cotidiano, en su papel simbólico, en su valor como documento y en las diversas funciones que puede desempeñar según la mirada humana. Antes de la visita, los alumnos pueden trabajar en el aula partiendo de su contexto más cercano, plagado de objetos, que les sirve para analizar los significados y valores que otorgamos a las cosas.

Este itinerario tampoco sigue un orden cronológico, puesto que el objetivo no es ver los cambios que ha experimentado la pintura a lo largo de los siglos sino aprender a través de los elementos representados o reales sobre la cultura material de una época, el valor de uso de los objetos y el valor simbólico que adquieren. Para ello, los alumnos tendrán ocasión de visitar, entre otras obras, La Rendición de Breda o Las Lanzas, de Velázquez, Bodegón de caza, hortalizas y frutas, de Sánchez Cotán o el Salero de ónice con sirena de oro perteneciente al Tesoro del Delfín, una de las colecciones más singulares del Museo.

Tras la visita, se realizarán en clase actividades para reforzar lo aprendido sobre el valor de los objetos como testimonio de un contexto o comprobar cómo el contexto también puede modificar el significado del objeto a la hora de dar sentido a la composición. El docente también puede desarrollar actividades en torno a la capacidad del objeto para hablar del paso del tiempo, para narrar historias o para renacer en una segunda vida con un nuevo significado.

Escenarios

LA REPRESENTACIÓN DEL ESPACIO

La búsqueda de la realidad dentro de un cuadro en plano

Una de las constantes del lenguaje pictórico occidental ha sido la simulación del espacio sobre una superficie plana. La invención de la perspectiva lineal en el Renacimiento italiano significó la refundación de las artes visuales, cuyo ejercicio comenzó a exigir unos conocimientos de geometría y aritmética, excluyendo de los encargos más importantes a aquellos que no usaban los rudimentos de la perspectiva. Esto era así hasta el punto de que costaba prescindir de este método incluso para la figuración de espacios imaginarios o inexistentes. Por todo ello, conviene que los alumnos reflexionen sobre temas como el punto de vista y la distancia del espectador, las diferentes maneras de representar los lugares inexistentes –el paraíso, el infierno…– o la integración del espacio real en la creación artística, es decir, la necesidad de percibir el espacio ocupado por el espectador, como sucede en Las meninas. Esta reflexión se suscita por las propuestas del dossier del programa, que a su vez animan a integrar el uso de las TIC para visitar distintas páginas web con el objetivo de ampliar los contenidos estudiados.

Los conceptos a desarrollar durante la visita son:

La representación del espacio pictórico.

La simultaneidad de acciones en un mismo espacio pictórico.

La representación del espacio como manera de entender el mundo según el contexto cultural.

El papel del espectador en relación con la escena representada.

El eje vertebrador de la visita será el diálogo entre el educador y los alumnos para que estos comprendan los principales métodos a través de los cuales se ha sugerido la profundidad. Después, se podrá continuar trabajando la representación del espacio a través de las relaciones entre la pintura y la fotografía e investigando sobre los diferentes recursos que usan los artistas para romper la bidimensionalidad del plano pictórico. Los alumnos también podrán imaginar espacios imposibles y hacerlos realidad poniendo en práctica lo aprendido.

Imaginar la divinidad

RECURSOS VISUALES PARA LA IMAGEN RELIGIOSA

El poder de la imagen ya existía mucho antes que la televisión

La representación de la divinidad ha sido una de las principales preocupaciones que ha tenido el arte occidental. En el caso de las culturas grecorromana y judeocristiana, la solución ha sido casi siempre dar características humanas a sus dioses, mientras que otras religiones han prohibido su representación o la han mezclado con elementos de la naturaleza. De esta manera se estudiará la representación de los dioses en la cultura clásica y de los santos en la religión cristiana, así como la forma de presentar sus historias y milagros, para provocar la reflexión sobre los distintos modos de narrar según el período artístico. En este mismo sentido, conviene que los alumnos analicen cómo dioses y santos han sido el ejemplo a seguir para los hombres, para acabar debatiendo sobre quiénes son actualmente los modelos de nuestra sociedad.

El itinerario mostrará cómo cada periodo artístico ha representado de manera diversa la divinidad, fruto de la evolución del pensamiento y de la propia concepción de la religión. Por ello, será interesante detenerse a ver cómo el arte actual busca representar o plasmar la espiritualidad o lo trascendente. Algunas de las obras que componen el recorrido son Retablo del arzobispo don Sancho de Rojas, de Juan Rodríguez de Toledo, La fragua de Vulcano, de Velázquez y Aquelarre de Goya, entre otras. El último bloque del recorrido pretende explicar cómo los artistas dan forma a conceptos abstractos a través de diferentes recursos como la personificación o el uso simbólico de los objetos. Así, los vicios, las virtudes, los pecados, el castigo o la honradez se convierten en alegorías. Después se debatirá sobre cómo se plasman estas ideas en las manifestaciones artísticas actuales. También se analiza cómo la cultura clásica y la cristiana han recurrido a elementos de la naturaleza, como la luz, la lluvia o los rayos, para representar o sustituir la divinidad.

Tras la observación de las obras escogidas del Prado, los alumnos podrán profundizar en el conocimiento de las diferentes religiones y sus señas de identidad. También se trabajará a través de ejercicios sobre las diferentes formas de representar pasajes de la Biblia, aportando los alumnos sus propias ideas y propuestas. Utilizando el tema de la representación de la divinidad como hilo conductor, se aprovechará para analizar temas que abarcan diferentes asignaturas de un modo transversal como, por ejemplo, la luz.

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