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España mejora pero está lejos de obtener el máximo partido al aspecto pedagógico del juego

La Asociación Española de Fabricantes de Juguetes y el Observatorio del Juego Infantil han respaldado el estudio La presencia del juego y el juguete como recurso educativo en los colegios de Educación Primaria, que se presentó el 5 de abril en Madrid.
Estrella MartínezLunes, 25 de abril de 2011
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Con una participación de 523 centros de toda España, este estudio afirma que las escuelas destinan poco tiempo y recursos al juego infantil, además de que está poco aprovechado como instrumento educativo. El 29,6% de los centroshan realizado experiencias educativas con juegos y el 42% lo incorporan dentro de su proyecto educativo. Por su parte, el 66,16% no dispone de espacios lúdicos específicos.

Según el observatorio, el juego permite el aprendizaje, desarrollo y felicidad de los niños, además de ser el primer elemento de transmisión cultural, así como un medio socializador y un instrumento para solidificar valores. Y es que “la pedagogía moderna insiste en su capacidad educativa. Pero aquí los espacios y los tiempos responden más a necesidades organizativas del centro que a aspectos pedagógicos”, sentenció Gonzalo Jover, catedrático de Teoría de la Educación de la Universidad Complutense de Madrid. Su colega de cátedra de la Universidad de Valencia, Petra Mª Pérez, añadió que “el juego es la forma de que los niños sean creativos”.

El patio del colegio
La asesora pedagógica Inma Marín aprovechó su intervención para apuntar que “el patio es un lugar privilegiado para el desarrollo del juego y pocas veces se piensa en las condiciones que ha de tener para estimularlo”. Su importancia es tal que “los niños se pasan en él más tiempo que estudiando Lengua o cualquier otra asignatura. Merece la pena, por tanto, analizarlos ya que existe una desconexión total entre el currículo escolar y lo que pasa en esta zona, donde debe haber una intención educativa”, cosa que tradicionalmente no ha existido, como apunta Jover, aunque la situación está cambiando poco a poco.

Inma Marín también está de acuerdo con su colega madrileño en que estos lugares son fruto de las necesidades organizativas del centro, además de que los elementos de juego que tienen son escasos y tampoco están especialmente cuidados. Marín añade que estos recintos responden también a “la seguridad. El miedo a que los niños se hagan daño imbuido por la sociedad actual”.

Esta defensa del patio se complementa con la postura de Andrés Payá, doctor y profesor de la Universidad de Valencia, que afirma que“hay que aplicar a las distintas asignaturas el material lúdico pues es una herramienta primordial para la enseñanza”.

Jover quiso aclarar que hay que encontrar la medida pues “no creo que se deba ‘pedagogizar’ todo”. Él y sus compañeros defendieron también que no se puede culpar a los colegios de la situación. Lo que sí quiso hacer Jover fue lanzar un mensaje dirigido a las administraciones educativas: “que se invierta en formación de profesores ya que no existen materias del tipo cómo utilizar el juego de manera educativa”.

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