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Años de pobreza... contados por nuestros abuelos y abuelas

Comenzaron por recuperar su raíces con la ayuda de los abuelos, comprobaron las razones de la emigración y las comprendieron y, después, los alumnos del IES “Giner de los Ríos” (Madrid) se lo mostraron a todo el mundo a través de una exposición fotográfica itinerante, ‘Años de pobreza... contados por nuestros abuelos´.
Miércoles, 21 de febrero de 2001
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Carmen Ochoa es profesora de Literatura del IES “Giner de los Ríos” de Madrid y le apasiona la fotografía. Sin embargo, esta es sólo una de las miles de razones por las que se tenía que realizar esta exposición. Años de pobreza… contados por nuestros abuelos es mucho más, y nada menos que eso. En realidad la muestra fotográfica que engloba todo el trabajo realizado, sólo fue la guinda de un pastel del que hoy todo el mundo puede probar una porción.

Nació como suelen nacer las grandes ideas, en discusiones de café, charlas de recreo, debates en la sala de profesores… Y es que los docentes del centro se negaban a perder la riqueza de las fuentes orales, de la sabiduría generacional, tan importante hace poco y tan menospreciada por la sociedad de la información. “Hablábamos sobre la importancia de que no se pierda este tesoro. Porque toda la generación de los abuelos, los conocimientos que tienen sobre la vida cotidiana, se pierden, ya no pasan a hijos y nietos”.

Además, según Carmen “es un método de investigación que los chicos pueden emplear fácilmente”. El equipo docente le dio muchas vueltas y puso en marcha un proyecto que, como pudieron ver, daba mucho de sí.

Directos al grano

La experiencia, y por ende, la exposición, tiene dos grandes ejes: la inmigración y la utilización de fuentes orales como método de investigación. Un tercer eje era el trabajo en equipo: “Dado que en el aula la tarea está demasiado compartimentada y las áreas no tienen que ver mucho unas con otras. También por este motivo “queríamos hacer un trabajo interdisciplinar, donde hubiese profesores de todas las áreas que pudiesen implicarse”. Así, la convocatoria consiguió reunir a los responsables de Informática, Música, Historia, Literatura y Teatro.

Establecidas las pautas, era preciso determinar los puntos que se iban a investigar para no dispersar la atención del alumno: mujer, vida cotidiana, relación abuelos-padres… “Al final llegamos a la inmigración, porque vimos que era un tema cada vez más problemático con los alumnos. Vienen muchos inmigrantes a las clases y a los barrios, y ellos desarrollan actitudes xenófobas, racistas…”.

El equipo al completo decidió que la mejor manera de atajarlo era conocer de dónde provienen sus propios abuelos e incluso sus padres. Los datos los tiene Carmen: “En el 80 por ciento de los casos, el abuelo viene de fuera, y el 50 por ciento de los padres, también”.

Era necesario que constataran, además, las condiciones en las que llegaban los inmigrantes aquí… y conocer sus razones: “Nuestro objetivo era descubrir por qué emigraron, las condiciones que había donde ellos residían antes, en su lugar de origen…”. Luego analizaron el viaje, las expectativas que tenían los abuelos, qué encontraron al llegar a la tierra prometida, qué trabajos, cómo les trataba la gente…

El proyecto duró todo el curso pasado. Lo primero fue formar a los docentes: charlas, libros, fuentes orales… Y después, a los chicos: “Fabricamos una ficha de los abuelos susceptibles de ser entrevistados (salieron en cada clase muchísimos), dónde vivían, cuál era su estado de salud…”. La selección por clase y grupo no fue tan sencilla.
Una parte básica de la experiencia consistía en practicar un periodismo de investigación de andar por casa, con grabadoras, notas, etc.

Y empezaron las entrevistas con los abuelos. Los profesores se sorprendieron gratamente al comprobar que la relación con ellos no está tan perdida como pensamos: “Creíamos que la distancia iba a ser mayor y en general, sigue muy vigente. Sobre todo, la figura de la abuela cuidadora de nietos”.

Abuelo… cuéntame

Lo que sí han descubierto los chicos es que “aunque estaban muy relacionados con sus abuelos, jamás les habían contado la vida, les parecían batallitas. Verlo de manera organizada, y cosas que nunca se les hubiera ocurrido preguntar, les ha gustado mucho a los chicos y a los abuelos, ni te cuento”.

Algunos estuvieron horas haciendo la entrevista… y claro, les preguntaron de todo: ¿Cómo comías? ¿cómo te vestías? ¿a qué jugabas?

La experiencia, y posteriormente la exposición de fotos recopiladas entre toda la comunidad educativa (incluyendo a los abuelos entrevistados, que las entregaron como un tesoro), implicó a todo el centro. Evidentemente, el nivel variaba según el ciclo: “El trabajo de investigación de los pequeños es un poco peor. Aunque les explicas cómo es la técnica de la entrevista, que no hay que cortar a la persona, que tienes que dejarla hablar, crear un ambiente cómodo… les da igual. Sin embargo, las de Secundaria están muy bien hechas. Empiezan a hablar, hablar, hablar…”.

Desde su puesta en marcha, el trabajo, no parecía tal. Más bien se planteó como una diversión: jugar a periodistas. Quizá por eso los alumnos se volcaron. “Al principio, les gustó mucho. Luego hicieron las entrevistas y les entusiasmó. Llegó el momento de la transcripción y les horrorizó”, relata Carmen. Superada esta fase, les tocaba realizar la entrevista literaria; esto les resultó más fácil, porque no es tan automática. No obstante, en este proyecto Carmen no desperdicia nada: “La entrevista literal es un petardo, pero tienes que hacerles comprender que todo trabajo es costoso, que no hay nada en el mundo que sea gratuito”.

Mientras, se iban recopilando las fotos que reflejaban todo el trabajo, la sabiduría que los alumnos recogían, y que sería el alma mater de la muestra. Los chicos participaron activamente en todo el proceso, incluso en el escaneo.

No hay un final, porque la exposición sigue creciendo y recorriendo España, pero si lo hubiera sería feliz. Tanto esfuerzo ha sido reconocido por los premios que otorga El Corte Inglés en su convocatoria Investiga a través del entorno y exponlo. Carmen tiene claro que la compensación económica del concurso les ayudará a ampliar el proyecto: elaborar el vídeo, mejorar la calidad de las fotos… “La magna exposición que queremos, aún está por llegar”. De momento, próxima cita en La Cabrera (Madrid).

Toda una vida encerrada en una foto

Cuántas veces habremos visto esas pequeñas fotos en blanco y negro, un poco coloreadas por el desgaste… y con tantas cosas que decir entre líneas. Analizando estos valiosos documentos podemos saber mucho de nuestra historia más reciente y de nuestro país. Los alumnos del IES “Giner de los Ríos” y todos los que hemos visitado la exposición Años de pobreza… contados por nuestros abuelos, estamos más cerca de nuestras raíces.

Cada foto enmarcada tiene su propia historia, sorprendentemente común a muchas que conocemos, y Carmen se las sabe de memoria:

–“Tenemos una foto de dos milicianos, que mandaron cuando se fueron a la guerra… Uno no volvió y el otro es uno de los abuelos entrevistados”.

–La mayoría están realizadas en exteriores, porque cada fotógrafo tenía asignada una calle y se dedicaba a cazar clientes. No hay que olvidar que muy poca gente tenía su propia cámara.

–También hay muchos retratos con mapa al fondo. Era una costumbre de nuestros abuelos y padres, que hoy se empieza a recuperar. En la imagen podemos ver una de ellas: “La niña de la izquierda viajó, muy pequeña, hasta Madrid, con su maletita, para buscar una vida mejor”, comenta Carmen enternecida.
 

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