La UE teje el manto ético que arropará a los ciudadanos del mañana

Los grandes nombres de la política europea pasaron horas y horas alrededor de una mesa durante el año 2000, manejando miles de documentos y barajando cientos de matices conceptuales para llegar a declarar la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea. Este valioso texto no pretende en ningún momento sustituir a ninguna de las Constituciones de los países miembros; más bien, intentará reforzar y abogar por el cumplimiento de los derechos civiles, políticos, económicos y sociales de los ciudadanos europeos y de todas la personas que viven en el territorio de la Unión. Se trata, como bien dice el vicepresidente del Parlamento Europeo, Alejo Vidal-Quadras, de “un hilo que teje un manto ético que nos ampara a todos y, cuando alguno de estos valores que son comunes en cualquier parte de la UE se vulnera, nos afecta por igual”.

Por los europeos del futuro

Ahora bien, para que este texto no quede en agua de borrajas, el Parlamento Europeo ha emprendido una acción institucional por la cual casi 7.500 centros educativos (más de tres millones de alumnos) recibirán en las próximas semanas un elaborado material informativo y pedagógico. El objetivo primordial de esta maleta es que los jóvenes de hoy, los ciudadanos europeos del mañana, se empapen de los principios esenciales reconocidos por la UE –agrupados en los seis grandes bloques dignidad, libertad, igualdad, solidaridad, ciudadanía y justicia– y que se convertirán en un referente importante en sus vidas.

En el acto de presentación de este proyecto educativo la presidenta del Parlamento Europeo, Nicole Fontaine, se mostró satisfecha y orgullosa del resultado de todo este trabajo. Igualmente, su colega en España, Esperanza Aguirre (presidenta del Senado), quiso dejar constancia de la utilidad de estos derechos para “formar hombres y mujeres libres y a la vez responsables; porque educar a nuestros jóvenes en la libertad es el mejor camino para formar buenos ciudadanos”.

Precisamente en el marco educativo es donde estos preceptos pueden sembrarse con la seguridad de poder recoger el fruto de una sociedad madura y preparada para la convivencia en un mundo marcado por la globalización. Tal como comentó la secretaria general de Educación y Formación Profesional, Isabel Couso, el compromiso de difundir los puntos de la Carta coincide con “un momento importante en el MECD porque se están desarrollando numerosos proyectos legislativos que también se han querido impregnar con valores tan importantes como la libertad, la justicia, los derechos humanos, etc.”.
Después de todo este despliegue cargado de buenas intenciones sólo restar soñar, junto al presidente de la ONCE, José Mª Arroyo, la posibilidad de que en un futuro no sea preciso explicitar en un documento el derecho a la integración de las personas discapacitadas (Art. 26 de la Carta) porque ya esté asumido por la sociedad, sin necesidad de reparar en ello conscientemente.

Materiales

–Guía didáctica con ocho fichas con propuestas pedagógicas para los profesores.

–Dos carteles ilustrando el derecho a la Educación y al medio ambiente.

–Publicación con el texto íntegro de la Carta de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea.

–Dos juegos de 13 postales cada uno, tipo “acordeón”, con ilustraciones sobre los principales derechos fundamentales basados en los cupones que la ONCE dedicó el pasado año a la Carta.

–Un vídeo explicativo sobre el funcionamiento del Parlamento Europeo y sobre la Carta.

–Un CD-Rom con el mismo contenido.

–Una publicación sobre la nueva generación de programas europeos para jóvenes, realizada en colaboración con la Oficina de la Comisión Europea en España. En ella se recogen también las direcciones en Internet y los teléfonos de programas como Leonardo, Sócrates, Juventud con Europa, etc.