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Maíto montará caballos salvajes

Maíto Panduro y Montaré Caballos Salvajes han sido las dos novelas galardonas con los premios ‘Ala Delta´ y ‘Sueños de Papel´ 2001 convocados por la editorial Edelvives.
Miércoles, 19 de diciembre de 2001
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La historia de Maíto Panduro es una historia real, de las que se puede encontrar uno en cualquier colegio de la geografía española. Y fue en Oreña, Asturias, donde Gonzalo Moure, autor de la novela, conoció al alumno que se convertiría en sus páginas en Maíto, el niño gitano que se escribe con su padre de la única manera en que este le entiende, mediante dibujos.

“Voy a los colegios a encontrarme con mis lectores –afirma Moure– y a menudo ocurre que me encuentro también con relatos que merecen ser escritos. En un pueblo de Asturias conocí a una profesora que al terminar sus clases se dedicaba a bañar a los niños gitanos que tenía en su aula para despiojarlos y así que no contagiaran a los demás. Uno de esos niños tenía a su padre en la cárcel, y así nació la historia”. Moure, autor de numerosos libros para niños y jóvenes, fue periodista antes que escritor y considera que “escribir es tener las orejas abiertas a todo lo que te dicen y tener la sensibilidad para captar lo que ocurre a tu alrededor”. Quizá sea esa la fórmula mágica para el éxito entre los pequeños lectores, pues Moure cuenta en su haber con otros premios literarios, como el Premio Jaen y Premio Barco de Vapor.

El campo y la música

Tina Blanco no cuenta con tanta experiencia como escritora de literatura infantil y juvenil –esta es su segunda novela–, pero viene también del periodismo, pues trabajó durante algunos años en radio y prensa especializada en música. Vive actualmente en un pueblo asturiano y allí fue donde encontró la inspiración para escribir Y montaré caballos salvajes. “La novela me ha surgido de la observación de mi entorno, de ver los problemas a los que se enfrentan las jóvenes generaciones de campesinos. Chicos y chicas que no encuentran una salida más allá de ser cajeros en un centro comercial”. Tina Blanco lamenta que los pueblos, y el campo en general, se estén convirtiendo “en un gran parque de atracciones temático”, donde no hay futuro para el campesino si no es en forma de turismo rural.

Las dos pasiones de esta escritora, la música y el conocimiento del budismo, la han llevado a abordar el desordenado y confuso mundo de los jóvenes. En su novela hace una radiografía acertada y un tanto sorprendente de esos jóvenes que viven en el campo, donde se mezcla con mucho acierto lo moderno de la música de U2 con lo tradicional de trabajar, con la trilladora en el campo.
La editorial Edelvives ha presentado también la convocatoria de estos dos premios, Ala Delta y Sueños de Papel para el 2002, cuyo plazo de admisión de originales se cierra el próximo 10 de mayo del 2002.

Grandes novelas para los más pequeños

Maíto Panduro
Maíto es un niño gitano que acude cada día al colegio. Es el alumno preferido de su profesora por su facilidad para las Matemáticas y su insaciable curiosidad. Con ella comparte un secreto: su padre está en la cárcel y Maíto le escribe cartas en las que le envía bonitos dibujos explicándole cómo le van las cosas, pues su padre es analfabeto. A través de esta peculiar correspondencia, padre e hijo comparten sueños y vivencias, hasta que un buen día, Maíto recibe una carta de puño y letra de su padre. La sorpresa de saber que su padre ha aprendido a escribir, en vez de alegrar, entristece a Maíto que prefiere el poder evocador de los dibujos.

Y montaré caballos salvajes
Pablo vive en un pequeño pueblo y se ocupa de las vacas y del campo que su padre le dejó. Su vida es pura rutina. Cuando Kevin, un inglés atípico, llega al pueblo, todo cambia. Pablo le admira por la muchas experiencias y conocimientos que ha acumulado a lo largo de su vida, y sobre todo, porque es libre como el viento. Pablo se contagia rápidamente del entusiasmo de Kevin, que quiere abrir un picadero en cuyo éxito nadie cree. Dejando de lado el cuidado de las vacas y del campo, Pablo colabora con gran interés en el proyecto del picadero, con la esperanza de que Kevin le enseñe lo que necesita para ser su socio.  

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