fbpx

Proyecto GAS o cómo ser solidarios desde la escuela

Del estudio del cielo a la solidaridad hay sólo un paso; esta es la historia de un profesor del IES “El Bohío” de Cartagena, que se vino de un viaje a Zambia con una “constelación” de ideas solidarias.
Miércoles, 5 de febrero de 2003
0

Mi afición, o mejor dicho, mi “vicio” por la Astronomía, me llevó en el año 2001 a Zambia para estudiar el eclipse total de Sol que se produjo por aquellas tierras, y el tener que movernos fuera de los circuitos turísticos nos mostró la cruda realidad de África.

La casualidad quiso que una tarde conociéramos a una mujer que resultó ser la maestra de Inglés de la escuela del poblado de Chisamba. Ante nuestro ofrecimiento de amistad y gratitud, su solicitud no se hizo esperar, y nos pidió, según decía, algo que no tenían y que deseaban: ¡un balón para su escuela! De regreso a “nuestra civilización”, en el aeropuerto de Nairobi, otra vez la casualidad nos hizo conocer a una persona excepcional, cooperante española de una casa de acogida de Ruanda, que nos explicó: “En África siempre hay un sitio donde la situación es peor”.

Empezó entonces a tomar forma la idea de establecer un intercambio cultural entre nuestro alumnado y el de aquellas escuelas: el Proyecto GAS (Grupo de Acción Solidaria).

Ideas básicas

El Proyecto GAS es un intento por introducir en las escuelas y cultivar en el alumnado una inquietud por los temas relacionados con la solidaridad, entendiendo el témimo como algo muy próximo a la amistad y al concepto de especie y unidad planetaria. Se trata, en definitiva, de razonar con nuestros jóvenes que habitamos un planeta dotado todavía de recursos y que es absurdo no ceder a los que lo necesitan lo que a otros nos sobra para vivir.

El proyecto se plantea de forma educativa; partimos del intercambio de ideas y experiencias con las dos escuelas con las que estamos hermanados en Zambia y Ruanda, junto con la generación de recursos para enviar paquetes de ayuda, preferentemente material didáctico, y sobre todo extender la idea, para que surjan muchos más GAS en todas las escuelas.

Actividades

Nuestros alumnos empezaron el curso intercambiando cartas, en francés con Ruanda y en inglés con Zambia, con lo cual estos dos departamentos tienen en sus manos una actividad interesante. El Departamento de Plástica también se involucró: nosotros les mandamos dibujos de cómo imaginamos aquello y ellos hacen otro tanto. El Departamento de Música decide intercambiar música; Geografía e Historia pone especial atención a la hora de estudiar estos países; Lengua estableció el “Gabinete de prensa GAS”; la Dirección también nos prestó su apoyo, así como el Departamento de Tecnología e incluso el Ayuntamiento de Cartagena.

Nunca he visto en ninguna escuela apoyar una actividad como esta; tantos departamentos y tantas personas, cada uno haciendo muy poco, casi nada, pero sin embargo consiguiendo una labor impresionante. Aparte de los idiomas y demás, nuestros alumnos aprenden lo que significa para nosotros la palabra “solidaridad”. Consideramos que si este “tema” se asimila, nuestro alumnado sabrá también mirar los problemas más cercanos, algunos sentados a su lado en el mismo pupitre, con otro color de piel y otro acento.

Por otro lado, el respeto debe mover toda acción, en la seguridad de que, en estos intercambios, son ellos los que nos aportan mucho más de lo que nosotros les podemos aportar.

Bolígrafos-chuleta

Desde Ruanda nos pidieron bolígrafos, y montamos la campaña “Bolígrafos-chuleta”. Les pedimos a los alumnos que fueran nuestros cómplices y que compraran los bolis con su dinero, “el de los domingos”, de manera que se notara el esfuerzo. La idea era que en el interior del boli metieran una chuleta en inglés, sin esquemas ni fórmulas matemáticas, sino con sus pensamientos y palabras de ánimo y de aliento. Era algo así como un mensaje sin firma que se lanza al mar en una botella, sólo que en este caso lo leímos primero en el GAS, los recopilamos para exponerlos y enterarnos todos y después los mandamos a África. Cinco kilos de bolígrafos ya están en la escuela de Chisamba (Zambia); en la de Ruanda, siete kilos.

Además de enviar también material deportivo –gracias a una empresa que nos lo regaló en grandes cantidades–, decidimos poner en marcha otra campaña, “Regala una estrella”, que consistió en la venta de bonitas fotografías en color de la constelación de la Osa Mayor, en la que aparecen cerca de 1.000 estrellas; con el dinero que sacamos, pudimos seguir enviando material didáctico a estas escuelas africanas.

Juan ORTEGA
Coordinador Proyecto GAS 

0
Comentarios