fbpx

Remontándonos en el tiempo

Los alumnos de Tecnología de ESO del CP “Miquel Peris i Segarra” han llevado a cabo una experiencia que les ha hecho remontarse a la época casi medieval: han construido, a escala, un molino de agua.
Miércoles, 11 de junio de 2003
0

Las actividades prácticas de Tecnología de la ESO se desarrollan en el aula-taller y consisten en la aplicación de las diferentes fases de la realización de proyectos técnicos en la construcción de los proyectos escolares.

Se les ofrecía a los alumnos un proyecto ya diseñado; así, empezaban la construcción directamente y trabajaban de forma mecánica, al no desarrollar todas las fases propias de los proyectos técnicos reales. Se saltaban las fases de planteamiento del problema, búsqueda de información para posibles soluciones, planificación de la tarea y el diseño de las diferentes partes del objeto construido.

Durante el segundo trimestre del curso propusimos a nuestros alumnos una experiencia de innovación educativa que consistía en la elaboración de un proyecto tan solo partiendo de un dibujo o una fotografía, en lugar de ofrecerles proyectos que ya estaban diseñados y contenían el despiece de las diferentes partes del proyecto.

Objetivos

Los objetivos que nos marcamos al inicio de la experiencia fueron:
—Analizar el funcionamiento de un mecanismo a partir de un dibujo.
—Diseñar un mecanismo que cumpla una función determinada.
—Expresar, mediante el lenguaje propio del dibujo técnico y utilizando simbología normalizada, el despiece de las partes integrantes del proyecto perfectamente acotadas.
—Planificar los materiales y herramientas necesarios para llevar a cabo la construcción de un proyecto técnico.
—Utilizar correctamente las herramientas y materiales de uso tecnológico para construir un proyecto técnico, observando y respetando las normas de seguridad.
—Analizar el impacto ambiental de la actividad tecnológica.

Para elaborar el molino se utilizaron las siguientes herramientas: sierra de marquetería, sierra eléctrica, martillo, pistola termoencoladora, taladro y broca de corona.

Como materiales fungibles, la cola blanca, la cola termofusible y los clavos estaban disponibles en el aula-taller. Por su parte, los alumnos aportaron los listones de madera, el contrachapado de 3mm de grosor –procedía de estuches de botellas de vino, y con él se construyó la plataforma giratoria– y la madera DM para las poleas y para la gran rueda hidráulica.

Como material reutilizado se empleó una gran pieza de porexpan que los alumnos rescataron del interior de la caja de un electrodoméstico. Con ella se construyó la estructura del proyecto.

En cuanto al montaje, para empezar, los alumnos pegaron la pieza cuadrada de DM sobre las dos piezas de porexpan para construir la estructura del molino. Con los listones de madera reforzaron la estructura.

Las partes más delicadas del proyecto fueron la construcción de la rueda hidráulica con las paletas insertadas, ya que se deben serrar hendiduras tanto en la rueda como en las paletas y estas deben ajustar correctamente, y el engranaje que transforma el movimiento horizontal en vertical. Este engranaje está constituido por dos ruedas con clavos; si éstos no encajan bien, el mecanismo no funciona.

Hay que poner especial cuidado en que los clavos queden equidistantes. Para ello deben dibujarse líneas en el punto exacto donde se deben clavar. Esto se consigue dividiendo progresivamente la circunferencia en partes iguales hasta obtener las divisiones deseadas. Se debe tener en cuenta que la distancia entre dos clavos consecutivos debe ser la misma en las dos ruedas, ya que de lo contrario los dos engranajes no funcionaran.

Evaluación

Para evaluar los proyectos se tendrán en cuenta los siguientes puntos:
—Cumplimiento de las premisas propuestas a los alumnos.
—Funcionamiento de los mecanismos.
—Uso correcto de las herramientas durante el desarrollo del trabajo.
—Trabajo cooperativo y participación de ambos miembros del grupo.
—Acabados del proyecto terminado.
—Memoria entregada por los alumnos.

Al finalizar la actividad, se comprobó que se habían cumplido los objetivos iniciales.

La experiencia ha resultado muy satisfactoria, ya que los alumnos han participado activamente y han mostrado mucha iniciativa a la hora de plantear soluciones a los problemas que se encontraban en la elaboración del proyecto.
También se ha observado que los alumnos estaban muy motivados con este proyecto; les proporcionó una gran independencia a la hora de aplicar el método de resolución técnica de proyectos, planificando con antelación las tareas y teniendo en cuenta los materiales necesarios para su elaboración.

Este proyecto se puede realizar durante el primero o segundo ciclo de la ESO, aunque consideramos que para los alumnos de primer curso de ESO es mejor ofrecer el proyecto ya elaborado debido a la dificultad que para ellos supondría realizar el despiece correctamente, así como diseñar los mecanismos. Esto requiere una base de conocimientos tecnológicos que dichos alumnos todavía no han obtenido.

La construcción de un molino de agua

En lo que respecta a la metodología, se dividió a los alumnos en pequeños grupos de trabajo de modo que se formaron seis parejas elegidas al azar, que eran distintas de las formadas para trabajar durante el primer trimestre. Variar los integrantes de los grupos es mucho más enriquecedor que formar grupos estables durante todo el curso, además de favorecer la integración de todos los compañeros de clase, siempre teniendo en cuenta que el buen funcionamiento de los grupos de trabajo repercutirá en el éxito del proyecto. La distribución de las tareas dentro de cada grupo de trabajo la llevaron a cabo los propios alumnos.

La única instrucción que se dio a los alumnos fue que debían utilizar materiales disponibles en el aula-taller de Tecnología o bien materiales reutilizados que los propios alumnos conseguirían, indicando que el empleo de este tipo de materiales se valoraría positivamente. Con ello se trabajaron contenidos de los temas transversales de Educación Medioambiental y de Educación del Consumidor.

El dibujo que se les ofreció fue el de un molino de agua (en la parte superior). Una vez adjudicado el proyecto, el trabajo del grupo se centró en realizar el diseño con el despiece perfectamente acotado. Después realizaron la lista de materiales necesarios y la lista de herramientas que se utilizarían en la realización del proyecto, todas ellas disponibles en el aula-taller.

En la versión final del molino que realizaron los alumnos a partir de la fotografía, la rueda con las palas situada en contacto con el agua giraría y transmitiría su movimiento al engranaje pequeño. Este engranaba con el grande mediante los clavos y de este modo transformaba el giro vertical en horizontal, haciendo girar la plataforma.

Mª Ángeles SOS ROCHERA
IES “Miquel Peris i Segarra” Grao (Castellón) 

0
Comentarios