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Recicla tus costumbres

Muchas veces no somos conscientes de los efectos que pueden tener las latas, plásticos y restos orgánicos que tiramos a la basura. Jóvenes madrileños de ESO y Bachillerato han aprendido a cuidar su entorno más próximo convirtiendo alguno de estos materiales en elementos decorativos y juguetes
Miércoles, 21 de enero de 2004
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¿Cuántos residuos generamos normalmente? La respuesta la dieron los alumnos de ESO y Bachillerato del madrileño IES “La Laguna” en un cuestionario que contenía preguntas sobre sus hábitos diarios, tales como si reciclaban la basura o si utilizaban normalmente el transporte público. Padres, profesores y alumnos nos enfrentamos al test, que mostró nuestro impacto real en el medio ambiente.

Para incidir sobre algunos aspectos ecológicos, hicimos una serie de talleres de reciclaje. El objetivo era tomar conciencia de que algunos materiales que generalmente tiramos a la basura pueden ser transformados en objetos decorativos que adornaron las clases durante un tiempo.

Talleres de reciclaje

Normalmente, en nuestros hogares amontonamos periódicos usados que finalmente terminan en la basura. Éstos fueron reutilizados por los alumnos en el taller de reciclaje de papel, en el que, a través de unas técnicas muy sencillas, algunas revistas y folletos fueron convertidos en pasta de papel. Esta pasta se convirtió finalmente en folios, sobres y marcadores de páginas.

El aceite, si no se trata adecuadamente, también es un elemento perjudicial para el medio ambiente. Cogimos aceite usado y, una vez filtrado, lo mezclamos con un poco de sosa caústica, agua, colorante alimentario y esencia. El resultado, unas decorativas pastillas de jabón a las que dimos diferentes formas utilizando como moldes alguna caja de bombones.

Cada persona produce varias toneladas de residuos al año, por lo que las basuras domésticas y los resudios sólidos urbanos debían tratarse de forma especial en un taller. Las actividades en torno a este problema se plantearon en dos etapas: una primera, de sensibilización en el aula, que permitiera a los alumnos relacionar el problema de las basuras con el excesivo consumo, y una segunda parte en la que se pusieran en práctica las explicaciones dadas. De este modo, los alumnos observaron las basuras generadas en sus casas durante cinco días, anotando las cosas que se tiraban y que podían reciclarse.

También se elaboraron unos paneles en los que se animaba a rechazar productos excesivamente envasados o con materiales que no se pudiesen reciclar. Por otro lado, se quiso incidir en las consecuencias de nuestra huella ecológica y en lo sencillo que sería reducirla, por lo que se organizó No me tires, puedo serte útil. En este taller se realizaron juguetes e instrumentos musicales con objetos como latas y envases de plástico.

La vida urbana y la rural

Los talleres se complementaron con la realización de una serie de salidas extraescolares de alumnos de Bachillerato, que les sirvió para comparar las diferencias entre la forma de vida rural y urbana. Comprendieron que el medio rural es un ejemplo de cómo debía ser una vida sin efectos en nuestro entorno, ya que hay un mayor control en el gasto energético, en la alimentación y en el uso de medios de transporte no contaminantes.

Al final de curso, se realizaron varias exposiciones, tanto en el Instituto como en la Casa de la Cultura de Parla, con muchos de los materiales elaborados en los talleres.

Una experiencia ecológica

Con este proyecto, se intenta concienciar al alumnado y al resto de la comunidad educativa de cómo ciertos aspectos de nuestra vida pueden tener un impacto negativo sobre nuestro entorno, y de cómo se pueden minimizar sin renunciar a nuestra calidad de vida. La experiencia se ha bautizado como Huella Ecológica, y es una herramienta útil para comparar el impacto de los distintos núcleos de población, el espacio que una población necesita y el que verdaderamente tiene. Alguno de los objetivos del proyecto son :

—Contribuir a un mayor conocimiento de los problemas con el entorno natural y cultural, así como una implicación más crítica.

—Analizar los impactos ambientales en el entorno más cercanos y contribuir a minimizarlos.

—Incidir en un modelo de Educación activo, participativo y que posea un mayor pragmatismo.

MªPiedad Ferro SÁNCHEZ
Ismail Ali GAGO
IES “La Laguna”, Parla (Madrid) 

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