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Fluyen las ideas

A través del concurso Olimpiada de la Innovación Juvenil, Obra Social Caja Madrid apuesta por incentivar la creatividad entre los jóvenes. En su tercera edición se espera una gran acogida.
Miércoles, 10 de marzo de 2004
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Autor: Esther ORIZ

Obra Social Caja Madrid ha tenido siempre como valor fundamental que sus proyectos sean útiles para la sociedad. Por esta razón, el colectivo infantil y juvenil ha sido uno de sus principales protagonistas. Con el concurso Olimpiada de la Innovación Juvenil, los más jóvenes pueden presentar una serie de proyectos que aporten innovaciones para la sociedad y que demuestren una actitud creativa, una notable elaboración y presentación, y una capacidad de síntesis.

Temas sociales o científicos

Con este certamen se intenta paliar la falta de iniciativa social y apoyar a los jóvenes. No en vano, su actitud, formación y sentido de la innovación pueden tener en un próximo futuro un valor incalculable en la sociedad española, europea y mundial.

Este proyecto abarca áreas de especial relevancia en la sociedad, en las que se pretende incentivar la investigación para lograr proyectos innovadores. En concreto, son tres las áreas en las que los jóvenes pueden desarrollar su iniciativa. Por un lado, los trabajos pueden versar sobre todo lo relacionado con el tiempo libre, los deportes o cualquier forma de arte o creatividad. Las innovaciones científicas y tecnológicas, como puede ser la informática, y su aplicación en urbanismo, pedagogía o acciones de solidaridad, también tienen cabida en otra de las áreas. Pero si los jóvenes se inclinan por algún tema más cercano o real, pueden optar por realizar trabajos sobre la vida cotidiana, su organización y cualquier otra forma de innovación que mejore o favorezca la vida de las personas.

Los trabajos serán examinados y valorados por un jurado formado por personalidades académicas y profesionales de especial relevancia en cada una de las áreas.

Jugosos premios

El concurso pretende mantener la individualidad de la invención, además de fomentar valores tales como aprender a trabajar en equipo. Asimismo, para garantizar la seriedad del enfoque y metodología, las experiencias deben ir avaladas por un profesor o especialista en la materia del trabajo.

Este profesor también tendrá su recompensa, pero los que disfrutarán de los premios serán los estudiantes. 7.000 euros para el equipo ganador y 5.000 euros para los equipos que presenten el mejor trabajo por cada área son las sustanciosas recompensas.

El plazo de admisión de las experiencias finaliza el 31 de marzo, por lo que los rezagados deberán tener presente la premura. La originalidad, la aplicación práctica de la innovación y el impacto social de la misma pondrán nombre a los ganadores.

Propuestas muy originales

Convocada en junio de 2003, esta tercera edición sigue los pasos de las dos anteriores, cuyas propuestas destacaron por su gran originalidad y fuerte contenido social. Así, los alumnos de un colegio de Segovia construyeron un sistema de cortafuegos con material de desecho. La experiencia resultó muy gratificante para estos estudiantes, que respondieron de forma activa a la preocupación por los efectos devastadores de los incendios veraniegos. Es un ejemplo del filón de ideas de los jóvenes, que ya a tan pronta edad ven cómo sus iniciativas son tenidas en cuenta.

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