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Todos somos payasos

Correos celebró su sexta edición del programa Correos reparte sonrisas a los niños con una gran fiesta que contó con la presencia de más de 500 niños dispuestos a pasárselo en grande.
Miércoles, 9 de junio de 2004
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Autor: Jénifer LÓPEZ ÁLVAREZ

El 27 de mayo más de 500 niños disfrutaron de una fiesta en la carpa de circo montada por Correos en el Parque Juan Carlos I.

El motivo: los seis años del inicio del programa Correo reparte sonrisas, que se puso en marcha en 1999 y en el que colaboran siete entidades sin ánimo de lucro: Payasos Sin Fronteras, Asociación Española contra el Cáncer, Cruz Roja Española, Federación Española contra la Fibrosis Quística, Fundación Enriqueta Villavecchia, Fundación Menudos Corazones y Federación Vasca de Padres de Niños de Cáncer. Para apoyar el acto también estuvieron personajes como Arancha de Benito, el actor de Manolito Gafotas o los chicos de la película Planta Cuarta.

Es, sin lugar a dudas, un proyecto que permite a los pequeños olvidarse por un momento de sus problemas. Quieren que los pequeños sean lo que son, niños con ganas de divertirse, de reírse y de disfrutar de la vida como lo hacen los demás.

La Asociación Española contra el Cáncer nos decía que “es muy difícil decirle a un niño que tiene que llevar una vida distinta a la de los demás, explicarle lo que le pasa. Para los padres también supone una gran tristeza.”

Magdalena, la madre de una niña en silla de ruedas, nos comentaba que “tener un niño con problemas supone un gran desembolso económico: colegios especiales, psicólogos… Yo me lo puedo permitir, porque trabamos mi marido y yo, pero hay familias que no, y la ayuda del Gobierno es muy escasa.

Desde 1999, cerca de 9.000 niños y 16.500 familiares y amigos han disfrutado de las 118 fiestas organizadas por Correos en hospitales de toda España.

Además, 500 deportistas de élite y más de 65 personajes populares han pasado un rato con los niños al final de las fiestas, y un millón y medio de escolares han enviado cartas a los pequeños hospitalizados desde 7.000 centros educativos.

Programa

El programa consiste en llevar el circo al hospital. Artistas, malabaristas y magos entretienen a los niños durante un periodo de 60 minutos acompañados por deportistas y personajes populares.

Se celebra en el salón del hospital, pero los niños que se tienen que quedar en su cama no se lo van a perder, porque visitan el hospital habitación por habitación. Les regalan juegos, obsequios, narices de payasos y se decora todo el hospital con carteles, glogos, pancartas… para dar, realmente, un ambiente festivo.

Además de todo esto, los niños hospitalizados intercambian con alumnos de diferentes colegios toda una serie de chistes, adivinanzas, cuentos, poesías, etc.
El método utilizado es el llamado “risoterapia”, que pretende cambiar la situación anímica de los niños frente a su enfermedad. Todo ello tiene una base científica, pues una actitud positiva amplía los efectos beneficiosos de los tratamientos médicos convencionales.

El director de Correos afirmaba orgulloso: “ésta es la fiesta más grande que hemos hecho, el evento más importante con más de 500 niños”.

Un corazón de oro

Los payasos fueron, junto con los niños, los protagonistas de la fiesta y los que arrancaron más de una sonrira. José Carlos “EL Bala” nos comentaba: “nos encanta meter las narices en todas partes”. Y es que los Payasos Sin Fronteras van a los lugares donde más sufren los niños como los conflictos armados: niños que sufren las guerras que hacen los mayores.

“Hemos ido últimamente a Alhucenas y a Smoke Mountain donde hay niños que vieven allí desde pequeños y trabajan en la basura”, nos comenta. Su trabajo es, sin duda, muy gratificante: “los payasos tenemos una forma de ser muy especial”, afirma, y “somos muy solidarios”.

Están convencidos de que con su trabajo los chicos se olvidan de todos los problemas que tienen. Ellos sólo quieren que les hagan reír, y es que la sonrisa de un niño no tiene precio. 

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