La ayuda española en Iraq salva muchas vidas
Lazo, un bebé de pocos días, llegó a España en estado crítico debido a una grave cardiopatía congénita. Esta enfermedad no la pueden tratar en su Iraq natal, por lo que Mensajeros de la Paz medió para que el menor pudiera recibir la atención adecuada en nuestro país.
Lazo ingresó directamente en la UVI pediátrica del Hospital “Gregorio Marañón”, donde han tratado la malformación de su pequeño corazón y lo han podido operar con éxito. El bebé está superando el postoperatorio y está evolucionando felizmente, a pesar de la gravedad de su enfermedad (existe un 15% de mortalidad).
El niño ha podido ser acompañado por su madre Sara, gracias a la colaboración de la Embajada de España en Bagdad que facilitó en tiempo récord todos los trámites burocráticos para que ambos pudieran venir a nuestro país. Sara ha estado pendiente de su pequeño hijo en todo momento y está acudiendo al hospital durante las visitas que se le permiten. Asimismo, un traductor que se ha ofrecido voluntario, la está manteniendo informada de todo el proceso médico.
Lazo viene a sumarse a los más de 60 niños iraquíes y 15 adultos que han sido curados en España gracias al programa que esta asociación lleva a cabo en dicho país y que se inició en septiembre del 2003. Prácticamente todos estos menores ya han podido regresar a sus hogares recuperados totalmente de sus graves pronósticos iniciales, a excepción de Marwan que continúa reponiéndose de un problema oncológico en el Hospital “Virgen de la Salud”.
En Iraq se está desarrollando una importante labor de ayuda humanitaria desde hace más de dos años. Estas ayudas no se han visto interrumpidas a pesar de la situación conflictiva y de inseguridad que se vive allí.
De este modo, la contribución principal se centra en el envío de medicamentos, alimentos no perecederos, materiales y vehículos sanitarios. Además, también se ha procedido a la rehabilitación de centros sociales y hospitalarios y a la financiación y mantenimiento de hogares para niños discapacitados.
