Kin-ball para ejercitar los valores de la convivencia
El pasado viernes, junto con numerosos municipios de 19 países europeos, Madrid celebró el Día del Diálogo Intercultural promovido por AFS Intercultura.
Tras los buenos resultados de 2008 –en los que más de 400 ciudades de toda Europa participaron en esta iniciativa– y con motivo del Año Europeo de la Creatividad y la Innovación, la organización internacional ha decido estimular el diálogo entre culturas de la mano de un deporte poco conocido en España: el kin-ball.
Este deporte cooperativo, creado en Canadá por Mario Demers, profesor de Educación Física, favorece la cohesión social y la interculturalidad, así como la interacción entre individuos de todas las edades y la igualdad de oportunidades.
Está basado en una estrategia de saque y recepción que va involucrando a los tres equipos de cuatro personas en una pista cubierta de 20 x 20 metros sobre una superficie llana. La pelota, inflada con aire, es de 1,22 metros de diámetro y pesa 1 kilo.
Fomentar la coeducación
Bajo el título La interculturalidad, el deporte y los cinco sentidos, AFS Intercultura promovió en Madrid un encuentro de entrada libre para todo aquel que quisiera participar en dinámicas interculturales y aprender a practicar este deporte.
Según la organización la práctica de kin-ball favorece el desarrollo de múltiples valores ya que:
• Promueve la cooperación, el respeto y el juego limpio, exigiendo un verdadero trabajo en equipo.
• Se trata de un deporte original en desarrollo.
• Supone una nueva forma de ocupación del ocio.
• Tiene el poder de favorecer la cohesión social y la interculturalidad.
• Facilita rápidamente situaciones de éxito de los participantes.
• Es un deporte que se puede participar independientemente de la edad.
• Promueve la igualdad de género: la competición es mixta.
• Favorece la integración de deportistas con discapacidad, pues participan al mismo nivel.
• El contacto físico y la violencia verbal no están permitidos.
• Propone un estilo de vida activo y una buena salud.
En la iniciativa colaboraron la Asociación Española de kin-ball ( www.kin-ball.es ) y la Fundación Estudiantes.
Mucha diversión
Pero este no fue el único acto desarrollado en las ciudades partícipes. Miles de voluntarios promovieron la idea del diálogo intercultural en conciertos, proyecciones, dinámicas o talleres creativos.