El nuevo modelo de cesión de suelo (ya) convence a las cooperativas
Definitivamente, y tras un primer debate de posturas encontradas, las cooperativas de enseñanza valenciana han asumido lo que tiene de positivo para ellas este nuevo modelo de concertación. Sólo hay que mirar el ejemplo de Madrid. Actualmente, de los 536 centros concertados, 75 son cooperativas (el 14% de los centros). De los 43 centros concertados con el nuevo modelo, 18 son cooperativas (41,9%). Es decir, el llamado ‘modelo Aguirre’ ha permitido aumentar la cuota de mercado de las cooperativas de enseñanza.
Una de estas cooperativas es Gredos San Diego Cooperativa, titular de siete centros concertados en Madrid y que escolariza a 12.000 alumnos. Sus tres últimos centros han sido concertados con este nuevo modelo “que nace de una demanda de la sociedad madrileña” comenta el director general, Carlos de la Higuera. “No es cierto que sea una privatización de la enseñanza. Una sociedad moderna debe ofrecer una oferta educativa de calidad y al mejor precio posible”. Según la experiencia de Madrid, “es absolutamente legal la cesión de derecho de superficie y se hace a un canon muy razonable. Tampoco ha habido problemas con el compromiso previo de concertación. Esta Administración (de Madrid) facilita los trámites y más si se tiene en cuenta la prioridad que establece la LOE con las entidades de economía social”. A su juicio, el ‘modelo Aguirre’, también en la Comunitat, “va a ser un éxito seguro porque cuenta con el apoyo de las familias”. Y, además, “ha permitido un crecimiento significativo para el cooperativismo, porque ha sido aprovechado por las cooperativas para expandirse”.
Así lo han entendido –ahora– el cooperativismo valenciano. “Al principio había más dudas de si era un modelo privatizador. Lo que ha habido es una maduración del proyecto en el sentido de entender que sí podemos responder a esta apuesta de la Administración y ofrecer un buen servicio”, comenta Luis Cervellera. “No somos nosotros los que hemos pensado este modelo de conciertos, pero si éste va a ser el nuevo sistema, lo que tenemos claro es que nos ofrece oportunidades”. De hecho, y de nuevo con la mirada puesta en Madrid, donde la Unión de Cooperativas Ucetam ha creado una sociedad anónima para dar apoyo a las cooperativas que desean participar en estos concursos de cesión de suelo público, la UCEV se plantea crear una “unidad gestora que agrupe tanto a cooperativas de enseñanza como a otro tipo de cooperativas con experiencia en la prestación de servicios de atención a la persona, que sirva para iniciar una línea de gestión de servicios públicos, como en este caso, la enseñanza”.
Con mayor determinación desde el principio acogió este nuevo modelo el Grupo Sorolla que, junto con Florida de Catarroja representan los mayores grupos cooperativistas de enseñanza en la Comunitat. Actualmente cuenta con cinco centros, uno de ellos concertado. Carlos Picó, director general del Grupo Sorolla, reconoce que en el mundo del cooperativismo “ha habido debate sobre el tema prque las posiciones pueden ser diversas. Muchas cooperativas nacieron en los años setenta con un componente más ideológico. No es nuestro caso. Nuestro mayor condicionante es el profesional, el empresarial, con el objetivo puesto en la creación de puestos de trabajo. En este sentido, el nuevo modelo de conciertos lo veo como una oportunidad de crecimiento y de mejora de nuestros centros”. De hecho, este grupo ya ha mantenido reuniones con representantes de la Conselleria para interesarse por este modelo y poner en valor la experiencia educativa del mundo cooperativista. “Sea cual sea el modelo, tiene que primar que los alumnos obtengan una buena formación y arbitrar las fórmulas es obligación de la Administración. Lo que garantiza el éxito de los proyectos es que se ubiquen allá donde sí hay necesidad de escolarizar alumnado, porque hay que evitar el riesgo del trasvase del alumnado”.
De hecho, la cesión de suelo público para crear centros concertados no es un modelo del todo ajeno ni a la Comunitat Valenciana ni al cooperativismo escolar. Ahí está el ejemplo de Ninos, proyecto cooperativo liderado por el grupo Florida que gestiona diez escuelas infantiles municipales (dos más el próximo curso) . No hay que olvidar que este modelo que plantea la Conselleria necesita de la participación municipal y en estos momentos de crisis presupuestaria, el color político parece no importar tanto. No hay más que ver el ejemplo madrileño de Rivas-Vaciamadrid, ayuntamiento gobernado por Izquierda Unida, que construyó el colegio “Hipatia” y dio la gestión en concesión a FUHEM (Fundación Hogar del Empleado), entidad que es titular de otros cuatro centros en la Comunidad de Madrid.
¿Divididas entre su alma de izquierdas y su bolsillo empresarial? “Hace muchos años que tenemos clara la respuesta”, concluye Cervellera.