FETE-UGT rechaza la potestad disciplinaria de los directores

Los directores de los centros públicos andaluces serán a partir de ahora los encargados de imponer las sanciones al conjunto de sus trabajadores, tarea que hasta la fecha recaía en las delegaciones provinciales de Educación. La Administración traslada así la competencia sancionadora, con la responsabilidad que ello conlleva, a los directores.

Desde FETE-UGT Andalucía creen que esta orden “viene a dotar de una gran autoridad, aún más si cabe, al director del centro y se le otorga una excesiva competencia disciplinaria, algo a lo que nos oponemos, puesto que se intenta imponer un modelo dictatorial de Dirección que puede generar un mal clima en los centros”.

La Ley de Educación de Andalucía ya contemplaba esta potestad disciplinaria del director en su artículo 132.

Este sindicato se opuso en su día a este artículo por considerar que se “fomentaba un modelo autoritario de dirección, más propio de las empresas privadas que de los centros públicos”. Este modelo, en el que la responsabilidad recae sólo en los directores y no en los órganos colegiados del centro, se desarrolló aún más en lo Reglamentos Orgánicos de Centros, en vigor desde el presente curso, y por éste y otros motivos, FETE los rechazó desde un principio. Desde esta organización creen que se ha de “incidir en una escuela democrática que implique la mejora de la calidad de la enseñanza y esta nueva orden en la que está trabajando actualmente la Administración no hace sino todo lo contrario”.

Por todas estas razones, FETE-UGT afirma en un comunicado que “rechaza tajantemente la potestad disciplinaria de los directores de los centros públicos, que en nada favorece la consecución de una escuela plural y democrática”.