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“Es un movimiento de padres y profesores. No somos el 15-M”

Internet y las redes sociales se han convertido en la herramienta elegida por los profesores para difundir sus protestas, alejándose de sindicatos y partidos. No quieren que se les politice.

Laura del PozoMartes, 20 de septiembre de 2011
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Fernando J. López, profesor del IES “San Juan Bautista”, dramaturgo, y escritor –recientemente ha publicado la novela La edad de la ira–, se ha convertido, gracias a las redes sociales, en una de las voces más activas de las protestas de la Secundaria madrileña. A través de Twitter y de su blog, Eso de la ESO, ha acercado las movilizaciones de los docentes a la opinión pública.

¿Por qué os estáis movilizando?
Porque ha habido un recorte salvaje de profesorado en la Comunidad de Madrid, de manera que tenemos un número de docentes insuficiente en todos los centros. En el caso de mi centro, el IES “San Juan Bautista”, en dos años hemos perdido 10 profesores. En total, en la Comunidad de Madrid son 3.000 interinos los que han sido recortados, además de 749 profesores funcionarios con plaza, que a fecha de hoy todavía no tienen destino. Es un ajuste tremendo que supone que, aunque los profesores aumentemos las horas lectivas –algo a lo que no nos oponemos siempre que se respeten las plazas de nuestros compañeros–, no somos suficientes para cubrir las necesidades de los centros.

3.000 interinos y 750 profesores menos, ¿de dónde salen estas cifras?
Ese es otro de los problemas, a fecha de hoy –13 de septiembre– tenemos plazas que siguen sin estar cubiertas, con el consiguiente caos que hay en los centros. El dato de los 750 se puede comprobar en las listas oficiales de la DAT –Dirección de Área Territorial–. En cuanto a los 3.000 interinos… el dato lo han facilitado los sindicatos, por eso no puedo dar una cifra más exacta, porque no estoy sindicado.

Ni sindicado, ni liberado, ni interino. ¿Sólo un profesor?
Es una de las cosas buenas de este movimiento, que no lo han generado ni sindicatos, ni partidos, sino profesores y padres. Pero éste es otro de los grandes problemas a los que nos enfrentamos, la campaña de desprestigio que  ha emprendido la Consejería de Educación contra los docentes y que es lo más grave de todo, lo que más nos ha entristecido. Creo que se pueden tener posturas divergentes, pero siempre desde posiciones de respeto y escucha. Decir que las cerca de 10.000 personas que nos concentramos en Alcalá éramos todos liberados e interinos es muy serio, porque allí estábamos profesores y familias.

Otros movimientos, como el 15-M, han estado muy presentes en las protestas. Algunos podrían pensar que eso es politización.
En las asambleas la voz que se oye y quienes toman las decisiones son los profesores. Dicho esto, he de recordar que el nuestro no es un movimiento excluyente, hay profesores del 15-M, del PP, del PSOE, de UGT o que no pertenecen a ninguna facción, pero no somos un movimiento del 15-M, ni de los ‘indignados’, somos un movimiento de padres y profesores.

¿Cómo se explica que un profesor, funcionario con estabilidad laboral, se lancea la calle cuando se le aumenta la jornada lectiva?
Con datos concretos. Por suerte no somos tan manipulables como se nos hace creer y nosotros, a través de las reuniones con los padres, hemos podido sensibilizarles ofreciéndoles información exacta de la situación de su centro.

Precisamente porque somos conscientes de que estamos en una época de crisis, los profesores no protestamos cuando se nos recortó el sueldo como funcionarios; precisamente por eso, la mayoría ya asumió el año pasado esas dos horas de más, pero también por eso, todos nosotros creemos que las familias tienen derecho a llevar a sus hijos al mejor centro posible y ese debe ser el público. La Educación pública no debe ser el último reducto para el que no puede pagarse la Privada, debe ser una opción deseable.

Aunque la Administración madrileña está jugando las cartas del desprestigio y del prejuicio –en lugar de sentarse a hablar con nosotros–, los padres nos apoyan porque nos conocen.

La Consejería explicó que se reuniría con los centros para poder cuadrar estos ajustes. ¿Qué os han explicado?
Sí que se han producido las reuniones, pero la información que se nos ha dado no ha sido del todo certera. Además no se ha escuchado a los centros y no se han tenido en cuenta las demandas. Yo, personalmente, una de las cosas que reprocho a la Consejería es la falta de diálogo. Queremos que se nos escuche, que nos hagan caso y, sobre todo, que se esté abierto al diálogo.

El Gobierno regional niega que se hayan producido recortes.
Pues si no ha habido recortes no entiendo por qué en mi centro tengo más alumnos y menos profesores.

Las redes sociales, asambleas de profesores… os estáis movilizando por cauces que no son los habituales, ¿a qué se debe el cambio?
A que queremos que éste sea un movimiento que se vea y nos represente a todos, por eso hemos buscado métodos de comunicación que nos engloben, que circulen con facilidad y, sobre todo, que no generen las suspicacias de estar controlados por unas determinadas siglas. A través de mi blog Eso de la ESO –http://esodelaeso.blogspot.com– o en Twitter tratamos de  mostrar que esto es cosa de todos y que no está dominado por los sindicatos o un partido político. Nos estamos negando a la politización del conflicto.

¿Este cambio es una consecuencia más del desencanto que sufren los profesores con los sindicatos?
En general, lo que ha habido ha sido un letargo colectivo de la comunidad educativa, tanto de padres como de profesores y sindicatos, y esto ha permitido que se lleven a cabo una serie de medidas que han repercutido negativamente en la enseñanza pública. Espero que este movimiento no termine aquí, que después venga un proceso de autocrítica, de trabajo serio entre padres y profesores, de colaboración a través de los centros y un ánimo mucho más constructivo.

¿La escuela pública también tiene que cambiar?
Sí. Ahora estamos reclamando los medios para seguir trabajando, pero eso no quiere decir que nosotros consideremos que lo que hacemos sea perfecto, ni mucho menos. Es un proceso largo, difícil, pero en el que tenemos que estar todos.

El calendario de movilizaciones termina con la manifestación del día 22. ¿Os quedaréis ahí?
La idea que tenemos es continuar, pero de una manera sensata, factible y autocrítica. Lo que no queremos, en ningún caso, es perjudicar al alumno.

¿Y hasta cuándo?
Pues esa es la parte que estamos tratando de manejar con más cautela. Nuestro objetivo es mantener la coherencia y la cohesión y de ahí que estemos manejando plazos realizables a cumplir.

LITERATURA EN ESO

Uno de los medios que Fernando J. López ha empleado para dar a conocer la situación de las aulas de Secundaria ha sido la literatura, donde ha tratado de aunar sus “dos pasiones”. En 2011 ha publicado su tercera obra, La edad de la ira, una novela negra ambientada en un instituto de Secundaria. “Tiene una parte de ficción, y una de realidad, ya que trato de reflejar cómo es el día a día en un centro. Está sacado de lo que vivimos mis compañeros y yo”, explicaba.

Su relato no ha dejado indiferente a nadie y son muchos los padres que se han animado a leerlo. “A todos les ha generado alguna reacción. Es un texto duro, con polémica; además, no ofrece respuestas, porque yo creo que en la Educación no existen”.

 

 

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