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Una macedonia de frutas para aprender valores

Por segundo año consecutivo en el mes de noviembre se celebró en el Colegio “Monte San Julián” de Tudela (Navarra) la Fiesta de la Fruta. Esta es una actividad concreta dentro del proyecto Convivir Saludablemente, que el centro está desarrollando como miembro de la red SHE (Shools for Health in Europe) para promocionar la salud entre su alumnado.
Miércoles, 14 de diciembre de 2011
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Esta actividad tiene como objetivo principal fomentar hábitos saludables mediante una alimentación equilibrada, promoviendo entre los escolares y sus familias el consumo de frutas a la hora del almuerzo. Además de este objetivo, con esta actividad se fomentan de modo lúdico otros aspectos educativos como son la solidaridad, la colaboración, el respeto por las diferencias y deficiencias, la toma de decisiones y la responsabilidad. La actividad, que implica a todo el alumnado y profesorado del centro, se estructura mediante 12 talleres interciclos. Cada uno de ellos tiene como elemento identificador una fruta, que está colocada en la entrada del aula donde se realiza el taller. Para favorecer la ubicación del alumnado en esta nueva estructura del centro se les entrega una pegatina con la imagen de la fruta del taller al que pertenecen, que tienen que colorear y pegarse el día de la celebración. Cada uno de estos talleres tiene como responsables a tres profesores que pertenecen a ciclos distintos y cuyas especialidades suelen ser también diferentes. La parte central de la actividad consiste en que cada alumno aporte una pieza de fruta que trae de su casa. De esta manera se implica de forma indirecta a las familias y se inculca la necesidad de comer fruta en nuestra dieta diaria.

Llegado el gran día y organizados tanto alumnos como profesores en los talleres correspondientes, se realizan una serie de actividades previas a cualquier momento de la alimentación: los alumnos preparan la mesa, se lavan las manos, y pelan y trocean la fruta. A medida que la fruta se corta se va añadiendo a un gran recipiente y, poco a poco, con la aportación de cada uno de los miembros del grupo, se va formando una gran macedonia que, posteriormente, los alumnos se comerán a la hora del almuerzo.

Para concluir la celebración, como toda fiesta que se precie, no puede faltar la música, el baile y una exaltación de la homenajeada, en este caso la fruta. Para ello todos los grupos nos juntamos en el polideportivo del centro a cantar y bailar diferentes canciones relacionadas con la alimentación saludable. Para inculcar la necesidad del consumo de fruta en nuestra dieta leímos un decálogo a favor de las propiedades de la misma. Por último, y para dejar constancia de este día, cada una de las clases del centro y la Apyma –Asociación de Padres y Madres– aportaron una gran letra realizada con imágenes de frutas de folletos publicitarios, que tras colocarse debidamente, dieron lugar a un gran cartel con el nombre del centro.

Aprender de los demás
Esta sería la actividad, pero la verdadera riqueza y magia de la misma nace de la relación interpersonal que surge entre los alumnos, de los sentimientos y emociones que comparten durante la realización del ejercicio. Los alumnos de 6º de Educación Primaria pertenecen a los mismos grupos que los de Infantil. Juntos crean un vínculo de colaboración y ayuda de los mayores a los pequeños: para pelar, trocear e incluso en algunas ocasiones hasta para comer. En un principio se puede pensar que esta actividad no aporta nada a los cursos superiores de Primaria, que los alumnos pequeños no pueden aportar nada a los mayores, pero esta es una idea errónea de formación. Los pequeños también ayudan a los mayores: obtienen una formación en responsabilidad que les ayuda a prepararse para su vida adulta, desarrollan su empatía, ya que se ven en una situación de relación con personas cuyos intereses son muy distintos a los suyos, pero, sobre todo, lo que obtienen es la admiración de los más pequeños y el reconocimiento de los adultos por su labor de ayuda a otras personas, lo cual fomenta su autoestima, aspecto de la salud muy descuidado en nuestra sociedad.

Como todo proceso de aprendizaje, se debe de realizar una evaluación de esta actividad. La evaluación más interesante ha resultado ser la propuesta hecha por los alumnos de 6º de Educación Primaria, que han solicitado a la dirección del centro, por medio de sus tutores, el poder acudir en los recreos a colaborar y jugar con los niños de Infantil. ¡Qué mejor evaluación que obtener alumnos sanos y solidarios! Esta propuesta, que ha surgido de la voluntad de dichos alumnos, nos hace ver la implicación y la participación de ellos mismos en su proceso de aprendizaje y de relaciones interpersonales.

Se podría decir que a partir del trabajo del profesorado para promocionar la salud del alumnado, se han puesto en juego valores fundamentales para la formación de cualquier estudiante como son la solidaridad, ayuda, cooperación e implicación con los demás. Por ello, podemos decir que una alimentación saludable nos lleva a una vida saludable en todos sus aspectos.

Laura Lázar y Sonia Remedios Olivares
Colegio “Monte San Julián” de Tudela (Navarra)

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