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“Los padres están desorientados a la hora de educar a sus hijos”

Su libro de cuentos llega a la 20ª edición, alcanzando también rincones de Latinoamérica. Pretende que docentes y familias se enfrenten a la Educación de los niños sabiendo lo que se hacen.

María HernándezMartes, 23 de abril de 2013
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Jesús Jarque es pedagogo y orientador en un colegio público de Castilla-La Mancha. Ha escrito varios libros y numerosos materiales para profesores y familias, útiles a la hora de educar a alumnos e hijos. Cuentos para portarse bien en el colegio es una de estas publicaciones, que hace pocas semanas llegaba a su 20ª edición. Se ha editado también en México y estará próximamente en varios países latinoamericanos.

¿Qué podemos encontrar en Cuentos para portarse bien en el colegio?
Es un libro práctico con una recopilación de 26 cuentos originales. Cada uno de ellos está dedicado a un problema de conducta que, habitualmente, puede darse en un entorno de Educación Infantil o primer ciclo de Primaria. Además, cada cuento viene acompañado de un planteamiento didáctico y de una guía de actividades diferenciada para cada uno de estos niveles educativos. Aquí trato situaciones habituales en el día a día de una clase, como pueden ser niños que no escuchan o los que no quieren trabajar, incluso los hay que muerden a otros –aunque no lo parezca es algo muy frecuente entre los más pequeños–. Pero también trato algunas conductas pensando más en positivo, cómo hacer amigos o fomentar la asertividad. El libro surge después de la práctica con alumnos. Así, los cuentos aparecen para solucionar problemas de conducta concretos que se me presentan en mi trabajo. Muchos de los cuentos del libro se escribieron para niños con dificultades con nombres y apellidos.

Los cuentos están escritos para los niños pero, ¿quién puede utilizar el material?
Yo lo escribí con la idea de que fuera útil para los profesores de Educación Infantil y Primaria, pero tengo constancia de que también lo están utilizando orientadores de otros colegios y familias de los alumnos de estos centros.

He leído algunos comentarios en internet sobre su libro, entre ellos de profesores, que afirman encontrarlo de utilidad para trabajar con niños con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).
Cuentos para portarse bien en el colegio está pensado para llegar a todos los niños, no he hecho distinción entre niños con algún tipo de dificultad. Pero sí es verdad que alguno de los cuentos puede encajar perfectamente para trabajar con niños con TDAH. Por ejemplo, uno de ellos está dedicado a chavales con problemas de atención. El efecto que tiene el cuento en el niño incide en que ellos ven las consecuencias que tienen estas conductas negativas en los demás. Es decir, si un niño pega, el cuento refleja el punto de vista del que es agredido. Así, propongo una estrategia al alcance de los chicos para que superen la dificultad poco a poco y trabajando con paciencia. Quizá por todo esto ha resultado efectivo en el trabajo con niños con TDAH.

¿Es más fácil escribir para los niños?
Los niños son más exigentes que los mayores. Sí que me he dado cuenta en estos años de trabajo que estos tienen una sensibilidad especial para entender las cosas mediante la narración. Los adultos somos más sistemáticos, más lógicos. El niño comprende mejor la lógica y la enseñanza del cuento.

¿Hay que escribir para ellos poniéndose en su lugar?
Sin duda. De otra forma no entenderían estos cuentos, por ejemplo. Todo esto partiendo de la base de que yo no soy escritor, soy pedagogo. Cuentos para portarse bien en el colegio no está pensado para que tenga calidad literaria, está
enfocado pedagógicamente, siendo esta la forma de conectar con el interés del niño. Quiero pensar que he conseguido reflejar las conductas tal y como ellos las viven.

También publicó el libro Cómo ayudar a los hijos en los estudios. ¿Qué pautas básicas pueden seguir los padres para eso, para ayudarles?
Es principalmente una publicación sencilla y práctica que tiene tres bloques temáticos: el primero sitúa el rol de la familia respecto a los estudios –los padres no tienen que ser nunca profesores particulares–; después expongo unas pautas o medidas generales que los padres deben adoptar en casa –cómo elaborar un horario de estudio y supervisar para que este se cumpla–, y un tercer bloque dedicado a problemas concretos y cómo se aplican estas pautas.

Hoy en día, por todo lo que rodea la Educación de un niño, ¿es más difícil llevarle por una buena dirección, educarlos bien?
El problema es que hay mucha confusión en torno al tema de en qué consiste educarlos bien, porque hay diferentes corrientes. Los padres están desorientados a la hora de hacia dónde encaminar eso: una buena Educación, qué método seguir o qué pautas llevar a cabo.

Como pedagogo y orientador en un colegio, ¿qué es lo fundamental en su trabajo?
Yo incido mucho en la detección precoz o temprana de cualquier tipo de dificultad de aprendizaje en el niño. Pero mi trabajo se centra también en dar apoyo moral a los profesores, porque no siempre están valorados o reconocidos.

Ayudar a formar
Cursos para profesionales y familias
Además de escribir materiales para estos grupos, Jesús Jarque imparte cursos o talleres.
Dirigidos
Están dirigidos a docentes de Educación Infantil y Primaria, orientadores, Profesores Técnicos de Servicios a la Comunidad (PTSC), directivos o estudiantes universitarios. “También pueden ser de interés para otros profesionales que trabajan con la infancia o la Educación”. Los cursos con familias están destinados a padres y madres con hijos de entre 2 y 12 años.
Temas
Con propuestas como la intervención en las dificultades habituales de aprendizaje, la mejora de la convivencia e intervención en problemas de conducta en el colegio y en el hogar o el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad en la escuela.
Manejo de la conducta
“Es un tema que preocupa a profesionales y familias. La gente quiere para problemas concretos, soluciones concretas”. El otro gran campo que trata Jarque en los cursos son las dificultades de aprendizaje, “a profesionales y familias les faltan a veces estrategias para casos específicos”.
Etapa de confusión
“Nuestros mayores tenían más claro cómo se enseñaba y cómo se educaba”. Explica este pedagago que la gente está desorientada en este campo.

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