La no competencia en venta de uniformes escolares crea un sobrecoste del 33%
El Consello Galego da Competencia (CGC) ha realizado un informe sobre la venta de uniformes escolares en Galicia que ha puesto de manifiesto la falta de competencia en esta actividad, que supone a las familias un sobrecoste del 33 por ciento. El estudio fue presentado en conferencia de prensa por el presidente del CGC, Francisco Hernández, y el vocal ponente del trabajo, Fernando Cafacheiro.
Hernández, que expresó la satisfacción del Consello por ser el primero de los de España que ha hecho un estudio como este, que es habitual en otros países, como Inglaterra o Irlanda, resumió que la ausencia de competencia supone precios más altos y calidades inferiores. Cachafeiro explicó que del informe se concluye que los uniformes no son mayoritarios en los centros gallegos, de manera que disponen de ellos un 20 por ciento, en la mayor parte de los casos, con carácter obligatorio y mayoritariamente en los privados-concertados, mientras que es "extraño" en el caso de los públicos.
En cuanto a la competencia, apuntó que es poca y los centros tienen pocas alternativas, lo que redunda en peores condiciones y precios. Por tipos, el informe distingue el básico y el oficial, con distintivo del centro y la conclusión es que hay mucha "disparidad" en los que usan uno u otro o en los que conviven ambos.
El vocal del CGC resaltó que la decisión sobre el tipo tiene "importantes consecuencias" para las economías familiares, de manera que la media del básico es de 49 euros y la del oficial, de 139, lo que supone un sobrecoste del 200 por ciento, por lo que recomiendan a los centros que tengan en cuenta este impacto y que consideren otras alternativas, incluida la de que el oficial sea voluntario o que el logotipo se pueda adherir o coser al básico.
También hay dos modelos de distribución, libre o restringida, y es la segunda la más frecuente, incluso con un 28 por ciento con un solo distribuidor.
En la cuantificación de ambos modelos, resaltaron que cuando intervienen varios proveedores el coste es un 14 por ciento más bajo y, cuando se ofrece en exclusiva, el centro recibe una compensación en torno al 10-15 por ciento. Fernando Cachafeiro subrayó que los sobrecostes son normalmente asumidos por la familia.
Tras posicionarse por la distribución libre mejor que la exclusiva, el Consello recomienda que se convoquen, con transparencia, licitaciones competitivas con criterios objetivos, que los contratos no superen los tres años y que el centro fije un precio máximo.
Finalmente, el presidente del CGC hizo hincapié en que las mejores condiciones que se logren sean en beneficio de las familias y no de los distribuidores, por lo que se refirió a la importancia de que los centros "aprieten" al suministrador, para favorecer a aquellas.
El trabajo se realizó mediante una encuesta enviada a la totalidad de los centros educativos gallegos de Infantil, Primaria y Secundaria y un estudio de precios en la ciudad de A Coruña, donde hay más tradición del uso de estas prendas y sus distribuidores.