Madrid se lanza a modificar el modelo energético en los centros escolares
El acto de presentación del Proyecto 50/50 giró en torno a explicar cómo se ha logrado este cambio en Rubí –municipio de Barcelona– y cómo será posible ahora en la ciudad de Madrid.
En primer lugar tomó la palabra Inés Sabanés, delegada del Área de Gobierno de Medioambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid. Destacó que desde el Ayuntamiento tienen la obligación de mejorar el medio ambiente y lograr que la ciudadanía se convierta en aliada para este cambio. Afirmó que “la fuerza de los ciudadanos puede conseguir prácticamente todo”. Para ello cree que la referencia en donde se tiene que mirar Madrid es el municipio de Rubí y que el camino para llegar a este ahorro es aprender y cooperar con ayuntamientos que tienen experiencia en esta materia.
Ana María Martínez, alcaldesa de Rubí, fue la siguiente en tomar la palabra. Su discurso se centró en destacar los cuatro ámbitos en los que se cimenta el éxito del Proyecto Rubí brilla.
–Ayuntamiento: los agentes energéticos –nuevo perfil de empleo– vigilan y actúan en las administraciones públicas para educar sobre el ahorro energético
–Ámbito doméstico: a través de una aplicación móvil los vecinos del pueblo comparten sus buenas prácticas.
–Empresas: intercambio de experiencias y buenas prácticas entre ellas.
–Escuelas: la clave de este proyecto. El nombre que se le da a este proyecto, 50/50 se debe precisamente en que la mitad del ahorro conseguido se invierte en nuevas medidas de eficiencia energética, y la otra mitad se dedica, mediante subvenciones directas, a lo que decida colectivamente la comunidad escolar. Cuanto más ahorro, más incentivo para seguir adelante en estos nuevos hábitos.
Los verdaderos protagonistas del proyecto tomaron la palabra. El alumnado y profesorado de los colegios de Rubí contaron su experiencia personal en este proyecto y mostraron cuales son las medidas de ahorro que han puesto en marcha en sus colegios: eliminar puntos de luz innecesarios, aprender a regular la calefacción o programar el apagado y encendido de aparatos. Los equipos energéticos formados por alumnado, profesorado y personal de comedor, limpieza o conserjería de los centros educativos vigilan que todas estas medidas se cumplan y así conseguir el objetivo marcado.