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Profesores catalanes critican un "regreso al pasado" y que las decisiones se tomen en los despachos

El Sindicato de Profesores de Secundaria considera que el modelo para evaluar a los alumnos de Primaria a partir de competencias básicas que se aplicará a final de curso, que elimina las notas clásicas del 1 al 10, lo han tomado "teóricos que trabajan en despachos", y cree que supone "un regreso al pasado".
RedacciónMartes, 6 de junio de 2017
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El gobierno de la Generalitat aprobó el pasado martes 30 de mayo este nuevo modelo de informe de evaluación a partir de competencias básicas que supone la eliminación de las notas clásicas «para situar al alumno como protagonista de su aprendizaje y ayudarle a ser más competente», según explicó la consellera de Enseñanza, Merixell Ruiz.

«Se volverá a los boletines de notas pero sin notas. En lugar de indicar calificaciones numéricas del 1 al 10, el muchacho recibirá un informe con frases donde nunca se indicará si ha suspendido. En cierta forma, a pesar del barniz de innovación defendido por la consellera, se está repitiendo el pasado progresa o no adecuadamente», ha criticado el Sindicato de Profesores de Secundaria (SPS) en un comunicado.

Según los docentes, «el modelo pedagógico que hay detrás de todo esto es el llamado por competencias, donde ya no se evaluará tanto materias y conocimientos estudiados sino las habilidades demostradas por los niños, es decir, se valorará más el saber aprender que lo que realmente se aprende». El sindicato advierte que «para alcanzar todo esto será necesario que los docentes trabajen más horas, con más ganas y con más formación en estas teorías pedagógicas del aprendizaje fácil, feliz y fugaz».

«Ante todos estos hechos, y revisando las pasadas décadas, se hace obvio que la historia educativa se repite. Hace bastantes años que hay unos teóricos de la educación que diseñan cosas desde un despacho alejado del aula con la intención de rebajar contenidos en Primaria, Secundaria e incluso la Universidad», afea el sindicato. «Muchos de ellos –añaden– se empeñan en disminuir más y más los conocimientos a exigir a las aulas. Aseguran que hay que educar más en habilidades y competencias que enseñar conocimientos. Argumentan que, en la sociedad del futuro, las habilidades servirán más que los conocimientos estudiados».

Para los docentes, «el problema es que el futuro es incierto y no podemos consultar a adivinos al respecto. Pero lo grave del caso es que sin enseñar conocimientos contrastables, estos alumnos del mañana no podrán ser innovadores con conocimiento de causa». «Además, quien por conocimientos y experiencia tiene realmente autoridad educativa son los profesores versados en el aula y no los teóricos de la educación. Aún así, y como dijo la consellera, esta quiere poner en marcha una gran y creativa revolución pedagógica fundamentada en estos teóricos que no imparten clases», critica el sindicato.

«Hay que aclarar que esta tormenta caerá mayoritariamente sobre los docentes, pero poco sobre la Administración y las familias. La pregunta clave a la consellera es: ¿esta revolución garantizará que continuemos enseñando los ya bajos contenidos actuales?», concluye el sindicato de profesores de Secundaria.

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