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El orgullo de ser maestr@ de Infantil

José Mª de Moya
Director de Magisterio
20 de marzo de 2018
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La semana pasada celebramos la gala de la III edición de los Premios Escuela Infantil. En el Campus urbano de la Universidad Camilo José Cela y antes más de 200 apasionados maestros y maestras de Educación Infantil se entregaron los 15 premios y las cuatro menciones especiales de este año. Como novedad, esta edición ha contado con dos categorías nuevas: pensamiento matemático y proyectos solidarios. Laura Gómez, coordinadora de la revista Escuela Infantil, destacó que “este año los proyectos [más de un centenar] han sido más elaborados, documentados y justificados. Los profes han estado muy ilusionados y motivados y se lo han trabajado más que en anteriores ediciones. Hay proyectos muy interesantes y que van a despertar el interés entre nuestros lectores para llevarlos a cabo en sus centros”.

En estos tiempos de orgullo, los Premios Escuela Infantil se han convertido en la fiesta del orgullo infantil, una emocionante oportunidad para sentirse orgullosos de trabajar en una etapa educativa esencial para el desarrollo potencial de las futuras generaciones. Al término de la gala tuve la oportunidad de charlar con algunos maestros y maestras y en todos latía el agradecimiento por ayudarles a ser visibles. “Los de Secundaria miran por encima del hombro a los de Primaria, y los de Primaria a nosotros”, se quejaba una maestra. Probablemente la sociedad en su conjunto ha sido injusta, por ignorancia no culpable, con estos profesionales.

Muchos hemos minusvalorado la trascendencia de esta etapa educativa y es hora de rectificar, máxime cuando ahora disponemos de evidencia empírica que demuestra lo contrario. Hace pocas semanas Ismael Sanz, experto en análisis PISA, publicó en Twitter una tabla que reflejaba una correlación directa y significativa entre el he hecho de haber cursado uno o más años de Infantil y los resultados que esos alumnos obtuvieron en las pruebas PISA a los 15 años. El patrón de comportamiento se repetía en todas las comunidades autónomas analizadas.

Animante para ese maestro y esa maestra –también ese padre y esa madre– que no ven a corto los frutos de su esfuerzo. Una década después, la dedicación, la paciencia, la constancia y el cariño aparecen el modo más insospechado. Y es que la Educación y el corto plazo no se llevan bien.

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