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Especial Profesional

Malos hábitos orofaciales

Dentro de la cavidad oral podemos encontrar la presencia de malos hábitos orales, una de las principales causas de alteraciones en los órganos y la musculatura orofacial.
Miércoles, 21 de noviembre de 2018
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Un hábito es una acción repetida que se realiza de forma automática, es decir, son patrones aprendidos de contracción muscular de naturaleza muy compleja. Dentro de la cavidad oral podemos encontrar la presencia de malos hábitos orales. Estos constituyen unas de las principales causas de alteraciones producidas en los órganos y musculatura orofacial que traen como consecuencia, el compromiso en diferente grado de procesos tan importantes en el ser humano como: la respiración, masticación, deglución, succión, articulación y la fonación.

Los malos hábitos más frecuentes en la primera infancia son:

  • Respiración oral/bucal.
  • Deglución atípica.
  • Succión.
  • Onicofagia (mordida de uñas).
  • Bruxismo.
  • Alimentación.

Uno de los hábitos que va a producir mayores consecuencias va a ser el de succión. Éstos, en recién nacidos y niños derivan principalmente de necesidades biológicas de nutrientes. La succión no nutritiva de dedos, chupete y otros objetos no relacionados con la ingesta de nutrientes se considera una actividad normal en el desarrollo fetal y neonatal. Se inicia en el útero y persiste hasta los 12 meses de edad, siendo la necesidad de succionar más intensa en los primeros meses de vida. Este reflejo primario de succión permite al recién nacido alimentarse y sobrevivir, además de calmarle. Si éstos se prolongan en el tiempo pueden tener consecuencias en las estructuras orofaciales y en el desarrollo de la oclusión dentaria.

En primer lugar, cabe mencionar la succión digital, también conocida como el hábito de “chupar dedo” (el niño succiona el pulgar en la boca en forma de gancho). A partir de los 3 años, éste ya se considera un mal hábito. Sus consecuencias dependen de:

  • La edad.
  • La duración en la que se efectúe el hábito.
  • La frecuencia con que se efectúe el hábito.
  • La intensidad.
  • El número de dedos implicados y la forma en que se los introducen en la boca.
Principales consecuencias

Las principales consecuencias son: deformación en los labios, maloclusiones: mordida abierta (no hay contacto entre los dientes anteriores; superiores e inferiores) o mordida cruzada (molares inferiores sobrepasan los molares superiores). También puede producir deformación y elevación del paladar, así como, protrusión (inclinación dental hacia delante) de incisivos superiores y retrusión (inclinados hacia atrás) de los inferiores. Además, puede causar alteraciones de la articulación de las palabras y deglución atípica.

En segundo lugar, se puede producir la succión del chupete. Si está succión es correcta y se realiza con el chupete adecuado, tetina ortodóntica o anatómica, al igual que el biberón, no es perjudicial para el correcto desarrollo del sistema orofacial. Sin embargo, se recomienda que la succión de chupete cese a más tardar, a los 2 años ya que sino se pueden producir las siguientes consecuencias: menor crecimiento del maxilar, deformación del paladar, maloclusión dentaria, protrusión de los incisivos anteriores, dificultad en la correcta articulación de los sonidos, e hipotonía de la musculatura orofacial (flacidez de los músculos faciales).

En tercer lugar, puede aparecer la succión labial, también conocida como succión de labios. Puede ser tanto del labio superior como del inferior (más común). En esta succión los labios se alojarían entre las arcadas dentarias y se podría observar tanto en reposo como durante la deglución. Las principales consecuencias de este tipo de hábito son: si se interpone el labio superior, se dará retrusión de incisivos superiores con protrusión de incisivos inferiores y en ocasiones también del cuerpo mandibular. Si se interpone el labio inferior, se dará protrusión de los incisivos superiores y retrusión de los inferiores. Asimismo, pueden originar una mordida abierta anterior, incompetencia labial y retrognátismo mandibular.

Por último, puede producirse succión lingual (succión de la lengua de forma autoestimulatoria), cuyas consecuencias son ensanchamiento lingual, protrusión de dientes superiores, desgaste alveolar, etc.

La deglución atípica

Otro de los hábitos mas comunes en la infancia es la denominada deglución atípica. Se trata del movimiento inadecuado de la lengua o de otras estructuras que participan en el acto de deglutir, durante la fase oral de la deglución. La característica principal es que la lengua se interpone entre los incisivos superiores e inferiores al deglutir. La lengua no presiona sobre el paladar lo que hace que no tengamos un buen desarrollo transversal del maxilar. Este hábito está relacionado con la succión del pulgar, la alimentación prolongada con el biberón, la respiración oral u bucal, la succión del chupete más allá de la edad recomendada, etc. Las principales consecuencias son: mordida cruzada posterior combinada con la mordida abierta, labios incompetentes (no se realiza selle labial), problemas de lenguaje expresivo, etc.

Si los niños presentan los hábitos mencionados con anterioridad es importante estar atentos y tener un control sobre los mismos para que las consecuencias no sean mayores.

MACARENA SANTANGELO. Logopeda

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