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Javier Cendoya: “Que una editorial [Vicens Vives] denuncie al resto es muy triste”

Cendoya saca pecho por su crecimiento en tiempos de contracción del mercado porque "decidimos ir a lo nuestro". Cosa que no les ha hecho muy simpáticos.
José Mª de MoyaMartes, 11 de junio de 2019
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Javier Cendoya está satisfecho por el buen hacer y el crecimiento de Edelvives. JORGE ZORRILLA

Edelvives un buen día decidió romper filas, saltarse el orden establecido e ir por libre. Desde entonces son los díscolos del sector, lo que les ha reportado una cierta antipatía por parte del resto de editoriales que «pasaron de ser una agradable competencia», según explica Cendoya, a ser «no tan agradable». Él se defiende y explica que se limitaron a hacer cosas distintas, lo que les ha proporcionado un crecimiento superior al 62% en cinco años en un mercado en contracción. Cosas distintas como observar la transformación tecnológica como «gran oportunidad» o establecer alianzas exigentes pero exitosas con Macmillan o Lego. A pesar de ser los díscolos, cierra filas con el sector y considera que la multa de 34 millones que les ha impuesto Competencia por pactar precios y estrategias de venta es «profundamente triste e injusta».

¿Por qué triste?
—Que una editorial [Vicens Vives] denuncie al resto a sabiendas del daño que podía producirnos y en perjuicio de la imagen del sector es muy triste. Ahora dicen que no son ellos, pero el escrito lo dice bien claro.

¿Y por qué lo han hecho?
—No lo sé, pero lo que sé es que, al ser los denunciantes, ellos se salvan.

Vayamos al fondo. ¿Por qué es injusto? ¿Es que no se pactaron precios?
—El Tribunal de la Competencia demuestra no conocer nuestra actividad. Los precios no se pactan. Lo que ocurre es que en las licitaciones de los programas de gratuidad [en concreto, en Andalucía] el precio lo fija la Administración y eso Competencia no lo ha querido entender.

Admiro mucho a mi competencia. Hacen cosas realmente buenas, pero debíamos destacar

También se os acusa de pactar formas de venta, o sea, los regalos a los colegios como incentivos…
—Precisamente por eso creamos el Código de conducta, para evitar malas prácticas y de buena fe. Código al que, por cierto, Competencia dio plena validez. Pues bien, ahora dicen que el Código supone pactar formas de venta y que lo correcto es hacer las cosas como las hacíamos antes.

¿Y cuál es el siguiente paso?
—Iniciar la vía judicial, porque nos sentimos indefensos y seguro que en los tribunales ganaremos.

¿Y si no?
—Esto mataría a algunas editoriales.

Hablemos de otras cosas más constructivas. ¿Qué valoración general hace de la transformación del sector del libro de texto?
—Son momentos muy difíciles para todos y creo que hay que saber leer las oportunidades y valorar los distintos escenarios y posibilidades. En Edelvives hemos visto la apuesta tecnológica como una oportunidad.

Desde fuera se ha visto a Edelvives más atrevido que al resto.
—Tenemos dos lemas internos. Uno es A lo nuestro. Tenemos nuestro camino y nos fijamos poco en los demás. Hay otro que es Velocidad, rapidez y agilidad. Nos encontramos con nuestros fracasos y aciertos, pero estamos acertando en muchas cosas.

¿Y por qué las críticas por parte de sus competidores?
—En 2013 Edelvives empezaba a asomar. Veníamos de ser una agradable competencia y pasamos a ser una competencia no tan agradable. En ocasiones cuando se saca la cabeza no sienta bien, yo lo entiendo, pero nosotros nos defendimos.

Apostamos en su día por alianzas muy complejas, pero exitosas

Con armas y bagaje…
—Pero en buena lid. Yo admiro mucho a mi competencia, hacen cosas muy bien, pero debíamos diferenciarnos. O te diferencias o mueres.

¿Ha podido molestar esa oferta agresiva que hacen a los centros de o todo con Edelvives o nada?
—No lo sé, yo tengo otra lectura. Nuestra plataforma es multieditorial. En un colegio pueden convivir contenidos Edelvives desde nuestra plataforma con contenidos de cualquier editorial. Otra cosa es que la oferta que hacemos es integral, puesto que incluye contenidos, plataforma, dispositivos, conectividad y formación.

¿En qué más han roto las reglas del juego?
—En bastantes cosas. En primer lugar, en cuanto a producto se refiere, hemos entrado en robótica con Lego Education. Este año sacamos también un proyecto de impresión 3D. Otro asunto innovador ha sido realizar alianzas de contenido. Es un sector que siempre ha vivido de una forma muy aislada, desde hace tiempo apostamos por alianzas complejas, pero exitosas. Con Macmillan, por ejemplo.

¿Y qué resultados está logrando?
—El sector de texto va a menos. Este año puede haber cierto repunte por los sistemas de gratuidad, no por otra razón. Pero nosotros, en un mercado en contracción, hemos crecido un 62% en los cinco últimos años.

¿Qué opina de estos modelos de gratuidad?
—Suponen un empobrecimiento del sector más que evidente. Pero sobre todo se genera una situación que realmente no es justa porque trata de igual forma al que puede comprarse el libro todos los años y al que no.

Otra amenaza al sector es la sustitución de contenidos en papel por digitales. ¿Qué opina?
—Nosotros hace cuatro años vimos en lo digital una oportunidad de generar negocio y de hacer cosas alternativas distintas a lo que está estipulado. Es imposible contener esta situación y, por tanto, hay que adaptarse con buenos aliados y buenas propuestas que al final te hagan ser necesario. Si eres prescindible dejas de existir.

Nosotros leímos, sobre todo, la apuesta tecnológica como una oportunidad; ahí nosotros podemos diferenciarnos

Otra cuestión es la elaboración de contenidos propios por parte del profesorado que va a más [ya supera el 25% del sector]. ¿Cree que hay pirateo?
—Bueno, intuyo que sí. Yo quiero reivindicar, no solo en nombre de Edelvives, sino en nombre de todas las editoriales, la inversión en libros, materiales, contenidos digitales, libros del profesor… Son inversiones inmensas que en nuestro caso supera los 7 millones de euros anuales. A veces ese esfuerzo se trata con demasiada ligereza, sinceramente.

Quizás la última amenaza y la peor es la caída de la natalidad…
—Es terrible. Se va arrastrando desde hace años. Este proceso se empezó en Infantil y ahora está llegando claramente a la Primaria. Hemos calculado en torno a los 250.000 alumnos menos en las aulas.

Casi todos los partidos están de acuerdo en la alarma que supone este invierno demográfico que asola Europa y particularmente a España. ¿Convendría activar políticas que estimulen la natalidad de alguna manera?
—Sí, claro, por supuesto. Es un problema gravísimo que afecta no solo a la Educación, como dices, sino a la sociedad en su conjunto.

¿Cómo ve la Educación en la actualidad?
Creo que nos encontramos en un momento en el que todo está en tela de juicio. Es muy difícil asegurar las cosas, ser preciso, ser contundente en los planteamientos, porque de la noche a la mañana todo puede cambiar. Creo que tenemos que intentar hacer las cosas bajo la idea de que somos adaptables. Tenemos que intentarlo todo cada día en función de lo que vaya ocurriendo. Internamente decimos que Edelvives existe para ayudar a educar niños que sean capaces de transformar el mundo. No hay que perder los valores de fondo de lo que hacemos cada día.

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Comentarios

  1. Pasaba por aquí
    12 de junio de 2019 06:30

    Los empleados de Edelvives también son la envidia del resto de editoriales. Auténticos héroes y verdaderos responsables de la trayectoria de la empresa, no hay más explicación. Pero a quién le importa, ¿verdad? La empresa de la que todos desean salir y nadie quiere entrar.

  2. Noticias | Del 8 al 14 de junio - UCETAM
    12 de junio de 2019 08:33

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