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Dos profesores recorrerán 800 km en bicicleta por Camboya para apoyar a 1.660 estudiantes de 17 escuelas

David y Marité, dos amigos y profesores de Madrid, recorrerán en bicicleta a partir del 21 de julio más de 800 km por Camboya para compartir con sus gentes la realidad de un país humilde que mira al futuro con esperanza.
RedacciónViernes, 19 de julio de 2019
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David Saiz (en la imagen) y Marité Sánchez realizarán una ruta en bicicleta por Camboya visitando los proyectos educativos de dos ONG en el país.

Las ONG Entreculturas y Sauce han presentado la iniciativa “Más Corazón en las heridas del mundo”, un viaje en bicicleta que dos profesores –David Saiz y Marité Sánchez– realizarán a partir de las semana que viene por Camboya, visitando los proyectos educativos de ambas organizaciones en el país.

El vicepresidente ejecutivo de Entreculturas, Daniel VIllanueva, ha recordando que «la reconstrucción del sistema educativo es una de las prioridades de Camboya y el punto de unión entre Entreculturas, Sauce y David y Marité”.

«Camboya es un país con gran corazón que tiene muchas heridas que quiere cicatrizar”, ha añadido Juan de la Mora, miembro de la Junta de Sauce. “El 50% de la población tiene menos de 18 años: es un país muy joven con un gran futuro por delante. Queremos construir más colegios y formar a  más docentes».

"Camboya es un país con gran corazón que tiene muchas heridas que quiere cicatrizar”, ha añadido Juan de la Mora, miembro de Sauce

«En los distintos viajes que hemos tenido la suerte de realizar en los últimos veranos, no vamos encontrándonos con gente con un corazón que le desborda, que hace que haya esperanza en este mundo. Cuando nos acercamos al corazón de las personas es cuando las heridas se sanan», ha dicho David Saiz, profesor de Secundaria en el Colegio «Jesús Maestro». «Marité y yo estamos convencidos de que tenemos que llevar estas experiencias al aula para fomentar la transformación social».

Un país que mira el futuro con esperanza

Hasta la década de los 80, Camboya fue un territorio dominado por el régimen de los Jemeres Rojos, liderado por Pol Pot, considerado el máximo responsable del genocidio que terminó con la vida de más de dos millones de personas. Durante los 30 años de guerra que soportó el país se asesinó a una cuarta parte de su población, dejando a más de 45.000 personas mutiladas cuyas heridas hoy conforman reminiscencias de un pasado atroz. Tras el acontecimiento de lo que ha sido considerado uno de los mayores crímenes de la historia de la humanidad, la vertebración social del territorio se vio drásticamente resentida.

Hoy en Camboya, según Unicef, más de una tercera parte de la población se encuentra por debajo del nivel de pobreza y trata de sobrevivir con menos del equivalente de un dólar por día. Dadas las dimensiones del desastre sucedido en el país, el tejido social ha tardado en recuperarse, pero el territorio está experimentando una etapa de progreso. A pesar de los índices de pobreza y malnutrición que acosan sobre todo a las niñas y los niños, cerca del 90% acude a la escuela primaria. Es muy importante tener en cuenta que uno de los grandes desafíos en Camboya es la mejora de la calidad educativa para todos. También se ha logrado que las niñas se matriculen en la misma proporción que los niños.

A pesar de los índices de pobreza y malnutrición que acosan sobre todo a las niñas y los niños, cerca del 90% acude a la escuela primaria

En esta dirección lleva trabajando en el país desde los años 80 el prefecto apostólico Kike Figaredo, jesuita que ha realizado una labor humanitaria, primero con los refugiados camboyanos en Tailandia, y después con las personas camboyanas más desfavorecidas, y especialmente con víctimas de minas antipersona.

Entre las muchas iniciativas que Figaredo y su equipo desarrollan en la Prefectura de Battambang, una de las prioridades es la Educación en Pueblos Remotos, también conocido como “Obrum” (que significa “Educación”), donde se promueven distintas actividades educativas como la construcción de colegios de Primaria y Secundaria, formación de profesores, distribución de material educativo, etc.

A día de hoy el equipo “Obrum” cuenta con 17 colegios, 1.660 estudiantes y 61 docentes. Su labor sigue siendo la misma: garantizar una Educación de calidad a las personas que menos recursos disponen. En este sentido, desde el año pasado, «Obrum» y otras obras de la Compañía de Jesús en el país han iniciado el proceso de desarrollar Fe y Alegría, de tal manera que el trabajo educativo en Camboya se vincule a las otras muchas iniciativas en el mundo que ofrecen educación de calidad a más de 1,5 millones de personas.

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