Iluminados, cuerpo a tierra

«Sabemos que nuestro mundo más próximo ha cambiado y hemos de adaptarnos a esta nueva realidad, con escenarios diferentes, pero ahora tenemos la posibilidad de anticiparnos y de que esta experiencia vivida nos sirva de reflexión para aprender de los errores cometidos pero también de los aciertos, que han sido muchos”. Son palabras de Rosa Llorente, directora del Colegio “Ramiro Soláns” de Zaragoza, en un webinar organizado por Ayuda en Acción del que dimos cuenta en el número de la semana pasada.

Me sirve de marco para alertar en esos tiempos contra los iluminados siempre al acecho en cada crisis. Como los tiburones olfatean la sangre de sus víctimas heridas por la incertidumbre, por el miedo al futuro, por las dificultades cotidianas y normales del día a día, por la inseguridad… Gurús, utópicos, visionarios, profetas de paraísos educativos perdidos, de una Educación del futuro que nunca llega, sin conflictos en el aula, con alumnos que disfrutan aprendiendo y que no olvidan lo aprendido… En casi todos los órdenes de la vida, las crisis suelen ser terreno abonado para planteamientos apocalípticos, unas veces, o redentores, otros. Cuando nos falta la tierra debajo de los pies necesitamos aferrarnos ciegamente a cualquiera que nos proporcione un rayo de esperanza.

Ricky Rubio cuando la Selección paso de los infiernos al cielo, de ese momento en que nadie daba un duro por ella a ese otro de ganar el Mundial, “never too high, never too low”. Nuestra Educación, nuestros colegios, nuestros profesores no son los mejores del mundo y desde luego que hay que cosas que arreglar… pero tampoco están para el desguace. Repito alzando la voz con la directora del “Ramiro Solans”: “Tenemos que aprender de los errores cometidos pero también de los aciertos, que han sido muchos”.

Estas semanas de confinamiento nos han permitido descubrir nuevos modos de enseñar, nuevas herramientas, nuevos recursos y metodologías, desde luego. Pero sobre todo nos han enseñado a valorar más lo que teníamos y tal vez habíamos dejado de apreciar. “Nos hemos dado cuenta de lo importante que es tener la escuela abierta y funcionando, que constituye un sistema fundamental de convivencia que va más allá de una mera función transmisora de conocimiento; la escuela forma parte crucial de lo que somos y de cómo vivimos, y no siempre le hemos dado toda la importancia que se merece”, manifestó Fernando Mudarra, director general de Ayuda en Acción.