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Asertividad, una aliada para mejorar nuestra autoestima

Centro Psicológico Loreto Charques
Expertos en el diagnóstico y tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención (TDA-H)
9 de febrero de 2021
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© Iveta Angelova

“Cuando dices ‘sí’ a otras personas, asegúrate de que no te estás diciendo ‘no’ a ti mismo” (Paulo Coelho).

La asertividad es una habilidad social que consiste en la capacidad de autoafirmarnos, respetándonos a nosotros mismos, a la vez que respetamos a los demás. Se materializa en la expresión de nuestros sentimientos, necesidades y opiniones desde el respeto.

Esta habilidad se aprende, no nacemos asertivos, ni se heredan estas características, lo aprendemos por imitación y refuerzo a lo largo de nuestra vida, y a través de la práctica. Nuestros padres, profesores… pudieron ser referentes para este aprendizaje desde la infancia. Por suerte, como toda habilidad, siempre tendremos la oportunidad de integrarla, enfocándonos en aquellas áreas donde percibamos esa necesidad. Se trata de un entrenamiento fundamental para mejorar la percepción de nosotros mismos y de nuestras relaciones.

Nuestro crecimiento personal comienza por ser asertivos con nosotros mismos/as, trabajar nuestro dialogo interior, fomentando un lenguaje interno positivo, amable y respetuoso, convirtiéndonos en facilitadores de nuestro propio bienestar, fundamental para mejorar nuestras habilidades de automotivación y autoregulación emocional.

Las conductas que nos alejan de la asertividad se clasifican en agresiva, sumisa y pasiva-agresiva. Todos poseemos estas tendencias, unas más marcadas que otras, nadie es puramente agresivo, sumiso, ni asertivo. Descubrir, comprender, aceptar y modificar aquello que te puede hacer mejorar, es la clave de tu proceso de transformación.

Las conductas que nos alejan de la asertividad se clasifican en agresiva, sumisa y pasiva-agresiva

¿Cómo nos comportamos cuando somos asertivos?:

  • Sabiendo poner límites y diciendo “NO” de forma asertiva: priorizando nuestras necesidades y no dejándonos arrastrar por la culpa.
  • Mostrando nuestras opiniones desde el respeto mutuo: defendiendo nuestra postura y a la vez, mostrando comprensión por las ideas de otras personas.
  • Emitiendo y recibiendo críticas de forma respetuosa.
  • Teniendo como máxima el respeto en la resolución de conflictos.
  • Expresando nuestros sentimientos: ya sean de afecto, gratitud, dolor, tristeza, decepción…
  • Siendo capaces de autoafirmarnos: reclamar nuestro derecho a ser tenidos en cuenta, y reaccionar sin agredir cuando no nos sintamos respetados/as.

A su vez, ya sea en el entorno laboral, familiar, de pareja, una comunicación asertiva, consciente, clara, cuyo objetivo resida en exponer nuestras ideas, defender nuestros derechos o expresar nuestros sentimientos desde el respeto, sin herir, nos conducirá a un estado de autoconfianza y seguridad, dejando a un lado emociones como la rabia, la ira y la culpa.

Por todo ello, gracias a la asertividad, nuestra AUTOESTIMA se REFUERZA debido a:

  • Ser capaces de tener control sobre nosotros y de poner límites.
  • Relacionarnos con los demás en un mismo plano, de igual a igual, ni en una escala inferior ni superior a nadie.
  • Aumento de nuestra autonomía emocional, no necesitamos ser validados por terceras personas.
  • Generamos contextos de bienestar, de confianza, en nuestras relaciones interpersonales.
  • Gestionamos nuestras emociones, y eso repercute en una óptima percepción de nosotros mismos.
  • Resolvemos conflictos y evitamos que los problemas se magnifiquen.

Si deseas mejorar tu asertividad, no dudes en solicitar nuestra ayuda, estaremos encantados de acompañarte en tu proceso de crecimiento personal.

Esther Cazalla Briz, Coach acreditada por Asesco

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