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España fía su mejora educativa a la pérdida de 200.000 alumnos en 2050

Nuestro país podrá duplicar su gasto por estudiante “sin incurrir en un gasto público elevado”, según el infiorme España 2050. El objetivo es el 5,5% del PIB a mediados de siglo, con una mejora similar en gasto por estudiante.
Diego FranceschMartes, 25 de mayo de 2021
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Pedro Sánchez durante la presentación del informe España 2050. © POOL MONCLOA

“De aquí a 2050, la población española entre 16 y 24 años se reducirá en 200.000 personas respecto al nivel de 2019. Esto significa que nuestro país podrá duplicar su gasto por estudiante en Educación post-obligatoria sin incurrir en un incremento del gasto público elevado, y que podrá alcanzar los porcentajes de titulados de los países más avanzados de la UE con las infraestructuras y los recursos humanos ya disponibles”. Esta es una de las principales conclusiones del informe España 2050 en el capítulo de Educación y formación, presentado la semana pasado por el presidente Pedro Sánchez y que está generando algunas críticas.

La primera de ellas va dirigida, precisamente, al horizonte tan lejano que presenta el informe. En segundo lugar, el fatalismo que se oculta tras la estadística. En lugar de presentar medidas a favor de la natalidad, el informe se entrega al mero determinismo y se limita a decir que con menos alumnos y mayor inversión, podremos mejorar nuestros resultados académicos. Según uno de los autores del informe, Lucas Gortazar, “estoy muy satisfecho de haber participado en un documento sobre un modelo educativo avanzado, innovador y equitativo Podría ser para 2030”, reconoce.

Diez millones sin título

Tras enumerar los logros conseguidos, el informe presenta las “asignaturas pendientes”, entre las que destaca la alta proporción de población española que no supera la Educación Secundaria obligatoria (el 23% frente al 42% de la UE). Como resultado, en España hay hoy más de 10 millones de personas adultas (el 48% de la población activa de entre 25 y 64 años) que no poseen ningún título de formación profesionalizante (FP o universitaria), es decir, que no tienen competencias profesionales o que, si las tienen, no están acreditadas. Un proceso de acreditación que el Gobierno ya ha iniciado.

El segundo de los problemas es la mejora de las competencias. La población española está por debajo de la media europea en materias fundamentales como son el conocimiento de idiomas extranjeros, las habilidades digitales, o la formación financiera; y en el dominio de competencias transversales. La tercera asignatura pendiente de España es el impulso de la formación a lo largo de toda la vida. Junto a ello, están las altas tasas de repetición y abandono que ya conocemos y el poco interés de los jóvenes por dirigirse a la Formación Profesional, donde España presenta tasas inferiores a los países de nuestro entorno.

Lucas Gortazar, coautor del Informe España 2050 "

Estoy muy satisfecho de haber participado en un documento sobre un modelo educativo avanzado, innovador y equitativo

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En 2018, sólo el 36% del alumnado que finalizó la ESO optó por la FP, frente al 64% que prefirió los estudios de Bachillerato. Por eso, una de nuestra prioridades es, en primer lugar, “reducir en 25 puntos como mínimo la proporción de personas que abandonan su formación sin obtener al menos un título de 2ª etapa de Educación Secundaria”, dice el informe.

Para lograrlo, tendremos que abordar las “carencias de los ciclos de Infantil, Primaria y Secundaria, y hacer una apuesta decidida por la FP media, considerada la vía más eficaz y realista para reducir el abandono escolar temprano”. En segundo lugar, España tendrá que aumentar su porcentaje de población con titulación universitaria, pasando del 26% actual a un 38% en 2050.

Si tenemos en cuenta la contracción demográfica que afectará a las cohortes más jóvenes en los próximos años, en términos absolutos, esto significará pasar del millón de estudiantes universitarios (16-24 años) que tenemos hoy a unos 1.100.000 en 2030 y a 900.000 en 2040 y 2050. No es cierto, por tanto, que en nuestro país “sobren” universitarios. “El número actual es adecuado y tendremos que mantenerlo relativamente estable hasta mediados de siglo”, añade el informe.

Además, España tendrá que casi duplicar el porcentaje de personas con título de FP Superior, pasando del 11% actual al 17% en 2050. Pero además de mejorar los niveles de cobertura en los ciclos formativos de la FP y la universidad, habrá que aumentar los niveles de aprendizaje que se consiguen en ellos.

Los beneficios de actuar

  1. Si lográsemos reducir el porcentaje de población joven que abandona la escuela de forma prematura del 17% actual al 3% en 2050 y consiguiésemos que completase al menos la Educación Secundaria postobligatoria, la tasa de desempleo estructural de nuestro país podría reducirse entre 1,4 y 1,9 puntos, y la productividad del trabajo podría aumentar entre el 7,7% y el 11,1%.
  2. En un plano más amplio, si conseguimos mejorar la calidad de nuestro capital humano hasta acercarnos a los niveles de la UE-8 de aquí a 2050, España podría aumentar el crecimiento de su PIB per cápita en 2 décimas más al año en comparación con un escenario base sin reformas de calado.
  3. La mejora de los sistemas de formación y recualificación tendría además efectos muy positivo sobre la salud, la participación cívica, la concienciación medioambiental y la satisfacción vital de nuestra población.

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