JxCat se querella contra Casado por incitar al odio con "bulos" sobre el catalán

En su querella, interpuesta ante la sala segunda del alto tribunal, JxCat denuncia que Casado ha utilizado fake news, como al preguntar si se podía tolerar que haya profesores «con instrucciones de no dejar ir al lavabo a niños porque hablan castellano», lo que ven como un «auténtico delirio, propio de quien sólo pretende fomentar el odio contra otras formaciones políticas y hacia determinados docentes». Por este motivo, Junts pide a la sala segunda del Supremo que admita su querella y cite a Casado como investigado por los delitos de calumnias, injurias e incitación al odio, ya que cree que sus afirmaciones buscan «menoscabar la honorabilidad» de los partidos del Govern y la CUP y de los docentes para «intoxicar» a la opinión pública con «mentiras» para promover el odio, «deshumanizar» a determinados colectivos y obtener «réditos políticos».

En un acto de su partido en Galicia, Casado cargó contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por «permitir» el «señalamiento» de un niño de 5 años en Canet de Mar (Barcelona) cuya familia logró que la justicia obligara al centro a impartir del 25% de las clases en castellano. «¿Se puede tolerar que haya profesores con instrucciones para no dejar ir al baño a niños porque hablan en castellano? ¿Se puede tolerar que haya niños que por hablar castellano en el recreo les metieran piedras en la mochila? ¿Se puede tolerar que a los hijos de la Guardia Civil y la Policía Nacional se les señale en clase y se diga que esos niños no pueden estar integrados? Pues eso es lo que está haciendo, no solo ERC y JxCat y la CUP, sino el partido que les hace imprescindibles a nivel nacional, que es el PSOE», dijo Casado.

Según Junts, con sus «falsedades», Casado cometió un acto de «incitación al odio y a la hostilidad» contra los docentes del sistema público catalán y contra los cargos públicos que lo dirigen, atribuyéndoles «falsamente» la comisión de «conductas intolerables» con el «único objetivo» de «deshumanizarlos» y presentarlos como «monstruos despiadados» ante la opinión pública.

La querella sostiene que Junts, ni como partido ni como parte del Govern, ni a través de sus cargos públicos, ha «promovido, instigado o tolerado» las conductas denunciadas por Casado, lo que supone una «intolerable mentira, una burda fabulación ideada con el ánimo de menoscabar la honorabilidad del partido y de sus cargos públicos y de fomentar el odio contra ellos y contra todos los docentes que ejercen su profesión en las escuelas catalanas».

En su escrito, Junts reconoce que debatir, incluso con vehemencia, sobre el mejor sistema educativo o sobre el método más adecuado para la formación lingüística de los menores, forma parte de la «legítima discrepancia», aunque denuncia que resulta «intolerable» que se menoscabe su honorabilidad mediante «bulos» y «fake news» cuyo objetivo es «intoxicar» a la opinión pública y «promover el odio» contra determinados colectivos profesionales y formaciones políticas. «Las consecuencias de este tipo de conductas saltan a la vista: ya se han producido pintadas varias con insultos y símbolos fascistas contra los docentes y padres de la escuela de Canet de Mar, de la misma forma que hubo también en su día contra los docentes del Institut El Palau de Sant Andreu de la Barca (que fueron denunciados por señalar a alumnos hijos de agentes de la Guardia Civil tras el 1-O)», apunta la querella.

Según Junts, las «mentiras» proferidas por Casado son «tan burdas» que no resulta creíble que no haya actuado con pleno conocimiento de la falsedad de sus imputaciones. En su escrito, Junts aclara que, pese a su «radical discrepancia» contra las resoluciones judiciales que imponen el 25 % de clases en castellano, no han promovido ninguna acción que pueda afectar «remotamente» la tranquilidad de la familia de Canet que lo pidió. Además, apunta que es «obvio» que «nunca» se han dado instrucciones desde las autoridades educativas catalanas ni por parte de cargos de Junts para impedir ir al baño a los niños que hablan en castellano. Esta afirmación «supone un auténtico delirio» propio de quien «solo pretende fomentar el odio», insiste la querella.

Respecto a la acusación de Casado sobre las piedras en la mochila de algunos alumnos por hablar castellano, puntualiza que son unos hechos que se denunciaron hace cinco lustros en el País Vasco y que no tienen nada que ver con la inmersión lingüística en Cataluña. Además, recuerda que la denuncia contra los profesores del IES de Sant Andreu de la Barca acabó archivada.

Según la querella, redactada por el abogado Jordi Pina, pese a ser diputado en el Congreso, a Casado no le ampara en este caso la inviolabilidad parlamentaria ya que sus afirmaciones han sido proferidas en un acto de su partido «ajeno a la actividad parlamentaria y fuera de la campaña electoral».