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22 consejos para ayudar a los hijos a estudiar

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Recopilamos algunas claves para acompañar a nuestros hijos y mejorar su rendimiento escolar.

Por Javier Peris

1. CADA NIÑO Y NIÑA SON DIFERENTES Y TAMPOCO HAY PADRES  Y MADRES IGUALES, PERO TODOS COMPARTIMOS UN OBJETIVO: que nuestros hijos alcancen las metas académicas más altas de acuerdo con sus capacidades. Nos jugamos mucho, los hijos y toda la familia, pero no basta con querer. Los padres deben ayudar y dejarse ayudar. Confiar solo en la intuición suele esconder pereza e improvisación.

2. TODOS TENDEMOS A SOBREVALORAR NUESTRA EXPERIENCIA PERSONAL. Cuando decimos, casi siempre en broma, que “no he salido tan mal” en el fondo pensamos que hemos salido equilibrados, maduros y estupendos. Pero ya nada es como antes, tampoco la relación de los padres con los estudios de los hijos. Y no tanto por los niños como por los mayores, hoy con más estudios y formación y con roles más complejos.

3. POR  MUCHO QUE ESCUCHEMOS Y LEAMOS SOBRE LAS CARENCIAS DEL  SISTEMA ESCOLAR O TODO LO CONTRARIO, sobre hallazgos pedagógicos tan esperanzadores como dudosos, los padres deben ser conscientes cuanto antes de que es la familia la principal responsable de la Educación, y son fundamentales los valores positivos que transmita el entorno doméstico.

4. ASÍ QUE LO FUNDAMENTAL, Y MÁS DIFÍCIL, ES LOGRAR QUE LOS HIJOS INTERIORICEN, AUNQUE SEA DE MANERA INCONSCIENTE que el éxito en los estudios es una obligación de la vida propia de su edad. Pueden disfrutar de más o menos incentivos y constituir una actividad incluso amena y divertida, pero que no pierdan de vista.

5. EL PRIMER RIESGO POR EXCESO PROCEDE GENERALMENTE DE LOS RECUERDOS INFANTILES DE ALGUNOS PADRES: “A mí no me ayudaban, pero me exigían buenas notas”. Es verdad que fomentar la autonomía es necesario desde las primeras etapas educativas, pero un discreto seguimiento de los estudios ahorrará sorpresas desagradables.

6. EL SEGUNDO RIESGO POR EXCESO SON LOS LLAMADOS ‘PAPÁS HELICÓPTERO’, QUE SOBREVUELAN CONSTANTEMENTE LA VIDA DE SUS HIJOS, Y NO SÓLO LA ACADÉMICA. Es una tentación en la que muchos caen en las primeras etapas educativas ante la aterradora posibilidad de que salgan malos estudiantes.

7. LOS NIÑOS DE CORTA EDAD ES LÓGICO QUE ENCUENTREN EN SUS PADRES EL MISMO APOYO EN LAS TAREAS ESCOLARES QUE REQUIEREN PARA TODO LO DEMÁS. Según crecen, hay que administrar esta dependencia al menos hasta la adolescencia, momento en que sólo es determinante la voluntad del niño-adulto. Es la hora de la ayuda discreta e inteligente.

8.UNA DE LAS FORMAS DE AYUDAR A LOS CHAVALES, TENGAN LA EDAD QUE TENGAN, ES FOMENTAR UNAS RELACIONES ADECUADAS. No se trata tanto de elegirles los amigos, como de detectar con cuáles de ellos pueden compartir horas de tareas y de estudio de una forma provechosa.

9. SE PUEDE SER UN BUEN ESTUDIANTE Y, AL MISMO TIEMPO, UN MALA SOMBRA. Aunque lo más habitual es que relacionemos el bajo rendimiento con un defecto más concreto y extendido: el desorden. Corregirlo implica muchas energías, pero no es bueno asociar esta lucha diaria con los estudios.

10. LO MISMO PUEDE APLICARSE A LA PUNTUALIDAD. La obligación que un estudiante se impone para trabajar de 6 a 8 de la tarde requiere disciplina y esfuerzo, más allá del cumplimiento estricto del horario. Para que quede más claro: podemos tener un hijo desordenado e impuntual y, al mismo tiempo, buen estudiante, y los padres deben ser conscientes de ello.

11. CUANDO UN MENOR DEDICA ESAS DOS HORAS (POR DECIR ALGO) DIARIAS AL TRABAJO ESCOLAR SIN QUE MEDIE LA URGENCIA DE UNAS TAREAS O DE UN EXAMEN… los padres pueden salir a cenar para celebrarlo. Los contenidos de la materia estarán frescos cuando llegue el examen, las dudas se habrán resuelto, no hará falta trasnochar… ¡El éxito está asegurado!

12. CADA NIÑO APROVECHA DE FORMA DIFERENTE SUS HORAS DE ESTUDIO. Los más inteligentes necesitan menos tiempo… si quieren, claro. La gran mayoría estudia por aplastamiento. Hay muchas distracciones, sobre todo mentales, así que van aprendiendo los contenidos por acumulación de horas. ¿Cómo podemos incentivar la concentración? Depende de cada niño y de cada edad.

13. EN LA PRIMERA INFANCIA NO SIEMPRE ES CONVENIENTE TRABAJAR POR OBJETIVOS ACADÉMICOS CONCRETOS. Es preferible -los profesores lo saben muy bien- realizar actividades que fomenten el aprendizaje cooperativo, la agilidad mental, la fijación y relación de conceptos, la curiosidad…

14. CON LOS CHICOS Y CHICAS MÁS MAYORES, LAS DISTRACCIONES CAMBIAN DE CONTENIDOS PERO NO DE INTENSIDAD. Y coincide con la edad en que crecen las exigencias académicas. La concentración se convierte en un asunto clave, decisivo para el rendimiento. Y por eso caben todas las opciones que ayuden a aprovechar cada minuto: repartir contenidos cortos en tiempos cortos; descansos frecuentes; dar tres volteretas y escuchar una sola canción en cada pausa…

15. Y SI EN CASA ES DIFÍCIL CONCENTRARSE, NO DIGAMOS EN EL AULA. Y todos sabemos que un estudiante que presta atención en clase tiene la mitad del camino cubierto. Hay factores que desgraciadamente no se pueden controlar, como la amenidad y pericia del maestro, o que las Mates siempre caigan en la última hora… Sólo los hijos más mayores serán receptivos a la utilidad de los consejos que les demos en este sentido..

16. LA TUTORÍA ES LA ÚNICA FORMA DE RECIBIR INFORMACIÓN VERAZ SOBRE LA MARCHA ESCOLAR DE LOS HIJOS… o al menos más veraz que lo que cuentan los propios niños. Afortunadamente los centros cuidan cada vez más esta entrevista. Los padres deben aprovecharla al máximo, empezando por prepararla hablando entre ellos y con el propio hijo antes y después de cada entrevista con el tutor o la tutora.

17. EN LA TUTORÍA PODEMOS DESCUBRIR, POR EJEMPLO, QUE LAS QUEJAS DEL ESCOLAR SOBRE DETERMINADO PROFESOR TIENEN ALGÚN FUNDAMENTO; si su rendimiento en cada materia está por arriba o por debajo de la media; si se distrae mucho o poco en clase… Incluso podemos llevarnos la sorpresa de que sea el tutor el que nos anime a hablar con algún profesor concreto.

18. NO ES BUENO ABUSAR DEL ENCUENTRO (SIEMPRE CASUAL, CLARO) CON LOS PROFESORES. En primer lugar, porque no esperemos que la familiaridad se traduzca en un trato más benévolo para el niño; y en segundo lugar, porque el niño puede crearse unas expectativas que seguramente quedarán frustradas. Si el caso lo merece, hay que concertar una entrevista formal con el profesor.

19. ¿TÉCNICAS DE ESTUDIO? Donde hay voluntad siempre hay un camino… pero cuanto menos tiempo pierdan ensayando atajos, mejor. Si el niño tarda en desarrollar sus propios métodos, hay que enseñarle algunos muy básicos (la lectura general previa, los esquemas, el subrayado, la autoevaluación…) o incluso adaptar alguna de las técnicas con nombre propio. En la escuela son reacios a sugerir estas técnicas porque a cada alumno le va mejor un sistema diferente.

20. NO TODO ES INSTRUCCIÓN. Las escuelas ofrecen cada vez más contenido no reglado: uso de redes sociales; debates; talleres de igualdad; prevención de bullying; actividades artísticas y deportivas; drogas; seguridad vial… Interesarnos por el provecho que sacan de ellas nuestros hijos es facilitar su formación integral.

21. HOY EN DÍA DESCONFIAR DE INTERNET ES COMO DESCONFIAR DE LA IMPRENTA SÓLO PORQUE EN ELLA SE IMPRIMEN TEXTOS INFAMES Y REVISTAS PORNO. Con las mismas prevenciones que tenemos por los libros y revistas que entran en casa, debemos asumir que la Red es un maravilloso instrumento de ayuda al estudio, con tutoriales muy útiles, foros estimulantes, páginas para precisar conceptos y completar contenidos…

22. A LOS ADULTOS NOS GUSTA CELEBRAR LOS ÉXITOS PROFESIONALES O DE CUALQUIER OTRO TIPO. A los menores, también. Premiar el esfuerzo de nuestros hijos en la escuela no es un precio, una compensación ni un incentivo, sino una celebración que aporta alegría al hecho de estudiar bien. Prometer una moto, o un viaje o un nuevo móvil a cambio de unas buenas notas puede salir doblemente caro.

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