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Dulce Navidad: consejos para limitar los atracones bajo el árbol

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Turrones, galletas, muñecos de chocolate, bombones, mazapanes… Con las vacaciones de Navidad llegan también los empachos, las comilonas a deshora y el cambio de hábitos. ¿Dónde está el límite entre lo que deben comer y lo que no? ¿Qué reglas nos podemos saltar?

La Navidad es para la mayoría de los niños una época de regalos, visitas familiares, uvas y sí, empachos. Es casi inherente a las fiestas que los niños sufran un cambio en sus hábitos alimenticios, especialmente en un país de buen comer como España. Lucía Bultó, nutricionista y autora de Los consejos de Nutrinanny, nos da unas pautas para celebrar las fiestas de una forma más equilibrada.  Primer consejo: Dar ejemplo. “Si nosotros no comemos de forma saludable, ellos tampoco querrán hacerlo”. Sabemos que este consejo es complicado y que a todos se nos va un poco la malo en Nochebuena –también los días previos… y posteriores- pero el segundo consejo hará que nos sintamos mejor.
Segundo consejo: “No hay alimentos buenos o malos, lo que hay son proporciones buenas o malas”. O lo que es lo mismo, el chocolate no es malo; y tampoco la nata o las chucherías. Y aunque “no pueden ser la base de la pirámide alimenticia, sí pueden estar en el vértice y aparecer en la dieta de vez en cuando”.
Otro. El desayuno es importante pero esto no quiere decir que deba ser copioso. “Un vaso de leche, tres gajos de mandarina y una galleta ya son suficientes porque nos aportan harinas, lácteos y frutas”.
Cuarto consejo: Es normal que al niño le pueda apetecer dulce. ¿El dulce es malo? No, en su justa medida. “Intentemos sustituir los dulces industriales por las recetas hechas en casa”. Hacer un bizcocho o galletas con ellos no sólo es más sano a nivel alimenticio sino que además “hace que el niño se implique en su propia alimentación, algo muy importante”. Ojo: un bizcocho no sólo puede llevar chocolate; mezclarlo con fruta o pipas también es interesante para que identifiquen la comida saludable con la apetitosa.
Quinto consejo. La estética es muy importante a la hora de comer y más para nuestros hijos. “Decorar las verduras o las frutas -y además que el niño nos ayude a hacerlo- es una de las formas de motivarle a que lo introduzca en su dieta de forma divertida”.

Atención con…
 El cambio de rutina. La Navidad es una época de muchas emociones y de modificación de rutinas infantiles, tanto de sueño como de alimentación. Esto hace que muchos niños se descontrolen y pasen de no comer nada a indigestarse. Debemos vigilar bien sus cantidades y si, por ejemplo, los horarios de comida se han retrasado mucho, prueba a darle un pequeño tentempié antes de la comida o cena, como un trocito de pan.
-Los nuevos sabores. Sí es cierto que algunos niños se verán tentados a probar el plato de al lado. No es necesario que les apartéis la mano; si quieren probarlo, bienvenida sea su curiosidad. Pero si no sale de ellos, no les forcemos a que prueben nuevos alimentos.  
 Las uvas. Las prisas con las campanadas hacen que muchos niños se acaben atragantándo y empiecen el año con una mala experiencia. Intenta escoger las más pequeñas y, para facilitarles la labor, démoselas peladas y sin pepitas.
Los frutos secos. Son un alimento muy saludable pero para niños más mayores; menores de cuatro años, abstenerse.
 Las comidas o cenas copiosas. Si vamos a darles alimentos con muchas calorías, grasas y azúcares, intentemos compensarlas con comidas más ligeras a base de vegetales, embutidos o legumbres.
Una dieta con alto contenido de azúcares no sólo está relacionada con los problemas dentales (caries). Los alimentos con alto contenido de azúcares agregados como las bebidas gaseosas, golosinas o postres helados también suelen tener alto contenido de calorías y pocos nutrientes esenciales. Por lo tanto, una dieta con alto contenido de azúcares generalmente está relacionada con la obesidad.  De hecho, la obesidad infantil es unos de los problemas de salud más comunes en Europa. Tanto es así, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha hecho un llamamiento a los países europeos para que regulen más duramente la comercialización, marketing y publicidad de alimentos ricos en grasas saturadas y trans, azúcares y sal.  Millones de niños en toda Europa son objeto de prácticas comerciales inaceptables», ha denunciado la OMS que insiste en “endurerecer esas normativas”.

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