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Eficacia probada

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. Muchos se pasan media vida trabajando y esforzándose para darles la educación que consideran más adecuada, por encima de la proximidad entre casa y escuela o, incluso, de sus posibilidades económicas. Sin embargo, eso no garantiza el éxito escolar de sus hijos, pues depende en gran medida de la motivación que sientan. ¿Acaso el interés se puede enseñar?

Autor: Laura GÓMEZ LAMA

Las experiencias educativas de los mejores colegios a nivel internacional apuestan por inculcar algo más que los conocimientos que pueden encontrarse en los libros. El éxito de sus alumnos es la mejor demostración de que sus métodos funcionan. Y cuando hablamos del éxito de sus alumnos, no nos referimos a los logros académicos de sus estudiantes más brillantes, sino a los de todos sus chicos, sean cuales sean sus capacidades intelectuales. ¿Cuál puede ser el secreto?


Lo mejor de los mejores
Con la intención de averiguar las claves del éxito de métodos tan influyentes como el desarrollado por Spencer Kagan sobre el aprendizaje cooperativo o el promovido por Thomas Lickona, que concibe todos los elementos de la vida escolar como oportunidades para desarrollar el carácter de los alumnos, la Asociación Española de Centros Educativos Privados (Acade), la Confederación Mundial de Enseñanza Privada (Comep), la Confederación de Asociaciones de Centros Privados Independientes de la UE (Cadeice) y la Fundación Europea Educación y Libertad (Fundel) han organizado el VIII Congreso Mundial de Educación, bajo el lema Lo mejor de los mejores.

La cita será del 17 al 19 de abril en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, donde los más destacados gurúes de la educación explicarán todas estas experiencias puestas en práctica en los colegios con mejores resultados a nivel internacional y nacional, para que los profesionales que asistan puedan plantearse cómo elevar la enseñanza de sus centros a los estándares de calidad y excelencia que exige el mundo globalizado y competitivo que les ha tocado vivir a nuestros hijos. 

Entre los invitados a exponer su experiencia, se encuentra Joyce Burick Swarzman, directora del Independent Day School de Tampa (Florida) y formadora en la Academia para Profesores de Alto Rendimiento de la Asociación de Centros Privados de Florida. La doctora Swarzman y su centro han recibido el premio Blue Ribbon Award, la distinción más reconocida otorgada por el Departamento de Estado de Educación de Estados Unidos gracias al modelo que ella misma ha desarrollado.

Un entorno favorable
Fundado en 1968, el Independent Day School se esfuerza por enseñar a todos los niños en un entorno motivador y altamente académico, centrado en la excelencia y el desarrollo de un concepto positivo de sí mismos.
Para ello, el centro dispone de importantes recursos tecnológicos, un programa reconocido de competiciones deportivas y un proyecto de Bellas Artes, todo ello desarrollado dentro de un modelo educativo  llamado Múltiples Opciones para lograr Resultados en Educación, MORE.

Para aplicarlo con éxito, es necesario implantar un sistema de estrategias múltiples, lo que requiere un profesorado altamente preparado, capaz y dispuesto a reciclarse continuamente que dirija sus esfuerzos a satisfacer las necesidades de la clase en general y de cada alumno en particular. A su vez, esto es posible sólo si el centro invierte tiempo, energía y dinero en el desarrollo de su personal, lo que da al profesor la formación necesaria para que esté al día en las últimas técnicas de aprendizaje, siguiendo el modelo olímpico: cuanto más y mejor entrenes, mejor serás.

Lo primero es el niño
Éste es el principio guía del Independent Day School, que basa el aprendizaje de sus alumnos en la idea de que cada uno es un ser único que sigue su propio estilo de aprendizaje, según el cual adquiere y procesa la información en función sus preferencias. De esta base parten los cimientos para crear un entorno en el que los alumnos se sienten capaces y se espera de ellos que consigan aprender.

Las estrategias de motivación deben enfocarse a incrementar el tiempo que el alumno pasa haciendo su tarea, para lo que los profesores deben basarse en las investigaciones cerebrales y utilizar ejercicios que mezclen la diversión con el aprendizaje y la vida. Además, la enseñanza ha de buscar siempre actitudes positivas en los alumnos para que tengan más predisposición hacia las soluciones que hacia los problemas, lo cual implica estrechar lazos afectivos, pues el buen profesor lleva consigo el doble mensaje de “me importas” y de “yo soy el profesor y aporto el liderazgo que cada niño necesita”.

¿Niños cooperativos o competitivos?
Investigando sobre la interacción social de los niños, Spencer Kagan se dio cuenta de que pueden ser extremadamente competitivos o colaborativos en función de las situaciones. Esto se manifiesta claramente en las reacciones de los niños mientras juegan según los roles que desempeñen.

Basándose en juegos cooperativos, Kagan ha desarrollado más de 200 técnicas, a las que llama “estructuras”, para guiar la forma de relacionarse entre los alumnos haciendo que el proceso de instrucción vaya acorde con el modo de actuar del cerebro y el desarrollo de las inteligencias múltiples.

Con ellas pretende que los chicos aprendan a pensar antes de hablar, se centren en el tema al exponer sus ideas y participen de forma equitativa.

Los principios básicos de las estructuras son interdependencia positiva, responsabilidad individual, participación equitativa e interacción simultánea, y promueven el desarrollo del carácter, habilidades de pensamiento, inteligencias múltiples, inteligencia emocional y un aprendizaje cooperativo.

Etapas del desarrollo evolutivo de los niños según Lickona
Entre los 2 y los 4 años de edad un niño tiene un razonamiento egocéntrico y confunde habitualmente lo justo con lo que él quiere. Por eso, es normal oírle decir “no es justo” cuando las cosas no salen como él desea.

– A partir de los 5 años, sin embargo, la justicia está más relacionada con lo que le dicen que es justo, pues lo correcto es ser obediente para no tener problemas. Así, se vuelven cooperativos, capaces de ver otro punto de vista (aunque sólo el de los adultos sea el correcto) y, pese a que piensan que deben seguir las reglas, a veces no lo hacen porque no están los adultos y la amenaza del castigo no existe. Esto se debe a que aún no comprenden las reglas.

– ¿Qué deben hacer los padres y educadores? Desarrollar el respeto de los niños animándolos a decir lo que piensan, permitiéndoles ser independientes y usando la autoridad parental de una manera justa y razonable. También hay que evitar la sobreprotección y la permisividad; quererles; darles ejemplo siendo una persona de principios y mostrarles que , pese a que no siempre es fácil actuar en base a ellos, el esfuerzo por hacerlo es la lucha por el carácter de cada uno.

UN PROYECTO CON RESULTADOS POSITIVOS

El Colegio “Ramón y Cajal” de Madrid usa el método MORE desde hace 3 años
“Como todo cambio en la forma de educar, costó ponerlo en marcha debido a las reticencias de profesores que curiosamente no estaban dando clase, así como de muchos padres que veían nuestro proyecto como un experimento que íbamos a hacer con sus hijos. Despertó recelos y odios entre los compañeros de profesión y muchos llegaron a negarse al cambio. Sin embargo, surgieron una serie de circunstancias que propiciaron la puesta en marcha del proyecto: ampliación de horarios, jubilaciones y pre-jubilaciones masivas, y visitas a centros de EEUU en las que yo mismo quedé entusiasmado con el método MORE, pues permitía corregir todo lo negativo del sistema clásico”. Así explica su decisión de implantar un nuevo modelo de enseñanza Mariano Sanz Montesa, director del Colegio “Ramón y Cajal” de Madrid.


CAMBIO DE MENTALIDAD
El método MORE, por ejemplo, eliminaba la mesa del profesor como un elemento de autoridad que imponía distancia entre el profesor y el alumno, así como la existencia de libros de texto, lo cual era una aberración para muchos. De esta manera, se ha dado rienda suelta a la imaginación de los profesores que cada día deben reunirse dos horas para trabajar en equipo, elaborando ellos mismos los materiales didácticos que van a usar al día siguiente en el aula. “Reconozco que el cambio de mentalidad es grande, pero antes de sentenciar que algo es malo, hay que estudiarlo y exponer entonces los motivos; no negarse en banda sólo porque las cosas siempre se han hecho así”, comenta Mariano Sanz.

PADRES MÁS ACTIVOS
Otra de las barreras que hubo que superar fue la oposición de los padres. Sin embargo, bastó una semana en la que el centro les dio la posibilidad de asistir en cualquier momento del horario lectivo a observar lo que se hacía en las aulas, explicándoles las actividades y los objetivos que cubrían, para que dieran en visto bueno al proyecto. Sin embargo, aún hoy algunos padres se quejan de que, cuando llegan a casa cansados de trabajar, sus hijos llegan ilusionados por seguir investigando y aprendiendo, lo que les resulta mucho más latoso. “A mí me parece estupendo que los niños sigan queriendo aprender en sus casas y confirma que el método funciona, pues ha aumentado su interés por investigar y la lectura en su tiempo de ocio”, afirma el director del Colegio “Ramón y Cajal”.

NUEVO CONCEPTO DE AULA
El método MORE se empezó a implantar en este centro hace tres años en las clases de 1º de Primaria reuniendo todas las aulas en una sola con una pared móvil para poder trabajar con grupos de alumnos de forma separada. Las clases cuentan con 25 alumnos y 4 profesores. A su vez, la clase se divide en pequeños grupos en función de las características de aprendizaje de los chicos para que puedan aprender según su tipo de inteligencia. El objetivo es que todos aprendan, aunque lo hagan de diferente manera, por lo que existe un gabinete de orientación que les hace un seguimiento para que ningún grupo se quede descolgado del resto. Hoy el método MORE está implantado desde Infantil hasta 3º de Primaria.

TRABAJO COLABORATIVO
Dada la nueva estructura de la clase, el método de enseñanza se basa sobre todo en el trabajo en equipo entre los mismos alumnos de cada grupo, entre los profesores y entre los alumnos y los profesores. Sin embargo, teniendo en cuenta la filosofía de este modelo, que pretende que el propio alumno continúe por iniciativa propia su tarea fuera del horario escolar, la colaboración de los padres también es tan digna de valorar como necesaria. Por último, el Colegio “Ramón y Cajal” pretende inculcar valores positivos y evitar que los niños se sientan frustrados si no cumplen los objetivos haciendo que brillen en otros aspectos.

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