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La expresión oral: una asignatura pendiente en la Educación española

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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En ocasiones ni siquiera es evaluada en las pruebas diagnósticas que realizan las administraciones pero la expresión oral es una competencia clave dentro del ámbito de la comunicación lingüística de nuestros escolares. Sin embargo, hablar es la principal tarjeta de presentación de las personas.

El bajo nivel en expresión oral y la poca capacidad argumentativa de los españoles ha sido un tema especialmente analizado en los últimos meses. La pérdida, por tercera vez, de la sede Olímpica y el informe PIAAC de la OCDE, un estudio similar al PISA pero para adultos, vuelve a poner de manifiesto nuestras deficiencias en este campo.
En ese análisis de las competencias básicas de la población adulta (de 16 a 64 años) revelaba que España sigue a la cola en comprensión lectora con 19 puntos menos que la media OCDE (sólo por delante de Italia). Datos que se muestran igual de fatídicos en los menores de edad, recogidos en el informe PISA, donde la capacidad lectora al finalizar Secundaria registra 11 puntos por debajo de la media. Aunque estos estudios no analizan expresamente  la expresión oral, la capacidad lectora está relacionada con la elaboración de ideas y de argumentos; esenciales para la comunicación.
“El nivel de expresión oral de la juventud se ha empobrecido como consecuencia de los textos sms, washapp… Se han simplificado; ahora con “guay” y “fatal” te resuelven gran cantidad de adjetivos, y se empobrece el lenguaje”, explica a este periódico Manuel Campo Vidal, presidente de la Academia de Televisión y director del Instituto de Comunicación Empresarial.
El déficit educativo en expresión oral es algo evidente. Mientras que los alumnos de Estados Unidos exponen y debaten en clase desde la edad de 11 años, en España llegan a la universidad sin práctica alguna. “La mayoría no saben exponer sus ideas y algunos ni siquiera podrían superar una entrevista de trabajo”, señalaba hace poco en una entrevista Adolfo Lucas, profesor de oratoria en varias universidades y autor del libro El poder de la palabra.
Pero no se trata de una laguna en la normativa, ya que la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación señala que en la asignatura de Lengua y Literatura “el eje del currículo son las habilidades y estrategias para hablar, escribir, escuchar y leer en ámbitos significativos de la actividad social”. El problema radica, más bien, en su falta de concreción en el temario, debido –según muchos docentes­– a sus carencias formativas en la enseñanza de la expresión oral.
Conscientes de esta situación, en los últimos cuatro años, se ha puesto en marcha iniciativa, dentro del ámbito escolar, un privadas, como la Liga de Debate BBVA, y otras gubernamentales, como el Torneo Escolar de Debate de la Comunidad de Madrid, con el fin de mejorar la capacidad argumentativa y la expresión oral de los alumnos.
Examenes orales
Siguiendo el modelo de los concursos de oratoria de Inglaterra y los club de debate universitarios estadounidenses, BBVA lanzó hace tres años la Liga de Debate Escolar que se extiende a la Comunidad Valenciana, Murcia y Balleares; aunque el próximo curso ya tiene previsto abarcar toda España. Javier Pagán, coordinador del proyecto, asegura que esta iniciativa es más que un simple concurso: “Se trata de crear entorno de aprendizaje dónde sea posible la interacción y así aprender”. Es más, ofrecen formación previa a los docentes en retórica, análisis crítico y habilidades deliberativas que luego impartirán en sus clases de Lengua.
En una segunda etapa de esta iniciativa, los alumnos que lo deseen, amplían su formación para participar en el concurso. La estructura de estos certámenes son similares, y todo se construye entorno a un tema común sobre los que los estudiantes deben trabajar y argumentar. Este año el de Madrid es: “La principal fuente de transmisión de valores, ¿debe ser la familia o la escuela?”.
Campo Vidal, quien moderó el primer debate electoral televisado en 1993 entre Felipe González y José María Aznar, apuesta por hacer exámenes orales. “Creo que tiene que volver esta pruebas orales, y que tengan que participar y salir a la pizarra”.  Este comunicador asegura que, como padre, ve por sus hijos que “algo se mueve” en la buena dirección, “aunque no con la velocidad suficiente como para recuperar las posiciones”. “El otro día –relata  me sorprendió mi hijo de 12 años con un esquema de Emisor, Mensaje-Receptor y Canal; esto me pareció ya una gran noticia”. Pero como contrapartida,  su hija de 14 le enseñó el libro de Física, y quedó consternado. “Soy ingeniero técnico en electrónica, y te aseguro que todo estaba basado en definiciones y mucha memoria, en vez de ejemplos prácticos”.
Además, analiza la relación entre comunicación, emprendimiento y crisis. “Si en España comunicáramos mejor y hubiera más sentido emprendedor, tendríamos más opciones para superar la crisis”. Y explica: “Se trata de crear empresas o hacerlas crecer, y, al fin y al cabo, vender es generar confianza, y la comunicación es vital en esta labor”.

 

Club de debate: preparados para el mundo real

En el colegio “Senara” de Madrid, llevan diez años haciendo hincapié en la expresión oral de sus alumnas, y han participado con éxito en las tres ediciones del Torneo Escolar de debate Comunidad de Madrid. Ana Rivera es profesora de Literatura, de este centro concertado, y dirige el Club de Debate que ofrece, fuera del horario escolar, formación a 36 alumnas.
“Se trata de respetar el crecimiento natural del ser humano, que lo primero que hace es hablar, y luego aprender a leer y a escribir”, explica esta docente. Con este razonamiento asienta la base de la importancia de la expresión oral y la capacidad de desarrollar ideas. Incluso va más allá: “El debate académico les hace pensar, les hace ser personas no manipulables; y este es el mejor favor que se les puede ofrecer a los alumnos; prepararles para la vida”, señala esta docente quien ha realizado cursos de oratoria en las universidad de Valencia y Navarra.
Experiencia de los alumnos
Pilar Laporta (2º de Bachillerato) es una asidua del club de debate del colegio y ya participó en 4º de la ESO en el certamen de la Comunidad de Madrid en el que quedaron en 2011 en segundo lugar. Así cuenta a su experiencia: “He mejorado mucho al hablar en público y al exponer trabajos”, comenta la estudiante. Entre los trucos más destacados al salir al estrado destaca “apretar los dedos de los pies para que no te tiemblen las piernas” y la Mirada de Faro, que consiste en “mirar a diferentes personas durante la exposición”.
Por su parte, Almudena Sánchez, también de Segundo de Bachillerato, destaca el trabajo en equipo y “no buscar sólo tu argumentación”. Además, indica que ha aplicado los conocimientos adquiridos a “las exposiciones de Inglés” y ha podido ver su mejora “a la hora de redactar y hacer, con mayor facilidad, textos argumentativos; que piden en Selectividad”.
Aunque todo parece de color rosa, estas clases suponen todo un para los escolares, poco habituados a exponer en público. “La primera dificultad que tienen -explica Rivera- es el miedo a enfrentarse a ellas mismas; a sus muletillas, a su tono de voz… También se dan cuenta de que una buena idea no es suficiente si no se sabe presentar”.
Los resultados obtenidos en la experiencia son muy positivos, y Rivera asegura que los alumnos  mejoran las notas, ya que a parte de las competencia de oral, también mejoran la redacción, orden en la estructura de una exposición y distribución del tiempo.

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