fbpx

La marea bilingüe

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
0

Su simple mención ilumina los ojos de cualquier progenitor. Tradicionalmente ha sido el lujo
educativo por antonomasia, acervo exclusivo de los privados más elitistas, tan sólo un sueño
para la familia española media. Los tiempos cambian, y cada vez más colegios públicos
y concertados conceden la posibilidad de recibir asignaturas en otros idiomas. También se
estira la oferta de un tipo de centro en el que caben fórmulas pedagógicas de lo más diverso.

Autor: RODRIGO SANTODOMINGO

Muchos dudan de que el bilingüismo perfecto exista. Ni siquiera entre los hijos de inmigrantes que manejan un idioma en casa pero recurren a otro al tratar con el resto de su entorno. Tampoco en comunidades plenamente bilingües, donde la fluidez y el dominio de los registros coloquiales nunca son idénticos en ambas lenguas. ¿Quién no se ha topado con personas que se consideran tales pero tienen deslices, expresiones o giros que chirrían en la audiencia que fue criada y educada en esa (y sólo en esa) lengua?
El término gana en complejidad cuando se aplica a un tipo de enseñanza. Nadie sabe a ciencia cierta qué es una educación bilingüe. El espectro oscila entre el currículum monolingüe (en idioma foráneo) con algún retazo en castellano propio de los colegios extranjeros en España, hasta los centros que enseñan en nuestro idioma pero refuerzan el aprendizaje lingüístico con actividades, viajes y, en ocasiones, licencias puntuales en determinadas asignaturas.
Entre medias, todo un surtido de centros que reparten su programación en dos (o tres) idiomas. Más inglés y menos castellano, o viceversa. Mitad y mitad más clases de alemán o francés.
Otros criterios disparan la diversidad en la oferta. ¿Profesores nativos o nacionales con nivel excelente? ¿Y qué es “nivel excelente”? En el patio y el comedor, ¿libertad o imposición expresiva?

BILINGÜISMO AMBIENTAL

Una muestra de la confusión que envuelve al término. Si uno mete en Google “colegio bilingüe”, como cuarta referencia aparece el “Caxton College”, en Valencia. “Nosotros no somos bilingües, somos un centro británico”, corrige su directora, Marta Gil.
El colegio tiene profesorado del Reino Unido e imparte en inglés todas las asignaturas salvo Lengua Española y Conocimiento del Medio. Aunque Gil matiza: “Lo que sí es bilingüe es el ambiente del centro, en los pasillos, a la hora de la comida. También algunas actividades extraescolares o deportivas se desarrollan en español. Lo que tampoco somos es un gueto británico”.
La apuesta del “Everest El Bosque”, en Villaviciosa de Odón (Madrid), confirma la heterogeneidad de fórmulas para abordar el bilingüismo. En Infantil, 50% en inglés y 50% en español. Y en Primaria (la Secundaria no es aún bilingüe), un tercio del currículum en inglés –Science, Plástica y propiamente Inglés–, y el resto en español. Mayoría de profesores nativos, pero no todos.
Quizá el modelo que más interrogantes suscita lo encontramos en los programas bilingües que han implantado regiones como Madrid o Andalucía en la escuela pública. Salvo excepciones, los docentes son españoles. Muchos se quejan de que abundan aquellos sin soltura para enfrentarse a una sesión lectiva de casi una hora en un idioma distinto a su lengua materna.
“Es un camino ambicioso y un proceso a medio-largo plazo, claro que hay problemas”, reconocen desde la consejería de Educación andaluza. Su portavoz enumera no obstante una batería de medidas emprendidas para sortear los escollos que aparecen en la transición al bilingüismo.
Si tomamos la acogida de los padres como termómetro para medir las bondades de la Pública bilingüe, no hay duda de que el éxito ha sido rotundo. Las solicitudes de matrículas suben como la espuma, entre un 30 y un 50% cuando un centro adquiere la etiqueta bilingüe.
Puede que la clave pase, como dice la subdirectora del “Everest El Bosque”, Mar González, porque los centros den “información rigurosa para que los padres sepan a qué atenerse”.

TERESA REILLY DIRECTORA DE PROYECTOS BILINGÜES EN EL BRITISH COUNCIL ESPAÑA

P. ¿Cambia el significado de bilingüe cuando hablamos de un tipo de educación y cuando decimos que una persona lo es?
R. Hay una necesidad de clarificar el significado de la palabra. Educación bilingüe es la enseñanza de asignaturas no lingüísticas en un idioma distinto del materno. El objetivo es llegar a tener competencia comunicativa en el segundo idioma, lo que llamamos bilingüismo funcional. Es decir, la habilidad suficiente para que cuando los alumnos lleguen a los 14-16 años, se sientan muy cómodos aprendiendo en ese segundo idioma.
P. ¿Y ese bilingüismo funcional es diferente del, por así decirlo, real, cuando una persona se maneja con igual soltura en dos idiomas?
R. No existe el bilingüismo real. Hay muchísimas definiciones de bilingüismo y todas valen.
P. Esta multiplicidad de definiciones, ¿crea confusión a los padres que piensan matricular a sus hijos en colegios que se autodenominan bilingües?
R. Yo puedo hablar de los colegios públicos con los que trabajamos nosotros, y le diré que los padres están encantados, no tienen ninguna duda de que sus hijos tienen una serie de ventajas muy por encima de lo normal.
P. ¿Es preferible que los profesores de los colegios bilingües sean nativos?
R. Hay muchas opiniones, la mía es que no necesariamente. Lo que tienen que tener los profesores es unos conocimientos muy especializados en el área que imparten y un nivel de idioma muy alto para sentirse cómodos dando la clase en ese idioma. También tienen que tener la disposición de entender y apoyar a los niños que están haciendo el esfuerzo de ser bilingüe.
P. Respeto a la fiebre de los colegios públicos bilingües, ¿se están haciendo bien las cosas? Los casos de Andalucía y Madrid presentan diferencias notables.
R. No hay una única forma correcta de llegar al mismo fin. Yo creo que ambas lo están haciendo muy bien.
P. ¿Piensa que en España hemos tomado finalmente consciencia de nuestro retraso en el aprendizaje de idiomas respecto a otros países de Europa?
R. Yo no entiendo por qué se habla de retraso. Si hablamos de los países nórdicos, hay que recordar que ellos tardaron 50 años en conseguir lo que ahora todos admiramos. Y si hablamos por ejemplo de Francia, no estoy de acuerdo en que haya retraso. El problema es que las encuestas de conocimiento de idiomas se hacen sobre personas mayores de 18 años. Pero hay muchos chavales de 14-15 años que tienen un nivel excelente. Espere algunos años.

A LA HORA DE ELEGIR COLEGIO

Si piensas matricular a tu hijo en un colegio que se autodenomina bilingüe, lo ideal es que atiendas a una serie de cuestiones para evitar posteriores desengaños.

Ante todo, la variedad de oferta. Bilingüe puede ser un colegio que sigue el currículum de un país extranjero y en el que la inmensa mayoría de asignaturas son en el idioma de ese país (aquí el bilingüismo toma sentido en horario no lectivo, en el patio, el comedor…). Luego están los que reparten las clases en dos idiomas según diferentes fórmulas (fifty-fifty, 30% en uno-70% en el otro, etc.). Por último, aquellos que refuerzan el aprendizaje de idiomas pero no en asignaturas no lingüísticas, sino mediante actividades, intercambios, etc.
 Bueno es que el centro cuente con un gabinete que coordine el enfoque bilingüe que oferta.
Pregunta sobre el profesorado. ¿Es nativo? Y si no lo es, ¿qué acredita su dominio en la lengua en la que va impartir sus clases?
 No olvides que aprender en otro idioma supone un sobreesfuerzo para tu hijo.

PÚBLICOS BILINGÜES

ANDALUCÍA

El objetivo de la Consejería de Educación destila una ambición desbocada: nada menos que uno de cada dos centros públicos (colegios e institutos) bilingües en 2012. Por el momento ya son 389 (190 colegios y 199 institutos, normalmente cercanos unos de otros para que el alumno pueda continuar con la enseñanza bilingüe cuando pasa a Secundaria). La mayoría apuesta por el inglés, pero también existen algunos que han preferido optar por el francés o el alemán. Se imparte al menos un tercio de asignaturas en la lengua extranjera, nunca Lengua o Matemáticas. Tras una selección, los profesores reciben refuerzos en las escuelas oficiales de idiomas y mediante estancias en el extranjero.

MADRID

En principio estaban previstos 110 colegios de Primaria, pero la declarada anglofilia de la presidenta Esperanza Aguirre ha hecho que su proyecto educativo estrella se extendiera finalmente a 147 centros. Todos son hispano-ingleses, sin cabida para otros idiomas. Al igual que en el caso andaluz, se da en inglés un tercio del currículum (excluidas Lengua y Matemáticas), siendo las preferidas Conocimiento del Medio, las enseñanzas artísticas y Educación Física. Para los docentes (con buen nivel previo), clases de refresco intensivo en el Colegio Británico de Madrid y un mes en una universidad del Reino Unido.

OTRAS COMUNIDADES

Navarra, País Vasco, Castilla y León, Galicia, Asturias… La buena nueva es que no tener un proyecto bilingüe para la escuela pública se ha convertido en una deshonrosa excepción entre las comunidades españolas. La diversidad de fórmulas y ritmos de implantación resulta casi inabarcable. Como curiosidad, las regiones con dos lenguas oficiales han rizado el rizo con los colegios “trilingües”.

0
Comentarios