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La mesa y el mantel hacen familia

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Un estudio revela la importancia de que la familia coma unida en casa. Pese a las dificultades que plantea el estilo de vida actual, los españoles reconocen los valores que se cuecen alrededor de la mesa del comedor y se niegan a perderlos.

La mesa puesta, la hora de siempre, el ruido, el olor… Los servilleteros marcan el lugar y la jerarquía. De un metal vagamente parecido a la plata y con algún arabesco, los de papá y mamá; de colores, los nuestros. Y, por fin, ya todos alrededor de la mesa, la guerra por las empanadillas y la palabra, el cruce de conversaciones tan o más sustanciosas que el contenido de los platos: las manías arbitrarias de jefes y profesores, la subida de los precios, la última fechoría del gamberro oficial de 6º de Primaria… La vida.

Ángel recuerda las comidas de su infancia y adolescencia, hasta que el trabajo, la independencia y la madurez le hicieron marcharse a otras tierras, a otros cocidos. “Ahora no es tan fácil organizarse en ese sentido, pero yo tengo claro que en cuanto mis hijos tengan edad voy a intentarlo, aunque tenga que hacer eso tan poco ‘operativo’ de partir la jornada laboral”, dice.

La intuición que la nostalgia le regala a Ángel tiene, además, una base científica. El estudio “Cada comida es una oportunidad”, patrocinado por Knorr, una de las marcas de alimentación de Unilever, ha analizado el asunto en más de 15 países, incluyendo España. La conclusión general coincide con las sensaciones de Ángel, pero los detalles ayudan a comprender el porqué de éstas.

 

APRENDER Y COMER SANO

Muchas de las palabras que aprenden los niños, por ejemplo, las escuchan en la mesa: de cada dos mil nuevas palabras que un niño agrega a su vocabulario, mil las escuchó por primera vez en la mesa familiar. Además, se ha comprobado que los niños que comen en compañía con regularidad suelen tener mayor autoestima y acuden más motivados al colegio.

Y la salud emocional del núcleo también mejora: las parejas que comen más veces juntas, fortalecen su relación. Por no hablar de los valores nutricionales: lo niños que comen con sus padres consumen más verduras y frutas, ingieren menos alimentos fritos, grasas saturadas y grasas trans que los demás.

Jesús Contreras, catedrático de la Universidad de Barcelona especializado en antropología de la alimentación, apunta que, “culturalmente, en España y en muchos otros países comer es un ritual social e implica necesariamente comer en compañía”. El informe incide en cómo este tipo de comidas promueve la autoestima y el bienestar debido a las conexiones emocionales que se forjan con el transcurso del tiempo: “A la hora de comer, la gente se llama por el sobrenombre, se hacen chistes y comentarios intimistas que consolidan el vínculo familiar. Con el paso del tiempo, estas interacciones repetitivas crean un sentido de pertenencia personal y una identidad de grupo”.

 

MEJOR, SI ES EN CASA

Unos valores que, pese a la dificultad añadida que indiscutiblemente traen los nuevos tiempos, se resiste a desaparecer. Jesús Contreras, que también dirige el Observatorio de la Alimentación, niega las posturas catastrofistas: “En términos generales, se considera que nuestros comportamientos alimentarios actuales están desestructurados, se cocina menos, se come ‘de cualquier manera’… En definitiva, que comemos peor que hace unos años o que tradicionalmente.

Y, sin embargo, el estudio de Knorr muestra que, al menos desde el punto de vista de las actitudes, de las prácticas y de los valores declarados, no es tan grande la desestructuración”. En este sentido, las encuestas indican que hoy en día no se cocina tan poco como pudiera pensarse, ya que siete de cada 10 entrevistados declaran que lo hacen en su hogar, y a seis de cada 10, además, les gusta cocinar; se come más frecuentemente en la mesa que fuera de ella y en familia que en solitario, y ocho de cada 10 individuos comen, al menos, tres raciones de verduras y frutas al día.

Podría objetarse que las respuestas son más voluntaristas que reales. Pero incluso en es caso, insiste Contreras, “nos estarían poniendo de manifiesto una cierta realidad: la que refiere a las prácticas deseadas, esperadas, positivamente valoradas… Nos están reflejando cuáles son los ideales alimentarios de los españoles y españolas así como los beneficios individuales y sociales que se derivarían del seguimiento de esos ideales”.

 

ACTIVIDADES QUE SE REALIZAN DURANTE LA COMIDA PRINCIPAL

– Las actividades que se realizan con más frecuencia durante la comida principal en un día laborable son hablar con los otros miembros y compartir la comida (56,2%), disfrutar de la comida (51,3%) y mirar la televisión, escuchar la radio o leer la prensa (30,6%).

– Por el contrario, los días festivos aumenta el porcentaje de hogares en los que se habla con los otros miembros y se comparte la comida (56,4%) y en los que disfrutan de la comida (65,5%).

– El País Vasco destaca por ser la comunidad que más habla con el resto de miembros durante la comida, con un 68,6%.

– Canarias es la comunidad que más disfruta la comida con un 67,7%.

– En cambio, Castilla-La Mancha es la que más ve la televisión, escucha la radio o lee la prensa durante la comida, con un 67,7%.

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