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Mascotas: las vacunas naturales de tus hijos

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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Tener mascota no tiene por qué ser un riesgo para la salud de nuestros hijos. Un estudio realizado en Finlandia afirma que puede convertirse incluso en una ventaja para su sistema inmunológico.

Todo aquel que ha tenido o tiene un perro o gato, sabe que suelen ir acompañados de algunas enfermedades propias de su especie. Van irremediablemente unidos; como también va unido el ser padre con la preocupación por el bienestar de nuestros hijos. ¿Pero qué pasa cuando estas dos situaciones se producen a la vez? ¿Debemos deshacernos de nuestras mascotas por el bien de los niños?
Un estudio realizado por la Dra. Eija Bergroth en el Hospital Universitario Kuopio (Finlandia) afirma que no solo no debemos temer por los gérmenes que nuestro perro pueden traer a casa sino que, de hecho, esto -que antes se veía como un problema para la salud- puede ser la solución. “El objetivo de nuestra investigación era estudiar cómo los microbios de perros y gatos ayudan a madurar el sistema inmunológico de los niños”, explica. “Quería comprobar si el contacto con animales aumentaba a los riesgos de sufrir infecciones respiratorias”. Para su sorpresa, el resultado fue que los niños que convivían con perros o gatos tenían un 30% menos posibilidades de tener síntomas de infecciones respiratorias y un 50% menos de sufrir infecciones de oído.
El trabajo se realizó en 2012 con 397 bebés de entre 9 y 52 semanas de edad. “Durante el primer año de vida, los padres nos fueron informando semanalmente de la frecuencia de infecciones respiratorias y síntomas en sus hijos (rinitis, tos, fiebre, infecciones de oído, uso de antibióticos… ) y de los contactos que los niños tenían con perros y gatos. A través de métodos analíticos estadísticos, estudiamos la relación entre esos dos factores”.
La investigadora Eija Bergroth afirma que “los niños que tienen perros en casa estaban más sanos –en lo referente a enfermedades respiratorias- que aquellos que no tenían contacto con animales. También era menos frecuente que tuvieran enfermedades de oído y necesitaban menos antibióticos”.
Sin embargo, y a pesar de dicha investigación, no se ha conseguido determinar de forma específica el porqué de esta relación entre ambos factores. “Puede estar relacionado con la maduración del sistema inmunológico de los niños, que se mejora gracias al contacto estos animales –más con perros que con gatos-; pero son especulaciones”.

“El riesgo nulo no existe pero aislar a los niños de los animales puede ir en contra de su propia salud”
“Hoy en día, muchos inmunólogos tienen como hipótesis de trabajo que no es bueno mantener a los niños en burbujas que eviten que entren en contacto con los animales y la tierra.”, aclara Jorge Blanco, catedrático de Microbiología de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Santiago de Compostela.
Considera que “el sistema inmunitario tiene que entrenarse luchando frente a los patógenos invasores para poder reforzarse” e insiste en que “si impedimos que los niños jueguen en los parques con tierra, que toquen las plantas y a los animales, probablemente no les estamos haciendo ningún favor. Al contrario, es posible que tengan más problemas de alergias”. Según Blanco, el porqué está claro: “Se cree que, si el sistema inmune no está ocupado luchando con los patógenos invasores, al final podría terminar luchando contra las células normales de los tejidos”. Aunque por supuesto sin perder de vista que, en el caso de los niños menores de un año, tienen “un sistema inmunitario que no funciona al 100%” y necesitan medidas de higiene adecuadas. Insiste especialmente en la correcta vacunación del animal. “Si los perros están vacunados y pasan las revisiones correspondientes, el contacto con ellos es positivo”. “El riesgo nulo no existe; lo ideal es buscar un equilibrio entre extremar las medidas protectoras pero tampoco correr riesgos innecesarios, como darle al niño leche sin pasteurizar o carne y pescado crudos”.

“Hay muchos mitos sobre las enfermedades que traen las mascotas y que pueden contagiar a los niños”
Xavier Roura. es veterinario especializado en Medicina Interna del Hospital Clínic Veterinari UAB (Barcelona) y miembro del comité científico de Avepa (Asociación de Veterinarios Españoles Especialistas en Pequeños Animales).
Bajo su punto de vista, “aún faltan más evidencias científicas para confirmar las conclusiones de este estudio”. Sin embargo, considera que cada vez aparecen más investigaciones que “remarcan que el contacto precoz de los niños con diferentes agentes infecciosos hace que el desarrollo de ciertas enfermedades, tanto infecciosas como inmunológicas, se reduzca”.
Roura entiende que esta investigación “hace pensar que el contacto de los niños desde el nacimiento con perros y gatos incrementa el número y la variedad de antígenos -sustancias infecciosas-, lo que modula de una forma diferente, y posiblemente beneficiosa, la respuesta inmunitaria de los niños frente a las bacterias, reduciendo el desarrollo de enfermedades infecciosas”.
Para este veterinario, “hay una tendencia hacia la recomendación de la presencia de perros y gatos en el ambiente donde viven los niños para la prevención de algunas enfermedades como, por ejemplo, los problemas respiratorios o gastrointestinales y las alergias.”
Destaca que existen “algunos mitos” sobre las enfermedades que perros y gatos pueden traer a nuestros hijos.

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