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Técnicas de estudio. Enséñales a aprender

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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No sólo es sentarse en cualquier lugar y comenzar a
leer. Para sacarle provecho a las horas de estudio, pequeñas
cosillas pueden establecer la diferencia. Y en
eso lo padres poseen un papel importante en lo que a
disciplina y técnicas se refiere

Autor: ALEJANDRA CARRASCO

¡Es que yo estudio y me va mal! Se escucha a menudo en boca de los chavales cuando su rendimiento no es de los mejores. Entonces, ¿qué podemos hacer para que nuestros niños le saquen provecho a sus horas de estudio?
Algunas de estas medidas te podrán servir.
Para comenzar, debes tener en cuenta de que «no existe una sola técnica para estudiar. Se puede partir de unas estrategias generales que cada uno aplicará dependiendo del tipo de inteligencia y de su modo de ser. Las estrategias clásicas son el subrayado, los esquemas, resúmenes, repeticiones en voz alta, entre otros» explica la psicopedagoga Inmaculada Pérez, quien destaca también la importancia de la organización y la elaboración del material a estudiar. Que no sea simplemente una repetición mecánica.

 CON PERSONALIDAD  
Existen estudiantes que destacan en su capacidad visual y espacial, –explica Inmaculada Pérez– y las técnicas con que ellos funcionan mejor son las que siguen estrategias visuales y espaciales tales como esquemas, dibujos, distribución de las ideas en distintos niveles y con diferentes márgenes.
Por otro lado, los chicos con mayor capacidad verbal rendirán mejor con técnicas que pongan en marcha tal competencia: resúmenes, recitar en voz alta y extraer ideas principales. «Se deben conocer todos los métodos de estudio posibles y, entonces, escoger el más favorable para uno mismo. De este modo, se personaliza la manera de estudiar y así se adapta mejor al resto de hábitos y capacidades. Si uno tiene facilidad para sintetizar, el resumen le puede resultar ventajoso. Si, por el contrario, uno capta la información gráfica, el esquema que le favorece es el estudio-fotográfico», afirma la psicopedagoga.

 BULIMIA ESTUDIANTIL
Los «atracones» de conocimiento de última hora no sirven. Resulta mejor estudiar todos los días un poco. Por lo tanto, los padres deberán concienciar de esto a sus hijos y enseñarles a organizar su tiempo, como explica Inmaculada Pérez. «Si el niño o niña son de Primaria, se ha de establecer un tiempo para cada tarea, conviene utilizar un reloj visible para el niño. Para los mayores, es más importante que se centren en la tarea a realizar, lleve el tiempo que lleve, y organizar los deberes por su nivel de dificultad».

 CREAR AMBIENTE
El espacio físico contribuye a la concentración del alumno y el control de dicho espacio es una de las precauciones que no se pueden descuidar. Aspectos como la ventilación y la cantidad de luz contribuyen al cuidado de un ambiente que puede influir en el correcto aprendizaje. El estudiante debe tomar conciencia de la importancia de estudiar siempre en un mismo lugar, ya sea su propia habitación, el comedor de la casa o la biblioteca, pero que sea siempre un lugar que facilite su concentración y en el cual tenga a su alcance todo el material necesario para el desarrollo de su trabajo: libros de texto y de consulta, apuntes, papeles, bolígrafos y rotuladores fluorescentes. Los muebles también juegan un papel importante: debe existir una mesa propia, silla adecuada que asegure una buena postura, pero que no sea tan cómoda que invite a una siestecita.
Y algo que no se les debe permitir a los chavales nunca: los estímulos externos que sirvan de distracción como televisión, música y menos la tentación del ordenador cerca invitando a jugar. Por eso, es conveniente buscar la habitación más alejada de los ruidos.
También es importante la adecuada alimentación y el descanso. No es correcto comer mientras se estudia y conviene dejar pasar el tiempo de la digestión para iniciar las tareas. No olvidar que las bebidas excitantes (cola, café y otras) dificultan la concentración.

PARA UNA BUENA NOTA

Como padres es bueno que tomes nota de estas medidas. Son sencillas pero dan resultado.

– Procura que la zona de estudio de los chicos esté ventilada. Las neuronas necesitan oxígeno.

– Permite sólo música suave cuando la tarea no requiera casi nada de concentración, como dibujar o mecanografiar.

– Enséñales a planificar el tiempo a los pequeños, házles un horario de estudio diario y uno especial para la semana y déjalo en un lugar visible.

– Procura que los periodos de estudio tengan un descanso de 10 minutos cada cierta cantidad de tiempo (media hora a cuarenta y cinco minutos). Deben ser fijos y que este descanso no sea excusa para evadir sus responsabilidade – ¿Cuánto estudiar a diario? Entre 2 y 3 horas al día y 5 ó 6 días a la semana.

– Como padre, deberás controlar los resultados del estudio revisando las tareas o preguntándole la lección.

– Procura que los chavales duerman bien y lo suficiente cada noche.

– Evita que los amigos de sus hijos les telefoneen durante el estudio.

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