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TV en el cuarto=cates

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
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En la eterna disputa sobre los beneficios y peligros de las nuevas tecnologías en nues-tros hijos, pocas veces se dispone de datos que avalen unas tesis u otras. PADRES les ofrece en exclusiva un análisis de la influencia sobre el rendimiento escolar de algunos de los cacharros más habituales en las casas de los adolescentes, utilizando para ello la información facilitada por el programa PISA, un informe que permite medir el rendimiento escolar de los adolescentes en «puntos PISA» (la media es de 500) y calibrar la influencia de los distintos factores en los resultados.

Autor: José M. Lacasa

PISA son las siglas de un programa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que pretende medir el rendimiento de los sistemas educativos de todos los países desarrollados, además de ofrecer datos para analizar las posibles causas –de todo tipo– de los altos o bajos rendimientos de los alumnos.

El programa PISA examina cada tres años a miles de alumnos de 15 años de todo el mundo, y presenta sus conclusiones en un famoso informe –el último, en 2003– donde España siempre aparece en los últimos lugares de rendimiento. Sin embargo, PISA ofrece datos para hacer análisis más profundos o sobre temas tangenciales.
Por ejemplo, permite a cada país preguntar si sus alumnos poseen toda una serie de cacharritos –sean de carácter cultural, sean de puro entretenimiento– para averiguar cómo influyen en el rendimiento escolar. PADRES ha extraído los resultados de estos aparatos en algunos de los países de nuestro entorno.
Evidentemente, las nuevas tecnologías están en el punto de mira: unas parecen mejorar los resultados, otras empeorarlos. Sin embargo, el análisis permite afirmar que, curiosamente, la peor enemiga del rendimiento es una “vieja tecnología”: la televisión en el propio cuarto.


Televisión en el cuarto: sin duda, no hay peor enemigo de la escuela

No será por falta de avisos. Todos los que alguna vez han tratado temas de infancia/adolescencia y de rendimiento escolar han recomendado los mismo: ya sean educadores, médicos o responsables políticos, todos advierten que los electrodomésticos –ordenador, consola, televisión– deben situarse en las zonas comunes de la casa, nunca en el propio cuarto del menor.
Ahora PADRES les ofrece una evidencia empírica: el electrodoméstico más peligroso para el rendimiento escolar no es una “nueva tecnología”, sino un viejo enemigo, la televisión en el propio cuarto del menor.
Ya sea por la falta de sueño, por la distracción incontrolada que proporciona, o porque su nefasta programación “seque” el cerebro, el caso es que las diferencias de rendimiento entre los alumnos que poseen TV propia y los que sólo la tienen en el salón son enormes. .
De hecho, las diferencias brutas son escalofriantes (entre 30 y 40 puntos PISA de media, un abismo), pero como los alumnos de más bajo perfil socioeconómico son los que disponen con más frecuencia de TV propia, hay que “descontar” las ventajas de los alumnos de mayor nivel socioeconómico: aún así, las diferencias siguen siendo elevadísimas.
Un alumnos con TV en el cuarto pierde de media 23 puntos en matemáticas y 29 en lectura. Por sexos, mientras que las chicas pierden 20 puntos en matemáticas y 16 en lectura, los varones pierden 36 puntos en matemáticas y 35 en lectura. Un abismo que puede suponer, en muchos casos, el salto que separa la obtención del título de que su hijo engrose las abultadas filas del fracaso escolar.
Aunque el único país que ha preguntado por la “caja tonta” es Luxemburgo, en Austria preguntan por el DVD –lo que supone tener TV propia–, y los resultados siguen la misma tendencia, aunque lógicamente más moderada.


Vídeoconsola: el segundo enemigo del rendimiento

La vídeoconsola es uno de los electródomésticos que más influencia tiene en el rendimiento escolar de los quinceañeros. PISA pregunta por este juguetito en dos países, Irlanda y España, y en ambos países se obtienen resultados similares –por otra parte, nada sorprendentes.
Aunque no es nuevo el debate sobre las ventajas e inconvenientes de las consolas, lo que muestran los datos es que el hecho de que un quinceañero posea una vídeoconsola baja enormemente el rendimiento en lectura (18 “puntos PISA” en España y 21en Irlanda como media, una caída importante).

En el caso de las matemáticas se da un fenómeno curioso: mientras que las chicas apenas ven afectado su rendimiento, en los chicos la bajada de rendimiento es significativa: 14 puntos PISA en España y hasta 26 en Irlanda. Todo ello una vez eliminado la influencia socioeconómica.


Ordenador: pues depende de cómo se use…

La polémica sobre el uso del ordenador y el rendimiento escolar sigue viva, aunque algunos datos nos permiten entender algo de lo que está pasando. De hecho, PISA, en la edición 2003, preparó un cuadernillo específico sobre nuevas tecnologías, pero desdichadamente nuestros responsables educativos declinaron pasarlo a nuestros estudiantes.
Sin embargo, existen algunos estudios en otros países occidentales, como el de la Universidad de Munich o el elaborado por la propia OCDE. Sus conclusiones fundamentales son, entre otras, que la mayor o menor presencia de ordenadores en los centros no favorece el rendimiento escolar, y si los alumnos lo usan mucho puede llegar a ser contraproducente. O que la presencia de un ordenador en casa favorece ligeramente el rendimiento escolar, pero supone, sobre todo, una oportunidad: los alumnos que además de tener ordenador tienen un ambiente socioeconómico favorable aprovechan mejor las ventajas de la computadora que los que no lo tienen; los alumnos que utilizan el ordenador habitualmente para realizar tareas escolares o buscar información obtienen claramente mejores resultados.


Instrumento musical: una señal de estatus, no de mejor rendimiento

Aunque las diferencias brutas de rendimiento entre los alumnos que poseen un instrumento musical y los que no son en principio considerables, una vez que se elimina el efecto de los factores socioeconómicos, queda claro que su influencia positiva en el rendimiento educativo, tanto en lectura como en matemáticas, no sólo desaparece, sino que se vuelve ligeramente negativa. Tres son los países que han preguntado por la influencia de la posesión de un instrumento musical: Suiza, Escocia e Italia, y los tres tienen resultados similares (aunque en Suiza son considerablemente peores). Un instrumento musical puede quitar tiempo de estudio, pero seguro que compensa.


MP3: U2 puede empeorar las notas…

Evidentemente, el problema no es U2 –o cualquier otro tipo de música–, sino el tiempo que se le dedica. El caso es que tener un reproductor MP3 en Austria baja ligeramente el rendimiento escolar, aunque más en lectura que en matemáticas, y más a los chicos que a las chicas (por cierto, el menor impacto de cualquier cacharro en las chicas que en los chicos puede explicarse por el distinto desarrollo de ambos sexos a los 15 años: a esa edad, las chicas han madurado más y son menos influenciables). En la República Checa, sin embargo, la posesión de un discman reduce más acusadamente el rendimiento escolar. Claro que los checos están algo lejanos…


Música clásica: …pero Mozart no las mejora

En la zona flamenca de Bélgica –por cierto, la región que obtuvo los mejores resultados en PISA del mundo– no se les ocurrió mejor idea que preguntar a los alumnos sobre si tenían CD de música clásica. Los resultados parecían avalar que escuchar este tipo de música mejoraba el rendimiento. Sin embargo, un análisis más profundo permite afirmar que las ventajas de oír a Mozart se deben en realidad al ambiento socioeconómico, al estatus de la familia del alumno. Vamos, que si introduce a su hijo en el gusto por algunas de las joyas artísticas de la humanidad, seguro que le está haciendo un favor. Pero no le servirá para mejorar en el colegio.


Móvil: no hay manera de saberlo

No hay evidencia –al menos proporcionada por el informe PISA– de que la posesión del móvil descienda el rendimiento escolar. No es que no influya, es que no hay manera de saberlo: como el 95% de los alumnos de 15 años poseen teléfono móvil propio, si existe influencia en el rendimiento o no, no hay manera de saberlo, sencillamente porque no hay nada con qué compararlo. En el argot judicial, diríamos que este perpetuo compañero de nuestros adolescentes queda absuelto por falta de pruebas. Está probado que este cacharro es uno de que crean más distorsiones en un aula (de hecho, la Comunidad de Madrid acaba de prohibirlos), pero… hasta ahí podemos leer.

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