Un 15% de los niños no tiene horario para ir a dormir

Aquello que veíamos en la tele de ‘Vamos a la cama, que hay que descansar’ hace 30 años parece haber desaparecido. Ahora, Telerín se acostaría a una hora que oscilaría entre las 10 de la noche y la 1 de la mañana.

Según un reciente estudio dirigido por el doctor Gonzalo Pin Arboledas, miembro de la Unidad Valenciana del Sueño del hospital Quirón, un 15% de los niños y niñas de 6 a 15 años asegura que no tiene hora para ir a la cama entre semana, pese a las lógicas obligaciones del día siguiente, siendo ellos “los que deciden a qué hora se acuestan”, advierte.

“No hay una programación infantil adecuada en la televisión”, nos comenta Luisa, madre de un niño de 11 años, “y si queremos cenar en familia, el horario en el que llegamos a casa y el tiempo que nos lleva preparar la cena es el que es…”. ¿Ausencia de normas?

“Sólo el 19% de los adolescentes –de 12 a 15 años– afirma que se acuesta a una hora determinada los días que tiene clase, por lo que el resto –ocho de cada diez– lo hace cuando le viene en gana”. El estudio habla de otros desajustes como el hecho de que casi el 9% de los escolares de 6 a 8 años se queda dormido en su cama únicamente dos o tres veces por semana.

Déficit crónico de sueño

Pesadillas, sonambulismo… Son síntomas e indicadores de un déficit de sueño crónico que muchos adolescentes pueden sufrir debido a la falta de horarios y control con sus horas de descanso: un 53,9% de los participantes en el estudio del doctor Pin reseñaban que sufren pesadillas más de una vez por semana. Por otra parte, 4 de cada 10 niños entre 6 y 8 años y un 25% de los preadolescentes (entre los 9 y los 11 años) se levantan de la cama con la sensación de no haber descansado lo suficiente.

¿Qué consecuencias tiene el déficit crónico de sueño? Desde hace tiempo que los expertos advierten de que tanto el fracaso escolar como la obesidad tienen que ver con esta deficiencia. Pin explica que un estudio anterior sobre la opinión de los maestros constataron que más del 4% de los escolares “se duerme en clase al menos cuatro veces a la semana. Y otro 23,2% estaban a punto de dormirse” en el pupitre.
Para terminar, el doctor Gonzalo Pin Arboledas recuerda que, de promedio, un preadolescente debe dormir unas ocho horas, mientras que en la adolescencia la media sube hasta las nueve horas.