fbpx

Verano: ¿un poco de estudio o libertad total?

padresycolegios.comSábado, 1 de enero de 2022
0

Como todos los años, lo que prima en esta época son las vacaciones y la casa se convierte en un descontrol total. Uno se levanta a las mil y monas; el otro se pasa la vida tumbado a la bartola viendo la tele o pegado a la Play… Los padres, un tanto desesperados, se plantean el mismo dilema cada verano: ¿les metemos en cintura o dejamos que se desfoguen después de todo el curso? ¿Un rato de estudio cada día? ¿Cuánto tiempo de descanso y cuánto tiempo de trabajo?

De momento adelantamos esto: no se trata de martirizar al niño persiguiéndole todo el día con el cuaderno de sumas o el libro de geografía, pero tampoco de permitir que las vacaciones le conviertan en un vago redomado.

Estar de vacaciones no significa “estar mano sobre mano”, sino cambiar de actividad. Toda una filosofía que debíamos aplicar a nuestro veraneo. Es necesario descansar… de acuerdo; pero tampoco es cuestión de tirarse tres meses sin dar golpe. La primera labor –y fundamental– es hacerles comprender que el tiempo libre no es un tiempo “para no hacer nada”. Es un momento óptimo para educar en el ocio.
No hace falta establecer disciplina de cuartel. Conviene dejar que se desfoguen 8 ó 10 días. Y, después, llegó el momento de establecer un plan, una distribución de tiempo, una propuesta de actividades. Eso sí, con una planificación flexible.

Qué hacemos con el suspendido
En esto de los planes de vacaciones hay que establecer, como quien dice, dos bandos: los suspendidos y los no suspendidos. Porque el panorama cambia bastante, ¿no? Los primeros deberán dedicar al estudio un mínimo de tiempo diario, según la edad del alumno, la cantidad y calidad de las asignaturas suspendidas, etc. Por cierto, nada de dejarles sin veraneo… que también tienen que descansar. Además, no siempre el resultado de fin de curso es un fiel reflejo del esfuerzo realizado. Tampoco hace falta estar machacando al chico todo el día con sus suspensos. Una vez que ha terminado de estudiar, también tiene derecho a vivir sus vacaciones, no le hagamos la vida imposible. A veces tenemos la manía de machacar a los hijos y así lo único que conseguimos es que estén “desesperados contra nosotros”.

No perder los hábitos de estudio
¡Ah, pero el no suspendido tampoco se libra! Los pedagogos aconsejan que también éste dedique algún tiempo a estudiar, no tanto para ampliar conocimientos, sino para que no pierda los hábitos de estudio, y evitarle así un inicio de curso desagradable. Si un deportista se pasara tres meses sin hacer ejercicio, le costaría recuperar la forma física, lo mismo le ocurre al estudiante.

0
Comentarios