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Cataluña solivianta al mundo educativo al adelantar el inicio del curso escolar

El conseller de Educación de Cataluña, Josep González-Cambray, ha puesto en pie de guerra a profesores y familias al anunciar que el inicio del curso escolar 2022-23 se avanzará al día 5 de septiembre en Infantil y Primaria y al 7 de septiembre para ESO, Bachillerato y ciclos formativos y acabará los días 22 y 20 de junio, respectivamente.
EfeViernes, 11 de febrero de 2022
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El presidente de la Generalitat Pere Aragonès ha presentado la medida por sorpresa.

Tanto sindicatos de docentes como las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Cataluña (Affac) han asegurado que desconocían la medida y que no ha sido consensuada ni siquiera informada por el Departamento de Educación, que ha presentado la medida por sorpresa y con la presencia del presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y sin haberla propuesto en el Consejo Escolar de Cataluña. Aragonès ha explicado que avanzar el inicio de curso responde a una «necesidad pedagógica de mejorar los resultados educativos» y favorece «la igualdad» y la conciliación familiar, pese a las críticas de las familias que deberán recoger a sus hijos de las escuelas antes ya que durante septiembre los alumnos tendrán jornada reducida de 9 a 13 horas.

En Cataluña, hasta ahora el curso escolar siempre comenzaba tras las celebración del 11 de septiembre, cosa que Cambray ha dicho que situaba a Cataluña como una de las zonas de Europa donde empezaba más tarde el curso escolar. Con los cambios, «racionalizamos el calendario en base a criterios pedagógicos» y «nos acercaremos más al que rige en la mayoría de países europeos», ha argumentado el conseller.

El avance de las fechas de inicio de curso no implicará incremento de las horas laborales para los docentes, y el número total de horas de clase será el mismo porque, según el conseller, el periodo de Navidad «tendrá un día festivo más» con la finalización del primer trimestre el día 21 de diciembre. Además, los días de libre disposición de los colegios pasarán de los 3 actuales a 4, con la recomendación de que se haga en el segundo semestre porque «es el periodo escolar más largo sin festivos», según Cambray.

El avance de las fechas de inicio de curso no implicará incremento de las horas laborales para los docentes, y el número total de horas de clase será el mismo

Otra de las novedades será que durante el mes de septiembre la jornada escolar será de 09:00 a 13:00 horas en Infantil y Primaria y no habrá horario lectivo por la tarde, aunque si habrá servicio de comedor escolar, mientras que en institutos el horario «será el habitual». Septiembre es «uno de los meses más calurosos», ha afirmado el conseller como uno de los argumentos para defender la ausencia de clases por las tardes. Después del comedor, que finalizará a las 15:30 horas, cada centro educativo «organizará las actividades que considere, como ocurre en el mes de junio», ha añadido el conseller.

Ante la polémica suscitada entre las familias, el Departamento de Educación ha matizado esta tarde que las actividades no lectivas hasta las 16:30 horas serán gratuitas, costeadas por la Generalitat, en contra de lo que había afirmado el conseller por la mañana. Cambray también ha defendido que la jornada compacta en septiembre favorecerá que el profesorado, que deberá permanecer en el centro hasta las 15:00 horas, «tenga más horas de coordinación al no hacer horas por las tardes».

Los sindicatos docentes han rechazado de forma unánime el adelanto del curso escolar, han criticado la falta de diálogo del departamento antes de imponer la medida y han pedido poder negociarla. Para la portavoz del sindicato mayoritario, Ustec-Stes, Iolanda Segura, avanzar el curso implicará perder calidad de enseñanza porque los profesores no tendrán tiempo para preparar el curso y ha criticado la falta de diálogo antes de aprobar la medida, por lo que ha pedido la dimisión de Cambray.

La responsable de Educación del sindicato CCOO, Rosa Villaró, se ha mostrado «absolutamente perpleja» con la medida anunciada, que «ha llegado sin tener ningún contacto previo» y «ni siquiera pasar por el Consejo Escolar de Cataluña, máximo órgano consultivo en materia educativa». «Estamos ante una nueva situación de desprecio de la consellería hacia la comunidad educativa», ha denunciado Villaró, que ha apuntado que «se tienen que valorar muy bien aspectos como dejar a los alumnos sin clases por las tardes durante septiembre, cuando no hay una oferta de ocio educativo organizada y gratuita».

Los sindicatos docentes han rechazado de forma unánime el adelanto del curso escolar, han criticado la falta de diálogo del departamento antes de imponer la medida y han pedido poder negociarla

La intersindical CSC también se opone a la modificación del calendario porque cree que es «una medida que responde a cálculos políticos y no busca la mejora educativa», ya que «parece que el Govern considere los colegios como aparcamientos para niños y que la economía pasa por delante de la Educación». Para este sindicato, avanzar el inicio de curso implicará falta de tiempo para prepararlo, en un momento en que la Generalitat «está preparando una reforma sustancial del currículum».

La Federación de Educación de UGT ha afirmado que el anuncio demuestra que para la Consellería «no es prioritario hablar y consensuar sus propuestas con trabajadores, sindicatos y direcciones aunque la decisión tenga importantes implicaciones laborales y familiares».

La directora de las Asociaciones Federadas de Familias de Alumnos de Cataluña (Affac), Lidón Gasull, ha mostrado su «temor» a que la implantación de la jornada de 09.00 a 13.00 horas en Infantil y Primaria el curso 2022-23 «signifique ir preparando el escenario para generalizar la compacta durante todo el año». Gasull ha reconocido que el anuncio les ha cogido «por sorpresa» porque «en ningún momento se había planteado la posibilidad del cambio de calendario, ni siquiera en el seno del Consejo Escolar de Cataluña».

Sobre el contenido de la medida, Gasull ha reconocido la «dificultad» de valorar los cambios porque no conocen «la letra pequeña», pero ha mostrado su temor a que «sea un primer paso para generalizar la jornada de mañana en las escuelas» y de «tender a la privatización de las actividades fuera del horario lectivo», con los consiguientes costes que «no todas las familias podrán asumir».

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