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¿Todo vale en el arte contemporáneo?

Hay obras que no se sostienen narrativamente, 'lobbies' que aúpan a uno de los suyos por intereses meramente ideológicos; pero llevar la totalidad de todo un sector a que es fraudulento me parece injusto y fácilmente rebatible.
Omar Jerez
Artista
1 de agosto de 2022
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Si, no o tal vez. No soy militante de los debates fundamentalistas y creo que en las dos vertientes existe una sharía en la que es difícil iniciar un debate sin conatos de agresividad. Me atrevería a decir que las dos partes tienen argumentación suficiente para ser escuchadas y que lleve a un debate sensato sin necesidad de descalificar al oponente.

Los dos máximos defensores de los que consideran el arte contemporáneo como un fraude postmoderno son Avelina Lésper y Antonio García Villarán. Existe muchas líneas argumentales en las que creo que son certeros, brillantes y merecedores de toda mi atención, pero ambos tienen una laguna que les es imposible rellenar. Y es que ninguno de los dos propone nada nuevo a lo ya existente.

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Es cierto que en el arte contemporáneo existe especulación, pero llevar la totalidad de todo un sector a que es fraudulento me parece injusto y fácilmente rebatible

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No hay propuestas, no hay debate académico, no hay tesis doctorales que avalen vuestro hilo argumental. No hay un comité científico: solo palabras en bucle, como V.I.P. (videoarte, instalación, performance), palabra creada por Avelina Lésper, o Hamparte, término designado por Antonio García Villarán.

Es cierto que en el arte contemporáneo existe especulación, obras que no se sostienen narrativamente, lobbies que aúpan a uno de los suyos por intereses meramente ideológicos; pero llevar la totalidad de todo un sector a que es fraudulento me parece, cómo mínimo, injusto y fácilmente rebatible.

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Hay que proponer, proponer y proponer. Y si es algo nuevo mucho mejor para el ejercicio global de todos los agentes participantes en el debate.

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Hay personas que me han recriminado que hable de Avelina Lesper y Antonio García Villarán, pero es que vosotros sois una voz que representa a millones de personas, tanto dentro como fuera del circuito; y para mí sí hay que daros un altavoz para que se pueda llegar a un entendimiento, eliminar barreras infranqueables y acercar posturas entre las dos corrientes.

En mi caso, he puesto las dos líneas contrapuestas a nivel teórico para llevarlo desde el ejercicio científico a prueba/error: mi teoría se llama Arquitectura Híbrida Simulada y ya ha mostrado este debate con una propuesta, no con una crítica ni con un objetivo por definir. ¿Entendéis desde el máximo respeto, Avelina Lésper y Antonio García Villarán, por dónde voy?

Propuesta. Hay que proponer, proponer y proponer. Y si es algo nuevo mucho mejor para el ejercicio global de todos los agentes participantes en el debate. Para muestra, un botón.

Arquitectura Híbrida Simulada

Ante el debate eterno entre los que consideran que el arte contemporáneo sí tiene validez artística y, por el contrario, los que se posicionan tachándolo de fraude postmoderno —como es el caso de la archiconocida crítica de arte Avelina Lésper—, propongo una teoría expositiva que enfrenta estos dos conceptos antagónicos llamada Arquitectura Híbrida Simulada.

Su principal premisa consiste en buscar una casa, piso, vivienda o loft con carácter neutro, siempre alejado de referencias artísticas, donde los artistas y el propietario lleguen a un consenso para exponer en cualquier habitáculo que ofrezca el inmueble con la intención de no alterar el sentido estético con la obra que se vaya a colocar. El espectador no nunca puede tener una referencia entre lo que es un objeto o mobiliario integrado de la casa y lo que es la obra de arte.

Para cumplir su objetivo, Arquitectura Híbrida Simulada se rige por las siguientes normas:

  1. Los artistas deberán usar para exponer todo el mismo material que contenga la casa e integrar su pieza como un elemento más, sin que el trabajo artístico destaque por encima de lo que contenga la propiedad, ya sean las puntas, los adoquines, los clavos, los enchufes, los interruptores, las cortinas, los muebles, las camas, los edredones, la madera, el suelo, la pintura, la decoración o cualquier material tecnológico que contenga el inmueble.
  2. No habrá interacción entre los artistas y los asistentes a la exposición para no alterar la mirada de los que están observando, manteniendo así el hermetismo como objetivo prioritario.
  3. Los artistas no deberán, ni antes, durante o después, desvelar cuáles eran los elementos de la casa que estaban integrados por parte del propietario y cuáles son sus trabajos artísticos, manteniendo el desafío entre las dos corrientes para las que está teorizado el proyecto, todo ello firmando en un documento de confidencialidad.
  4. No tendrá una función comercial de venta-compra, intercambio o cualquier gestión monetaria, por lo que las obras formarán parte de la vivienda como ejercicio de agradecimiento a la persona que se haya prestado a facilitar su hogar para dicha exposición.
  5. Se podrá trabajar con cualquier disciplina artística, siempre acatando cualquiera de las normas descritas anteriormente.
  6. La exposición tendrá un solo día de duración, ya que se realiza en una vivienda no habilitada como lugar expositivo, no causando así mayores molestias de las que se han podido originar.
  7. Cabe la posibilidad de utilizar otros espacios, como pueden ser un negocio, una oficina, una fábrica, un taller, una nave industrial, colegios, universidades, tanatorios, lugares de culto o todas las variantes arquitectónicas que existan y que uno tenga a su alcance.
  8. No se admiten reformas o cualquier alteración en la vivienda para colocar la obra, ya que el artista deberá atenerse a las condiciones que tenga el espacio, sometiéndose el creador y no el propietario al desafío para el que se ha creado esta teoría.
  9. Cabe la posibilidad de que el artista o los artistas no hayan expuesto ninguna obra, pero la exposición siga teniendo su programación expositiva sin que ello altere el objetivo.
  10. El espacio a exponer no puede contener ni un solo elemento de manifestación artística, ya sea escultura, pintura, grabado o cualquiera de las ramas existentes en el arte contemporáneo, pues esto manipularía la teoría pudiendo llevar innecesariamente a la confusión del espectador.
  11. Puede llevarse a cabo todo lo mencionado sin dar previo aviso a los asistentes que se encuentren en el marco de una exposición, justificando, sin ser conscientes ellos, el hecho de estar en el lugar con cualquier excusa que los artistas y el propietario consideren oportuno sin necesidad de desvelar que están en el marco de Arquitectura Híbrida Simulada.
  12. Cualquier punto mencionado que no cumpla los requisitos de Arquitectura Híbrida Simulada será invalidado de esta teoría.
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Comentarios

  1. José González
    1 de agosto de 2022 18:38

    Me parece sensato el planteamiento de Omar Jerez, dicho lo cual, una de las partes enfrentadas que agitan el avispero (Avelina Lesper/Antonio García Villarán) se lucran de un espectáculo simplón y con fecha de caducidad.