Los directores alertan de la falta de espacio para las nuevas aulas de 1º de la ESO en algunos centros

La Asociación de Directores de Institutos Públicos de Madrid (Adimad) aplaude la reducción de la ratio en 1º de Educación Secundaria Obligatoria (ESO), que supondrá la apertura de 315 nuevas aulas repartidas por los institutos de la región en este curso escolar 2023-24, pero expresa su preocupación porque «como se ha hecho sin planificación» hay centros en los que falta espacio para colocar a esos grupos que terminarán en aulas de desdoble, laboratorios, bibliotecas o aulas prefabricadas.

«El problema que tenemos los directores, ahora mismo, es ver dónde colocamos a los nuevos grupos de 1º de ESO, porque en algunos centros hay dificultades para encontrar espacios», explica a Efe la presidenta de Adimad, Rosa Rocha.

Rocha se muestra segura de que este año el problema se resolverá con aulas de desdoble, con laboratorios, con bibliotecas, con aulas prefabricadas, popularmente conocidas como barracones, o solicitando la cesión de espacios municipales para poder impartir las clases, pero se pregunta qué ocurrirá en los años siguientes, cuando la bajada de la ratio se vaya extendiendo a 2º, 3º y 4º de ESO, porque esto supondrá un mayor número de grupos a los que habrá que darles un espacio.

Rocha celebra la bajada de la ratio en 1º de ESO, que implica un aumento de los grupos y de la calidad de la enseñanza, aunque muestra su inquietud por la pérdida de grupos en Bachillerato por las becas creadas por el Gobierno regional para los alumnos que quieran cursar estos estudios en centros privados autorizados por la Comunidad de Madrid.

«Los alumnos de la concertada que antes pasaban a los centros públicos, ahora, con las becas para el estudio de Bachillerato, continúan en los centros privados», expone la presidenta de Adimad, que rechaza este modelo que potencia a la enseñanza privada en detrimento de la pública.

Tras conocer que la Comunidad de Madrid oferta este mes de septiembre cerca de 13.000 plazas vacantes en los distintos niveles de Formación Profesional para el curso 2023-2024, Rocha pone de manifiesto la dificultad de encontrar en la página web de la Comunidad de Madrid las plazas que quedan libres, de qué ciclos son y en qué centros están disponibles, por lo que pide más «transparencia» a la Administración regional a la hora de aportar esta información a los alumnos y le sugiere que ponga un enlace en la red social X, antes conocida como Twitter.

Otra cuestión que le preocupa es la figura del coordinador de bienestar y protección de la infancia y la adolescencia en los centros educativos, ante el aumento de los intentos de suicidios y los problemas de salud mental entre los alumnos tras la pandemia de la Covid-19.

«El coordinador de bienestar es el patito feo del sistema educativo, porque no cobra, no cuenta con un complemento, no dispone de reducción horaria y tiene que hacer un montón de papeleo y burocracia para informar a la Consejería de los casos que van surgiendo», subraya la presidenta de Adimad.

Rocha indica que el profesor que asume esta tarea de forma altruista recibe el reconocimiento de las familias y de los compañeros por su «ayuda», pero considera que «la Comunidad de Madrid no ha hecho nada para atajar este problema como debería».

Desde su punto de vista, «el problema no se está resolviendo; lo único que hacemos los centros es informar a la Consejería de Educación y derivar a los servicios sociales y a salud mental, pero, en la mayoría de los casos, tampoco hay respuesta por esa parte, porque los servicios de salud mental están saturados y sólo los casos más graves reciben atención al cabo de un mes o un mes y medio».

Para «dar una respuesta» a los niños y niñas que se encuentran en situaciones vulnerables y que se están «quedando atrás», insta a la Comunidad de Madrid a poner más recursos y contratar orientadores y psicólogos para que los atiendan en los centros educativos porque hay familias que no pueden pagar un psicólogo privado.