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‘The sustainable island’, un proyecto multicultural, multilingüe y multiplataforma

El IES El Rincón, de Gran Canaria, reúne a más de 40 estudiantes procedentes de la propia isla, de Dinamarca, Islandia y Senegal para elaborar aplicaciones relacionadas con los ODS, dentro del Proyecto ‘The sustainable island’. Este Centro de Excelencia de Formación Profesional en Tecnologías de la Información introduce cada año esta modalidad de trabajo grupal en el módulo de Proyecto, que realiza el estudiantado antes de las prácticas.
Begoña ÁvilaLunes, 8 de abril de 2024
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Estudiantes y profesorado participantes en el proyecto ‘The sustainable island 2024’, en el IES El Rincón.

Un proyecto multicultural, multilingüe y multiplataforma. Así es ‘The sustainable island’, la iniciativa nacida en 2020 (con otro nombre entonces) de la mano de los docentes del Ciclo Formativo de Grado Superior de Desarrollo de Aplicaciones Multiplataformas del IES El Rincón (Gran Canaria) Alberto Alemán y Tiburcio Cruz, en colaboración con Heinz Kanstrup, profesor del Techcollege (Alborg, Dinamarca). Fue tras una propuesta del danés cuando los tres crearon un proyecto que consistiría en la realización de aplicaciones multiplataforma por parte de equipos formados por estudiantes de ambos centros.

“La pandemia truncó la primera edición en la que –explica Tiburcio– la comunicación entre los componentes de los equipos fue un poco complicada”. Sin embargo, a día de hoy, el ensamblaje de esta actividad, a la que desde el año pasado se ha invitado a participar a la escuela tecnológica islandesa Tækniskólinn, es mucho mejor. “Ahora trabajamos desde muchos meses antes e, incluso, en noviembre, y para esta edición, que es la cuarta, vinieron los docentes de Dinamarca e Islandia con el fin de planificar mejor el desarrollo de la misma”, expone el profesor.

Los docentes de Gran Canaria, Dinamarca e Islandia, junto al director del IES El Rincón, Alejandro García.

En esa visita se preparó una forma común de trabajar la programación para el alumnado. “Se hizo a través de Git -continúa Tiburcio-, un sistema que facilita la colaboración entre equipos de desarrollo y que nosotros mismos probamos antes, para evitar diferencias de criterios y metodologías entre los estudiantes”. Posteriormente, se llevaron a cabo algunas reuniones más hasta que llegó la fecha clave: el 28 de febrero, día en el que tuvo lugar el primer encuentro online con todos los participantes en el proyecto, al que, además, se incorporaban en esta edición cuatro estudiantes de la Escuela de telecomunicaciones ESMT Dakar, de Senegal, llegados a la isla gracias a otro proyecto de movilidad del mismo IES El Rincón.

“Para el alumnado, y para nosotros mismos, el profesorado, el módulo de Proyecto, que es el que va antes de que se vayan a hacer las prácticas en empresas, es la guinda del pastel”, explica Alberto, el tutor del grupo. “Por eso, y porque desde que comienza el curso tratamos de crear un ambiente lo más cercano al de las empresas posible, lo vemos como una oportunidad para que, además, puedan trabajar con personas de otras nacionalidades, algo que es muy habitual en este sector”.

Equipos trabajando.

Nareme Henríquez, alumno del centro grancanario, corrobora la importancia del proyecto multinacional: “Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Poder trabajar con compañeros de otros países, ponernos de acuerdo sobre qué queríamos trabajar, mediante reuniones online, y luego llevarlo a cabo en el centro –explica– es toda una experiencia que, además, hemos realizado hablando en inglés”.

Parte del alumnado del ciclo lo realiza en la modalidad bilingüe, y Nareme está entre ellos. Su grupo, compuesto por otro compañero de su misma clase, Adonay, además de Anders, de Dinamarca y Marcela, de Islandia, tuvo una comunicación “muy fluida desde el principio”, hasta el punto de que el joven sigue en contacto, semanas después, con su equipo, con el que creó una aplicación basada en la extendida práctica en Islandia del autostop: Wanderers.

El equipo de Nareme, trabajando.

“En las primeras reuniones online salió la idea; luego nos reunimos unas cuantas veces más por videoconferencia con el fin de definir exactamente el ODS a trabajar con la app, realizar una investigación al respecto de otras aplicaciones que hubiera ya de ese tipo, analizar el público al que iba destinado, cómo planeábamos realizar la interfaz del usuario (lo que ve el usuario cuando la utiliza), así como el proceso de programación para hacerla posible”.

Una semana después, y con todos los equipos habiendo realizado procesos similares al de Nareme y sus colegas, el IES El Rincón recibió al alumnado y profesorado de los centros de Dinamarca e Islandia, así como a los cuatro estudiantes senegaleses.

Fueron dos semanas muy intensas de trabajo en la que los equipos, conformados casi todos por uno o dos canarios, un estudiante danés y otro islandés, y, en algunos casos, otro de Senegal, se pudieron conocer personalmente, practicar inglés aplicado a su futuro ámbito laboral y desarrollar proyectos con personas de otros países que, “al final, es lo importante de este proyecto: la correcta interacción, el trabajo en equipo y la oportunidad de trabajar con personas con una cultura diferente a la nuestra”, explica Tiburcio. En esas semanas también hubo tiempo para conocer algunos rincones de la isla, como el Mirador de Bandama, donde Nareme y otro compañero llevaron a sus equipos para que conocieran un poquito más la isla, antes de comenzar el trabajo en el Aula ATECA (Aula de Tecnología Aplicada) del centro.

Varios estudiantes en el Mirador de Bandama.

Así, además de la aplicación del equipo de Nareme, nacieron otras como BookIsland, basada en el ODS 5, relacionado con la educación, y cuyo objetivo es ofrecer un espacio online donde los usuarios puedan intercambiar o donar sus libros y compartir sus opiniones. También Hobbify, basada en el ODS 3, de promoción de la vida sana, y cuyo fin es encontrar actividades para realizar con amistades; o There is only one planet, una red social medioambiental en la que los usuarios comparten sus logros y animan al resto a conseguir sus propios retos.

Alberto Alemán reconoce que lo más probable es que la mayoría de las aplicaciones no sigan desarrollándose porque es habitual que el alumnado obtenga un trabajo tras finalizar las prácticas, o muy poco tiempo después. “Existe una tasa de inserción laboral en el primer año muy muy alta”, reconoce el docente que, igualmente insiste en que lo importante de “The sustainable island” no es si finalizan la aplicación o no, sino las relaciones y las enseñanzas que han extraído de sus compañeros y compañeras, a los que tres semanas antes de iniciar el proyecto no conocían, y con quienes han realizado un trabajo muy semejante al que desarrollarán en su futuro profesional.

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