Enrique Escandón: "No puedes hacer marca sin un proyecto educativo sólido"
Esta afirmación resume buena parte de su visión sobre las nuevas demandas que reciben los centros educativos. Escandón analiza las prioridades de padres y colegios en un contexto de cambio vertiginoso.
Los valores ya no son patrimonio exclusivo de los colegios religiosos
La demanda de valores ha dejado de ser una seña exclusiva de los centros religiosos. «No tienes que ofrecer solo valores, sino que los alumnos tengan una personalidad real marcada», defiende Escandón. Esta afirmación conecta con un fenómeno creciente: la necesidad de que los adolescentes sepan «decir no», ser asertivos y desarrollar un espíritu crítico. «Eso no es negociable», sentencia.
El director de Marketing subraya que hoy las familias quieren mucho más que garantías académicas. Buscan honestidad en el proyecto educativo. «La honestidad en los colegios es cada vez menos usual», advierte al señalar que casi todos los centros prometen en sus webs ser innovadores, holísticos o tener al alumno en el centro. «Eso está tan manido que ya no dice nada», remacha.
La tecnología deja de ser reclamo para convertirse en herramienta
Hace años, la tecnología era un factor de atracción. Hoy, según Escandón, su papel ha cambiado radicalmente. «Depende del perfil de familia, pero nadie puede ir en contra de la tecnología», admite. Eso sí, advierte que es fundamental enseñar a los alumnos a hacer un uso responsable y que «la tecnología no sea un agravio».
En este sentido, diferencia claramente entre el uso pedagógico de la tecnología y el recreativo. «En la cabeza de un chaval es la misma tecnología», reconoce, por lo que la formación en salud mental y autocontrol se vuelve indispensable. «No se trata de prohibir, sino de acompañar», añade.
Marketing emocional: la visita al colegio debe enamorar
«Todos los padres piden lo mismo: que su hijo sea feliz», afirma Escandón. Esto se traduce en una experiencia educativa que va más allá de los contenidos. «La visita al colegio debe enamorar a la familia», explica. Para él, el día a día del centro es el mejor marketing. «Ver un colegio vivo, con niños sonriendo, maestros implicados y un ambiente sano, es lo que realmente convence».
Todos los padres piden lo mismo: que su hijo sea feliz
"En este punto, diferencia entre vender servicios y ofrecer un proyecto vital. «No somos empresas de servicios que ofrecen educación, somos empresas educativas que ofrecemos servicios», aclara.
Profesores vocacionales: la base para construir una marca educativa
Para Escandón, el profesorado es clave. «El profesor es un referente para sus alumnos», subraya. Su papel va mucho más allá de impartir clases. «Somos un ejemplo desde cómo vestimos hasta cómo nos expresamos», sostiene. Por ello, considera urgente contar con «profesionales vocacionales» que lideren grupos y ayuden a los alumnos a crecer.
En este sentido, recalca que «no puedes hacer marca sin un proyecto educativo sólido». La coherencia y la credibilidad son, para él, los pilares sobre los que se construye la confianza de las familias. «Una marca es lo que piensan de ti cuando no estás presente», concluye.
No puedes hacer marca sin un proyecto educativo sólido
"La visión de Escandón deja claro que el marketing educativo ha evolucionado. Hoy se trata menos de vender y más de convencer desde la autenticidad. Un reto que solo podrán superar aquellos colegios que logren acompañar a las familias en su sueño de formar personas íntegras y felices.