Pauline Atti: "Escribir un diario me enseñó a escuchar mi propia voz antes que todas las demás"
Pauline Atti, escritora, ilustradora y «Journalyste» de su web, Journalyste. Comenzó a escribir diarios a los 39 años, impulsada por la necesidad de asimilar sus lecturas, alimentar sus ideas y comprenderse mejor a sí misma. En su libro «Escribe tu DIARIO y transforma tu vida«, tiene la misión de inspirar a los lectores a comenzar a escribir sus propios diarios como una herramienta para conocerte mejor, madurar tus pensamientos, liberar tus bloqueos y avanzar hacia tus objetivos.
¿Qué consejo le darías para empezar a alguien que nunca ha escrito un diario? ¿Por dónde comenzar a escribir?
–Si nunca has escrito un diario, te aconsejo empezar sin presión, olvidándote de todo lo que crees que deberías “bien hacer”. Lo más importante es darte permiso para escribir tal como piensas, sin censurarte y sin preocuparte por la forma de tus frases. Concretamente, puedes comenzar haciéndote una pregunta sencilla: «¿Cómo me siento hoy?» o «¿Qué necesito en este momento?».
Después, deja que las palabras fluyan, aunque al principio parezcan confusas. Escribir en un diario no es un ejercicio literario: es un espacio para ti. Un lugar íntimo donde lo que importa es la autenticidad, no la perfección. Cada página es un encuentro contigo mismo. Lo importante no es escribir mucho, sino escribir de verdad.
Para ti, ¿Cuál ha sido la mayor aportación que te ha dado comenzar a escribir un diario?
–Escribir un diario me enseñó algo fundamental: escuchar mi propia voz antes que todas las demás. Con el tiempo, la relectura de mis diarios fortaleció esta escucha interior: al tomar distancia de mis propias palabras, aprendí a reconocer lo que era auténtico, lo que volvía con fuerza, lo que resonaba profundamente… y a distinguirlo de lo que, en cambio, estaba influenciado o dictado por el exterior. Escribir, y luego releer, ha sido para mí un camino de fidelidad a mí misma
En un mundo donde estamos constantemente expuestos a opiniones, expectativas y modelos externos, la escritura me ofreció un espacio en bruto, sin filtros, donde pude oír lo que verdaderamente venía de mí
"Uno de los pilares es la regularidad ¿Cada cuánto tiempo ves importante volver a escribir?
–En mi método, la regularidad es un pilar, pero depende siempre del objetivo que cada uno le dé a su escritura. Si alguien desea utilizar su diario simplemente como un desahogo o como un registro de recuerdos, podrá escribir a su propio ritmo, sin sentirse presionado. Pero si se quiere aprovechar todo el potencial transformador de la escritura —clarificar los pensamientos, fortalecer la conciencia de uno mismo, orientar su vida— entonces la regularidad se vuelve esencial. Es como la meditación o el running: si practicas una vez cada cuatro meses, puede que sientas un beneficio inmediato… pero no lograrás una transformación profunda.
Es la repetición regular, aunque sea modesta, la que marca la diferencia. Por eso recomiendo fijarse desde el principio un ritmo sencillo y sostenible —por ejemplo, dos veces por semana— y, sobre todo, mantener el vínculo con el diario. Incluso unos pocos minutos bastan para alimentar este diálogo interior y convertirlo en una verdadera fuerza en la vida.
Escribiste tus intenciones para 2024 ¿Crees que es importante escribir tus intenciones para el año? ¿Has escrito tus intenciones para este 2025?
–Sí, creo que escribir las intenciones para el año es importante, porque da una dirección consciente a nuestro camino. No se trata de preverlo todo ni de fijarlo todo, sino de aclarar lo que realmente importa, para orientar mejor nuestras decisiones a lo largo de los meses. Cada vez que me he tomado el tiempo de escribir mis intenciones, he comprobado que me mantenía más alineada conmigo misma, incluso cuando la vida me desestabilizaba. Como cada año, he escrito mis intenciones para 2025 en forma de una carta dirigida a mi “yo futura”, que abriré al comienzo del año siguiente. Veo las intenciones como balizas interiores: me recuerdan hacia dónde quiero ir, sin encerrarme en un programa rígido. Escribir mis intenciones es sembrar una semilla. Y aceptar que la manera en que crecerá dependerá también de la vida
Uno de los aspectos claves de un diario es la confidencialidad ¿Crees que es impensable la idea de un lector para tu diario?
–Para mí, es esencial sentirse en seguridad cuando se escribe. Saber que uno escribe en un espacio protegido es fundamental, porque la más mínima duda sobre una posible mirada externa influye en nuestras palabras, especialmente en los temas más sensibles. Ahora bien, proteger su diario no excluye la posibilidad de elegir, más adelante, compartir ciertos fragmentos. A veces leo a mi marido o a mis hijos algunos extractos de mis diarios. Pero esa decisión siempre viene de mí, con total libertad. Lo importante es que la escritura nazca en un espacio de confianza absoluta, y que el compartir, si llega a darse, sea un acto consciente, nunca una obligación.
¿Qué recomiendas hacer si tienes un bloqueo a la hora de escribir?
–Cuando me sucede, lo escribo tal cual. Simplemente anoto que no tengo ganas de escribir o que me siento bloqueada. A menudo, sigo describiendo el momento presente: lo que veo, lo que oigo, lo que siento. Esto suele volver a ponerme en movimiento, poco a poco. Y si aun así no surge nada, no pasa nada: no lo fuerzo. Creo que todo tiene valor. Incluso un simple “hoy no tengo ganas de escribir” puede ser una indicación valiosa cuando llega el momento de releer. A veces uno puede darse cuenta de que esos bloqueos siguen un cierto patrón: regresan en determinadas épocas, después de ciertos acontecimientos, o en relación con ciertas personas. Esa entrada de diario que, a primera vista, nos parece inútil puede acabar enseñándonos mucho sobre nosotros mismos.
¿Cuánto crees que se debe escribir en cada sesión? ¿Te impones algún límite?
–No me fijo un límite estricto cuando escribo. Prefiero dejar el espacio abierto, escribir lo que surja, sin imponerme una duración o una cantidad. Dicho esto, a veces me marco un marco de tiempo —por ejemplo, 10 o 15 minutos— porque puede ayudar a estar más concentrado y a ir más directamente a lo esencial. Creo, sobre todo, que a menudo imaginamos, de forma equivocada, que escribir requiere mucho tiempo. Cuando en realidad, incluso 10 minutos pueden bastar para provocar verdaderas tomas de conciencia. Lo importante no es escribir durante mucho tiempo, sino escribir de manera plena.
La relectura es uno de los puntos importantes ¿Ha vuelto a leer tus primeros diarios? ¿Qué diferencias has notado a los últimos?
–¡Claro que sí! Fue precisamente al releer mis primeros diarios cuando tomé verdadera conciencia de todo lo que la escritura podía revelarme. Entre las diferencias más notables, está primero la grafía: mi forma de escribir ha evolucionado mucho entre mis primeros diarios y los más recientes. Se ha afirmado con el paso de las páginas… al igual que yo. También he notado un cambio en la calidad de lo que comparto. Lo digo a menudo: cuanto más me releo, mejor escribo. Hoy soy más generosa en lo que confío a mi diario, porque sé que no escribo solo para la persona que soy hoy. También escribo para mi yo futura, la que releerá esas páginas con una nueva mirada y encontrará en ellas fuerza, claridad y recuerdos valiosos.