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Aventuras en papel

Mientras la Feria del Libro de Madrid celebra su 62ª edición con un gran éxito de visitantes, los escolares apuran sus últimos cartuchos para poder obtener los diplomas al “mejor lector” que cada centro entregará al finalizar el presente curso escolar.
Miércoles, 11 de junio de 2003
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La iniciativa, enmarcada en el Plan de Fomento de la Lectura puesto en marcha en 2001 por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD) junto a numerosas entidades públicas y privadas, tiene como objetivo primordial dar a conocer a los docentes estrategias, experiencias y materiales que fomenten la lectura y el uso de las bibliotecas escolares. Se trata, en definitiva, de mejorar los índices de lectura de la población española haciendo hincapié en los más menudos. Para Pilar Cubillo, jefa de estudios del colegio público “Pérez Galdós” de Leganés, “los nuevos materiales han ayudado al fomento de la lectura entre nuestros alumnos, en parte, porque los profesores se han implicado mucho y por el interés de los propios chicos que reclamaban disponer en la biblioteca de los ejemplares con los que iban a trabajar, con lo que además se ha aumentado la colección existente en la biblioteca del centro”.

La primera evaluación realizada por el propio centro revela que el 90% de los alumnos de primero a cuarto de Primaria han finalizado la colección de 60 cromos, al tiempo que valoran el material de forma “muy positiva”. Estos estudiantes han recibido además durante el curso la charla de escritores infantiles consagrados como Monserrat del Amo.

Las primeras evaluaciones realizadas a través de las Consejerías de Educación de las 13 CCAA que han participado en este proyecto avalan el éxito de la iniciativa y cifran en más de un 70%, aunque aún son datos provisionales, el número de alumnos que han completado el álbum de cromos, frente al 50% de alumnos que han completado el Pasaporte, que ha sido peor valorado que el álbum. Para Juan Carlos Gibaja, coordinador de área de Educación Infantil, Educación Primaria y Educación Especial de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, “se está logrando fomentar los hábitos de lectura entre los más jóvenes y también que utilicen con más asiduidad la biblioteca del centro”.

En el Colegio Público “Pintor Rosales” de Madrid también se han tomado la iniciativa muy en serio, en parte, por el entusiasmo de la tutora de 6º A y responsable de la biblioteca escolar del centro, Mª Teresa Martín.

En este centro, en el que llevan trabajando en la animación a la lectura durante al menos los últimos ocho años, los porcentajes de éxito tanto con el álbum de cromos como con el Pasaporte son igualmente elevados. Le dan además una gran importancia a las ilustraciones, convirtiendo su centro durante una semana en una verdadera exposición de cuentos ilustrados por los alumnos.

Grandes competidores

Pero la tarea no ha sido fácil. Conseguir que los alumnos escojan un libro en su tiempo de ocio frente a otras opciones como la televisión, Internet, los videojuegos o la diversión con los amigos en la calle requiere mucho tesón por parte de padres y profesores.

No obstante, los cuentacuentos, las charlas con escritores e ilustradores y el resto de estrategias para fomentar el hábito lector funcionan incluso entre los más perezosos. Para Santiago de Soria, alumno de 6º de Primaria, “los libros más divertidos son los de aventuras como Cuatro amigos y medio porque te enseñan muchas cosas”. De aventuras y de fantasía también son los libros que más le gustan a Elena Montejano, que destaca como su obra preferida El guardián de las palabras.

No obstante, entre la veintena de libros que, como media, afirman leer los alumnos, las hay, sobre todo alumnas, que prefieren libros más románticos y sensibles y otros estudiantes que se decantan por los cómics y best-sellers como El señor de los anilllos o Harry Potter. Para Mª Teresa Martín, “las películas suponen una dura competencia para los libros, aunque los alumnos han debatido este tema y son conscientes de las ventajas que supone para ellos la lectura”. Citan el fomento de la imaginación y la creatividad, la mejora de la Ortografía, así como la facilidad, permanencia y accesibilidad de los libros frente a una película, la posibilidad de conocer modos de vida y culturas diferentes con todo lujo de detalles y, sobre todo, que “sólo a través de los libros se puede aprender lo que el guionista no reflejó en la versión cinematográfica”, afirma Laura De Toledo, apuntando a la posibilidad de finales diferentes.

Juventud lectora

Según el Barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros, en 2002 el grupo de población más lector fue el comprendido entre los 14 y los 24 años de edad, con un 70,2% de lectores. El 35,3% de los españoles mayores de 14 años leyeron libros con una frecuencia al menos semanal durante el año 2002. Aunque el Barómetro también refleja claramente que cuanto mayor es la edad, menor es el porcentaje de lectores, siendo el entretenimiento el motivo mayoritario para dedicarle un tiempo a la lectura (88,9%). Aún queda mucho por hacer. 

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